Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
21-12-2024
¡Mugre y omertá en acción!
https://senaldealerta.pe/mugre-y-omerta-en-accion/
Una señorita que trabajaba en el Congreso hasta hace tres
meses, fue asesinada a balazos. La mugre de las mafias, enquistada en todas
partes, decidió aplicar la ley del silencio, omertá, y liquidó a esa persona.
Para la mugre que milita en todas las mafias, muerto el
perro, se acaba la rabia. En esta oportunidad el asunto ha conmovido hasta los
más íntimos resortes de la opinión pública que toma conocimiento que sus
criminales mugrosos y envilecidos en el imperio del mal, han abandonado el
camuflaje y actúan salvajemente.
Un individuo que se desempeñaba como jefe legal del mismo
Congreso, ya fue echado del puesto y este sujeto tiene la obligación de contar
qué más cosas sabe, quiénes están involucrados, cómo funcionaba presuntamente el
garito en que habían convertido al Parlamento.
Siguiendo la lógica desalmada que hoy se exhibe a diestra y
siniestra en todo el país, el personaje antecitado no está libre de cualquier
vendetta.
La mugre acompaña al Perú desde sus momentos iniciáticos como
República. Militares angurrientos, "honorables" fabricantes de
abolengos inexistentes, trepones audaces si de conseguir recursos del Estado se
trataba, miserables que, con otro nombre y apellidos, continuaron las prácticas
racistas contra la inmensa mayoría de habitantes. Y tiene etapas de mayor o
menor erupción.
Estos últimos 35 años, más o menos, hemos visto en el Perú
de todo: traficantes, asesinos, rateros, estafadores, sinverguenzas,
depravados, pervertidos, maestros summa cumme laude en el asalto a los recursos
públicos, vendepatrias que se hacen llamar técnicos y toda su destreza afinca
en a quién venden mejor su mercenarismo diplomado.
¿Actuaron los fueros judiciales? Muy poco y con benevolencia
extrema. Delincuentes que debieron morir en la cárcel, privados de cualquier
contacto con el exterior y yugulados de celulares, cable, alimentos a la carta,
casi hicieron lo que Pablo Escobar en Colombia con sus prisiones de lujo.
La mugre es multipartidaria, hay independientes que
recalaron en algún momento en todos los partidos u organizaciones pantalla que
les han fletado una vida de riqueza, oropel, homenajes y protocolos, coimeando
a todo el mundo y sobornando a funcionarios del Estado, a esos que firmaban los
acuerdos de cooperación internacional.
¿Qué extraña conexión hay entre la denuncia que hizo el
programa Beto a saber y la salida del director de dicho medio por la denuncia
en torno al abyecto delito que aparentemente tenía al Congreso como cliente y
usuario?
La mugre tiene poder y lanza sus psicosociales vía los
miedos de comunicación que son amables para difundir lo que se pretende sea
“verdad” uniforme.
Alguna vez hicimos referencia al imperativo de la revolución
moral. Leamos algunos párrafos que recobran urgencia perentoria.
“El Perú necesita una revolución moral. Hombres y mujeres de todos los
partidos, de la multitud de colectivos, de las diferentes congregaciones
religiosas y laicas, de todas las edades, de todos los confines, de todas las
sangres, tienen el imperativo imperioso de pelear por la unidad y presentar una
faz depurada como sólida frente a los fantasmones que quiere imponer la
dictadura fujimorista.
¡Basta de candidaturas presidenciales! ¡Hagamos una sola que garantice el
éxito! ¡Paremos a los esquiroles amantes de la figuración enfermiza! ¡Seamos
dignos de nuestra historia haciendo historia y no pesadilla diaria que
averguence a las próximas generaciones!
Si no entendemos que podemos empezar a levantar el edificio de la
revolución moral a través de la unidad política, estamos simplemente en el
despeñadero más suicida y estúpido que pueblo alguno pueda padecer.
Seamos el país que desciende de las culturas preíncas. Renovemos el pacto
justiciero de igualdad que alentaron los jefes incas. Hagámonos
portaestandartes de un país posible y juremos, hoy y siempre, extirpar, a la
basura convertida en seres humanos que nos han llevado a donde estamos.
¿Es mucho pedir que cuidemos el futuro de nuestros hijos? ¿O que el Perú
sea madre y no madrastra de sus hijos por voluntad integérrima y libre de sus
habitantes?” ¡Perú necesita una
revolución moral! Liberación 17-11-2000. Red
Voltaire http://www.voltairenet.org/article130208.html