Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
31-10-2018
Impulsan
desvergonzado blindaje a organizaciones criminales
Los fieles amanuenses de AG, no contentos con los ridículos proyectos
de ley fallidos de los últimos 10 días, ahora se han impuesto la meta de
impulsar que no se considere como organización criminal a los partidos
(eufemismo de clubes electorales). ¿Por qué causa están tan inquietos? Hay
seres que no tienen rabo de paja sino cola de dinosaurio.
¿Cómo debe llamarse el tráfico de influencias, por largos
lustros, el aprovechamiento de las curules y su relación con el Estado
burocrático, contratos, concesiones y cuchipandas mil con protagonistas harto
conocidos en la esfera pública?
Más aún. Los palafreneros de AG son conjuntamente
responsables con aquél que el Apra tenga una aceptación de más o menos 2%. En
cualquier parte del país, en el estrato social en que se interrogue, en todas
partes, la opinión es generalizada al enderezar a los apristas los
calificativos de “ratero, delincuente, miserable, estafador, coimero”.
Preguntarse por quienes lograron esta deplorable situación obtiene respuesta
inmediata. ¿O no?
¿Disminuirá la persecución a las organizaciones criminales
en los partidos por un proyecto de ley con indisimulable nombre y apellido
propios? Me temo que no.
Todos los vehículos tienen una tuerca especial que garantiza
que el ratero tarde más en birlar el seguro. Pero no impide al 100% el robo. Lo
demora, lo mediatiza. La naturaleza del caco, en la vida común y en las esferas
políticas, es la misma: estafar y despojar a los ciudadanos de su patrimonio.
Es decir una ley con dedicatoria sólo retrasaría la eficacia de la dinámica
judicial penal contra el flagelo de la corrupción.
Y si se tiene jueces, secretarios y cómplices en los
tribunales, el asunto pinta mejor. Rastrear qué buenos amigos en el PJ dieron
fallos ultra favorables no es sino una larga revisión disponible.
Que los amigotes siempre funcionales pretexten que los
partidos son las entidades por las que se ejerce la democracia es verdad de
Perogrullo. Con la precisión indispensable que en Perú NO existen aquellos, lo que sí hay son clubes electorales que
disputan entre sí cómo exprimir la cansada ubre del Estado que pagan 30
millones de peruanos con sus impuestos.
Los saltimbanquis muestran una torpeza muy disciplinada y
aquiescente con las órdenes que AG emite para que se cumplan sin dudas ni
murmuraciones.
A los estafadores de la fe del pueblo aprista no les basta
haber asesinado un cuadro moral, doctrinario e ideológico. Les apetece más del
mismo menú de ser protagonistas anémicos de una decadencia a todas luces
insalvable.
Nadir que afectará a todos los legisladores luego que la
tarde del 9 de diciembre confirmemos la masiva votación del pueblo contra la
reelección inmediata de los congresistas y la oposición al bicameralismo para
evitar contrabandos en que son especialistas las vacas sagradas. ¿Quién
respetará a los cancelados tempranamente 2 años y medio antes del 2021?
Y, hay que decirlo, Perú tendrá que pagarles aún el sueldo
hasta ese año terminal de su período.