¿Representantes de la Nación? |
El caso de candidatos al Congreso que reciben subvención de la gran empresa pone en tela de juicio el papel del Poder Legislativo y de los congresistas. La Constitución establece, en su artículo 93, que los congresistas representan a la Nación. Los aspirantes a tales no deben, por lo tanto, estar comprometidos con estrechos intereses particulares. La ONG Reflexión Democrática, creadora del proyecto "Impulso para un mejor Congreso", tiene una particularidad visible. Su presidente es Roque Benavides, el hombre fuerte de la minera de oro Yanacocha, quien no por azar se opuso a un impuesto a las sobreganancias mineras y hasta se quejó cuando el APRA, bajo la batuta de Jorge del Castillo, sustituyó ese gravamen por un óbolo voluntario. "No es voluntario, porque ha sido creado bajo coerción", sollozó Benavides. Nadie va a creer que ese tacaño, defensor de los privilegios de la gran minería, va a auspiciar congresistas independientes, ajenos al lobby minero. La historia reciente demuestra que la gran minería ha manipulado el Congreso a favor de sus intereses. Santiago Fujimori inició la serie de presidentes Fujimoristas de la Comisión de energía y Minas. A partir de él, esa Comisión es patrimonio Fujimorista. Cecilia Chacón, candidata a la reelección, recibió en 2006 la ayuda de Reflexión Democrática y la recibe ahora gracias a que fue complaciente con la gran minería cuando ejerció la presidencia de esa Comisión. La nueva subvención es un premio a los servicios prestados. Ahora se sabe, por confesión de parte, que no sólo la gran minería financia a Reflexión Democrática. José Elice, director ejecutivo de esa institución, ha referido que también contribuyen Confiep, la Asociación de Bancos y Comex Perú. Hay en todo esto no sólo un fenómeno de coyuntura y de resonancia internacional. Es una cuestión de principios respecto al carácter de la institución parlamentaria. Hace casi dos siglos y medio, el 3 de noviembre de 1774, el inglés Edmund Burke explicó a quienes lo acababan de elegir como diputado por la ciudad de Bristol: "El Parlamento no es un Congreso de embajadores que defienden intereses distintos y hostiles, intereses que cada uno de sus miembros debe sostener, como agente y abogado, contra otros agentes y abogados, sino una asamblea deliberante de una nación, con un interés: el de la totalidad". "El gobierno y la legislación son problemas de razón y juicio, y no de inclinación y ¿qué clase de razón es esa en la cual la determinación precede a la discusión, en la que un grupo de hombres delibera y otro grupo decide y en la que quienes adoptan las conclusiones están acaso a 300 millas de quienes oyen los argumentos?", dijo Burke. En suma, los reclutados por Roque Benavides no pueden representar a la Nación. |
Thursday, March 03, 2011
¿Representantes de la Nación?
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