Friday, October 08, 2010

CORREA EN SU LABERINTO

Quito,octubre 7, de 2010

CORREA EN SU LABERINTO

 

por Enrique Gallegos Arendt; trovantanio@radiolarumbera.com

El Trovador de antaño

 

 

Buenas tardes amigas,

Buenas tardes amigos,

 

Mientras estuve unos días en el extranjero, a donde me trasladé el día viernes 1º de octubre, exactamente al siguiente día del espectáculo circense montado en el Hospital de la Policía, pude observar en la prensa foránea la misma desinformación que reina en nuestro país en lo que hace referencia al verdadero contenido de lo que pasó.  Las cadenas noticiosas que creen ver en Rafael Correa a un líder político vinculado a posturas anti oligárquicas  y anti imperialistas y estrechamente ligado al modelo que ha planteado y pretende profundizar en Venezuela el comandante Chávez, han procurado destacar la figura del coronel  Gutiérrez como la de un patriota luchador por la democracia y el más calificado opositor a la política socialista – más bien comunista, dicen – que Correa desea establecer en el Ecuador.  Como la manera que tienen los políticos de llevar a cabo sus interpretaciones de los hechos están siempre basadas en el engaño y la confusión, yo no sé si la prensa extranjera – y aún la misma prensa nacional – de verdad se creen lo que están publicando o se integran a la rebatiña de los ocultamientos y verdades a medias que tienen como propósito final embaucarnos a todos los ciudadanos.  No voy a decir un desatino, aunque parezca serlo: si usted quiere conocer la auténtica verdad de lo que sucede a lo largo de los mandatos que ejecutan los políticos que nos gobiernan en todas partes, asuma que lo que tal personaje le comunicó es exactamente lo contrario de lo que le dijo y que lo que comentó la prensa libre y democrática sobre los acontecimientos está en relación directamente proporcional al cuadrado de la mentira manifestada por el primero.  Convénzanse, ecuatorianos, los gobiernos y los medios de información no tienen otro propósito que el de desinformar a la ciudadanía.

 

En un mensaje emitido por la Secretaría de Información Pública a raíz de los hechos se señala que "lo que sucedió  fue  un  intento  de  golpe de estado,  con el ánimo,  inclusive,  de  eliminar físicamente al Presidente de la República  y que sus autores deben ser identificados en aquellas fuerzas que se oponen a la política revolucionaria  transformadora supuestamente ejecutada por  el  gobierno  de  la  Revolución  Ciudadana  y   que se  sienten  perjudicados  por  las  profundas  reformas que se vienen aplicando".  Solo la audacia y el cinismo pueden elaborar semejante pensamiento.  La desinformación ha surtido su efecto.  No conozco un solo personaje vinculado al poder real de la nación que haya manifestado en los hechos una oposición al gobierno correísta.  Y la razón es sencilla: jamás la banca criolla y la banca extranjera han gozado de mayores privilegios en el desempeño de su devoradora misión; ni contrabandistas, ni cámaras de la producción, ni terratenientes, ni los antiguos militantes de la vieja partidocracia con el señor Nebot a la cabeza, han expresado otra cosa que un torrente de consabidos discursos que se deshacen ante el primer billetazo que se aproxima.  Cada vez que Nebot abre la boca en demanda de más dinero para cumplir con las obras que su pueblo le reclama, es inmediatamente satisfecho.  La lucha contra la corrupción que tanto promocionó Correa se ha quedado en el camino, abortada en el silencio que esconden los resultados de todas las auditorías que se mandaron hacer seguramente para advertirles a los hipotéticos opositores el riesgo que corren si abren la boca.  En cambio, sí se manifiestan en contra sectores tradicionalmente populares: el indigenado del país, el estudiantado, el magisterio y los sectores naturalmente deprimidos de nuestra economía.  ¿Será que estas personas han perdido el sentido de la lógica y se manifiestan contra el hombre que dice encarnar sus intereses?

 

Seguidamente, las sospechas fueron conducidas hacia el coronel Gutiérrez y su partido, la Sociedad Patriótica, al punto de que uno de sus líderes de segundo nivel, el mayor Fidel Araujo, ya ha sido detenido para investigaciones, para lo cual permanecerá detenido durante tres meses, no sé con qué fundamento legal, pues nuestra legislación señala que nadie puede permanecer retenido durante más de 48 horas con tal propósito y que si en dicho término no se le ejecutan implicaciones y acusaciones precisas, debe ser dejado en libertad.  En el ínterin,  el  coronel  Chávez aprovechó para señalar a la  Embajada Norteamericana  como  la que se encuentra detrás de todo, cosa que fue inmediatamente desmentida por el señor ministro Patiño y su subsecretario Quintero, a quienes se les haría muy difícil explicar su decidida participación en el Plan Colombia, dentro del procedimiento que se denomina Yunque y Martillo para exterminar a las FARC y que nuestro país ha venido cumpliendo con mucha disciplina desde el enojoso asunto de la invasión colombiana en el 2008 para liquidar a Raúl Reyes.  ¿Cómo puede el gobierno del señor Obama querer derrocar a un gobierno con el que se entiende perfectamente?

 

El denominado "secuestro" de nuestro presidente merece un análisis más detenido.  Cuando una persona está secuestrada, en poder de sus captores, se entiende que ha sido privada de toda autonomía en la toma de decisiones por estar bajo la voluntad específica de los raptores.  El presidente Correa estuvo en la sala de un hospital bajo cuidado médico y la protección directa de la guardia presidencial.  En ningún instante estuvo privado de su libertad, al punto que firmó una declaratoria de emergencia nacional y concedió un sinnúmero de entrevistas a diferentes medios de información.  Los policías insurrectos estuvieron en un ala diferente del edificio, y, que se sepa, nunca se dedicaron a atacar ni a disparar su armamento, bombas lacrimógenas, sobre el sitio donde estaba el mandatario.  Lo hicieron, como puede observarse en todas y cada una de las tomas de televisión, contra los partidarios del mandatario que habían sido convocados por los señores Patiño y Barrera, estos últimos los cuales, curiosamente, pudieron trasladarse velozmente al sitio de la revuelta, con camisetas de Alianza País y banderas similares, en un tiempo récord, desde toda la ciudad.   Nunca comprendí la razón del asalto por parte de un batallón del ejército – dicen que estuvo integrado por 500 combatientes – pues igual habría podido salir por la puerta grande de acceso al hospital sin tanta fanfarrea. Resulta inexplicable que el Presidente de la República se vea expuesto a un acto de alguna manera peligroso, sin que sus servicios de seguridad se lo impidan, pues ésta es la tarea de esos servicios, aún contra la misma voluntad del mandatario.  Su exabrupto de sacarse la corbata e invitar a los rebeldes a que lo maten, no se explica de ninguna manera.  Si tenemos la oportunidad de volver a observar los videos que se transmitieron por la televisión, puede apreciarse que la mayoría de los policías allí presentes tenían más bien una actitud de expectativa y solo unos pocos parecían gritar consignas.  Enfáticamente debo afirmar que el supuesto diálogo que ha exhibido últimamente el gobierno en el cual se escuchan voces de supuestos policías manifestando su deseo de ultimar a Correa, unos, y otros reprobando tal propuesta, no creo constituya prueba válida, pues no existe certificación alguna de que se haya producido en ese momento.  Es más, se me antoja algo graciosa la interrupción del indignado y educado ciudadano que dizque, no sabemos cómo pudo interceptar la banda policial, quien, al más puro estilo de un caballero graduado en Oxford, les increpó con frases que el común de los mortales, en casos similares, dejamos para otras ocasiones.  Yo, por ejemplo, hubiera hecho alguna referencia a la condición moral de la mamá de todos y cada uno de los dialogantes.

 

Ya lo he afirmado y me ratifico.  Creo que desde enero del año 2007 los ecuatorianos venimos siendo víctimas de una tramoya muy bien montada por el poder político, que pretende hacernos creer que el coronel Gutiérrez y el presidente Correa se odian a muerte, y que el primero está empeñado en derrocarle al segundo.  Revisemos los hechos: no olvidemos que en enero de 2007 el Congreso Nacional se instaló sin un solo diputado gobiernista, pues la estrategia de campaña de Correa se basó en no presentar listas para el parlamento, como medida de presión para cumplir su objetivo de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.  Pocos días antes de que se instalara el Congreso, el Ministerio de Gobierno, bajo el mando del ministro Larrea, debe haber ejecutado un pacto que le permitiera, poco tiempo más tarde, obtener su objetivo y bien que lo logró.  ¿A cambio de qué?  Me niego a creer que de nada. El hecho fue que el Presidente del Congreso Nacional elegido el 4 de enero del 2007, Jorge Cevallos, diputado nominado por el PRIAN, partido de propiedad del millonario Álvaro Noboa, fue defenestrado, conjuntamente con otros 57 diputados que se habían negado a obedecer una orden del TSE en vigencia entonces, presidido por un señor que se llamaba Jorge Acosta, militante del PSP, y del cual formaban parte René Maugé, por la ID; Elsa Bucaram, en representación de su hermano Abdalá; y el doctor Rivadeneira, militante del siempre ubicuo PS, quienes han entendido siempre a la Revolución como sinónimo de empleo público.  Esos diputados de la oposición, que se negaban a obedecer la orden del TSE de convocar a una ANC, fueron reemplazados por otros tantos a los que se les denominó "los manteles" y de cuya financiación nos han hablado el mismo hermano del presidente, Fabricio, y otro personaje que se llevó el secreto de todo lo que conocía a la tumba y que por entonces era mano derecha del ministro Patiño: Quinto Pazmiño.  El resultado más visible de la colaboración gutierrista para viabilizar la convocatoria a la Asamblea estuvo constituido por la designación del Contralor Pólit, uno de los hombres más cercanos al gobierno de Gutiérrez y quien, al mando de esa institución, ya casi por cuatro años, no ha efectuado ni una sola investigación del inmoral gobierno que presidió su jefe, ni, tampoco, del gobierno actual, poniendo muy claramente de manifiesto el papel que las circunstancias históricas le han asignado.  La conjunción de personajes vinculados al gutierrato y también al correísmo, como la señora Irina Cabezas y el dúo de Augusto Barrera y el señor Virgilio Hernández, habla por sí sola.

 

Tengo la impresión de que el gobierno correísta, observando la cada vez mayor decepción popular sobre su administración, resolvió jugarse una carta fundamentado en la audacia que su gestión ha impuesto como cuño propio.  Las verdaderas encuestas, que solo el gobierno y la embajada norteamericana conocen, deben ubicarlo en una situación muy disminuida y esta estrategia parece que tampoco surtió efecto.  De haber sido así, Correa habría aplicado el principio constitucional de la "Muerte Cruzada", a la que acaba de desechar, según información oficial del día de ayer.  Cuando Chávez encaró una auténtica conspiración en su contra, el año 2002, en el que sí militó todo el poder fáctico de la nación venezolana, dos millones de caraqueños salieron a las calles en esa ciudad, y otros dos millones en el interior del país, en defensa de su gestión, y así impidieron su derrocamiento.  Aquí en Quito no pudieron movilizar ni tres mil personas y no hemos conocido de una sola manifestación en su respaldo en ninguna ciudad del interior del país.  Juzguen nuestros oyentes la verdad de los hechos, que nunca es la oficial.  Correa está atrapado en su propio laberinto.  Pudo ganar una elección, y muchas otras, porque supo mentir y engañar, que parece ser el desdichado destino de todos los que asumen el poder.  Justo destino reservado para todos aquellos que no conocen de la majestad de la gloria.  Los tiempos que se le avecinan van a ser muy difíciles.

 

 

Hasta mañana,

Enrique Gallegos Arends

No comments: