Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
1-2-2025
La defensa continental
https://senaldealerta.pe/la-defensa-continental/
Escribió en su interesante libro La defensa continental, Víctor Raúl Haya de la Torre: “Si se permite
en uno de los países de este Hemisferio el establecimiento de métodos de
gobierno de tipo totalitario o si se tolera que esos métodos sean preconizados
libremente por algún partido antidemocrático no sólo se pondrá en peligro la
soberanía del país en que tales actividades sean posibles, sino la de todo el
Continente.
Y esta idea no es nueva, ofrece interesante respaldo a
argumentaciones ya defendidas en Indoamérica. En efecto, “el primer paso para
la afirmación de la democracia y para su defensa debe ser la restauración de
los principios democráticos en todo el Continente”, porque mientras en él haya
gobiernos que en la práctica sean totalitarios –aunque voceen democracia, las
mayores “quintas columnas” del totalitarismo serán aquellos gobiernos.
Este es un argumento primario y trascendentalísimo. Y todo
aquél que lo eluda como norma y base para una efectiva acción antitotalitaria
en nuestro Continente estará desviando lo que es imperativo y previo para
erigir una sólida política de solidaridad interamericana en este mundo nuestro
que aun nos interesa defender.
Muy peligroso es para la soberanía de todo el Continente que
en uno de sus Estados prospere un partido o grupo político totalitario,
obediente a órdenes de las internacionales europeas que conspiran contra la
democracia.
Y cualquier Estado, vecino o no, tiene el derecho de
denunciar tales actividades como una amenaza general. Muy peligroso es también
que una colonia europea o asiática se organice en “minoría” o “quinta columna”,
se militarice y haga de un país cualquiera de los de nuestro Continente,
baluarte de sus actividades de penetración.
Aunque éstas se realicen al amparo de un Estado “soberano”
de Indoamérica pueden ser denunciadas por otro como una amenaza para la
soberanía de todos.
Y más peligroso es todavía que el gobierno de un Estado
indoamericano cualquiera adopte una política totalitaria, niegue derechos y
libertades, tiranice a su pueblo, estrangule toda garantía y persiga, arreste,
torture o destierre a sus adversarios. Contra ese gobierno también debe
ejercerse acción por parte de cualquier otro Estado, porque el implantamiento
de tales métodos antidemocráticos auspician y estimulan la propagación de
idearios dictatoriales del totalitarismo.
Surge, sin embargo, una cuestión importante. ¿Ante quién ha
de hacerse valer la protesta de uno o más Estados del Continente contra las
actividades de grupos totalitarios gubernamentales en otro Estado?
Más valiera que se creara un Tribunal permanente ante el
cual pudieran presentarse, no sólo los Estados, sino también los grupos o
partidos y aún los ciudadanos. Porque puede ocurrir que se conceda gran
importancia a la opinión de un gobierno y la “consulta” se considere terminada
si un Estado –por medio de sus organismos oficiales- se niegue a dar mayores
explicaciones sobre su tolerancia hacia el totalitarismo o sobre sus métodos
totalitarios.
Para garantía de la democracia en el Continente, la
“consulta” no basta. Porque la consulta puede absolverla el Estado interesado y
por este medio un gobierno puede eludirla cada vez que le convenga. Más
efectivo y más justo sería el Establecimiento de un Tribunal o de una Comisión
Interamericana con funciones de árbitro, que en un caso dado podría trasladarse
al país sobre el que se hace la denuncia y comprobar la verdad de ella.
Así la fuerza quedaría exclusivamente al servicio del
Derecho y los dictadores no podrían hacerla valer por medio de pretorianismo y
corrupción. Y así se establecería la relación jurídica que en la democracia
indoamericana debe existir entre la soberanía popular o ciudadana o esencia de
su valor nacional y la soberanía de los Estados, esencia de su significado
continental.
Porque un exceso de soberanía nacional puede ser amenaza
para la soberanía continental, si en nombre de aquélla se permite o se ejercen
actividades que amenacen a ésta.” La
defensa continental, julio de 1940, pp. 331-332-333, Obras Completas, Tomo IV.
Escribió César
Hildebrandt en Matices, 31-1-2025:
“Pues bien, este Trump desatado debería convocar a una
reunión de emergencia de todos los países latinoamericanos que aspiran a seguir
siéndolo (con excepción provisional de Argentina). La agenda de ese encuentro
no debería ser otra que el asunto de ver cómo nos enfrentamos juntos al
imperialismo yanqui, un concepto que creíamos difunto y que hoy nos tose
feamente en la oreja.
Latinoamérica tiene ahora un gran pretexto para salir de sus
nacionalismos raquíticos y hallar una causa común. La dignidad está en juego.
El imperialismo yanqui nos amenaza con un surtido de vejaciones y maltratos”.
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