Wednesday, February 01, 2012

Artículo de Nicole Schuster_El existencialismo en la obra de Paul Auster



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Date: 2012/1/28
Subject: [Warning: Spam?] [2]Artículo de Nicole Schuster_El existencialismo en la obra de Paul Auster
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Hola,
En este artículo examino la influencia filosófica de índole existencialista en la obra de Auster así como el carácter autobiográfico de ésta.
Podrán también encontrar otros artículos nuestros en nuestra página web http://www.hacialaemancipacion.com/
Muchos saludos
Nicole Schuster
 
EL EXISTENTIALISMO
EN LA OBRA DE PAUL AUSTER
 
Por NICOLE SCHUSTER
 
Para casi todos los hombres, hay edades simbólicas que, en general, coinciden con la entrada en una nueva era. Muchos confiesan que a partir de los sesenta años se hace siempre más opresiva la idea de dirigirse hacia el temido umbral de los setenta, que en general se percibe como el definitivo paso a la tercera edad. Pese a que los progresos realizados por la medicina hayan desafiado de forma magistral a las tres Parcas, el hombre todavía no se ha familiarizado con el generoso aplazamiento que la ciencia le ha concedido. La mentalidad humana siempre ha requerido un cierto periodo de adaptación para aceptar cualquier avance o cambio que afectara su visión del mundo. De tal manera que no es extraño que esta etapa en la vida de los hombres vaya acompañada de una conciencia aun mayor del tiempo que fluye y de la necesidad de optimizar su uso para así intensificar cualitativa y, para ciertos, cuantitativamente la obra que uno quiere dejar como rastro de su paso por la Tierra. 
El escritor neoyorquino Paul Auster no escapa a esta regla. Cumple este 3 de febrero 2012 sesenta y cinco años y en los próximos días será publicada la versión impresa en español de su último libro, Diario de invierno, una meditación retrospectiva sobre su vida íntima, de pareja, así como sobre la muerte de su madre.
 
AUSTER EN FRANCIA
 
Auster goza de una gran aceptación ante el público francés. Algo nada sorprendente si tenemos en cuenta que, a inicios de la década del 1970, después de haber estudiado literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia en Nueva York, tomó la decisión de radicar en Francia por unos años. Diversos trabajos como traductor y hasta lector para una persona de muy avanzada edad le permitieron no sólo sobrevivir sino también reforzar sus lazos con la poesía y la prosa francesa. Tradujo Jean-Paul Sartre y Stéphane Mallarmé al inglés, una tarea que, vista la complejidad del pensamiento del filósofo y del poeta franceses, confirma la identificación de Auster con la cultura intelectual francesa. Eran años todavía cargados del espíritu de mayo 68 y de la presencia de filósofos como Michel Foucault, Sartre, de Beauvoir, Althusser, para citar sólo algunos, que, a través de una reflexión de orden ontológica, ponían en tela de juicio los fundamentos del sistema económico, político y académico francés. Dentro de este contexto impregnado de idealismo y compromiso político, Auster supo valorar la amistad que le ofrecieron pensadores, artistas y escritores franceses y el sincero ánimo de solidaridad que los unía(1). De cierto modo, esos vínculos y su bagaje universitario coadyuvaron a que aparezca en su narrativa la influencia de una literatura filosófica netamente existencialista. En realidad, Auster tiene una cierta predisposición para la reflexión de orden existencialista. En cuanto judío, ha internalizado desde muy joven las huellas psicológicas que había dejado el holocausto. Además, su presencia en Francia coincidía con un momento en que la población estadounidense estaba afectada por una fuerte crisis moral y espiritual a causa de la guerra de Vietnam mientras que él, a nivel personal, sufría graves carencias materiales, las angustias del hambre, y todos los interrogantes de carácter existencial que éstas acarrean.
 
INFLUENCIAS FILOSÓFICAS EN LA OBRA DE AUSTER
 
Paul Auster es calificado por muchos como "postmodernista"(2), una categorización que él rechaza(3). Sin embargo, una ascendencia que sí se puede apreciar en su obra es la de Montaigne(4) y de Jean-Paul Sartre. Auster menciona a menudo a Montaigne como uno de los filósofos que más lo marcó. No es una sorpresa: Montaigne, pensador del Renacimiento, fue el primero que, en su empeño por poner al descubierto la esencia de su "yo", se atrevió a escribir de forma íntima sobre sí mismo, instituyendo con ello un nuevo discurso especulativo y autobiográfico. Su indagación de índole ontológica lo llevó a establecer una forma literaria desconocida entonces, el ensayo, y a formular su frase célebre: "Lector, la materia de mi libro soy yo". Montaigne encaja muy bien en el marco de la introspección coligada al acto de escritura en el que se inscribe Auster. De hecho, al igual que Montaigne, Auster considera a la escritura como un fenómeno que va estudiando y desarrollando a medida que él también se está analizando y realizando(5), por lo que escribir es una herramienta que le brinda la posibilidad de "existir" (en el sentido metafísico de la palabra) y de darle dirección a su vida. Por medio de su ficción, que mucho tiene del autorretrato, Auster busca situarse para con el mundo en tanto que analiza la esencia de la escritura. Sondea los límites que ésta puede alcanzar, la acción del pensamiento sobre la realidad y la relación de ésta con el lenguaje. No es un enfoque nuevo en el mundo de la literatura, pero la perspectiva de Auster es interesante por la envergadura que le da a su universo ficcional al "mirar al mundo como si fuera una extensión de lo imaginario"(6) del que resalta la visión de mundos paralelos propia a Giordano Bruno.
Si la huella de Montaigne está presente en Auster en la estructura y el ritmo de su escritura, la línea existencialista que atraviesa la obra del autor neoyorquino se hace particularmente notar a través de las tramas en que sus personajes están envueltos. Varios de ellos son sumergidos en un ambiente psicológico y societal en que priman la soledad, la búsqueda de sí mismo, la nausea y el absurdo de la vida(7). Las situaciones de extrema indigencia, de abandono y aislamiento que viven los empujan hacia los límites extremos de sus capacidades e impactan sobre su manera de aprehender el mundo exterior. A menudo, los personajes de Auster pasan por un periodo de ascetismo, de purificación, combinado con un proceso de vagancia mental y físico que puede desembocar en un final infeliz. Como vemos, nos encontramos dentro de una corriente literaria existencialista que explora las relaciones del cuerpo con el mundo, cuyas bases fueron echadas en el siglo XIX por Knut Hamsen, con su libro "Hambre"(8), y Joris-Karl Huysmans, con A la deriva(9), y que el existencialismo ateísta, que "buscaba expresar, bajo una forma literaria, verdades y sentimientos metafísicos"(10), perpetuó. Auster se sitúa en esta línea al sondear la relación estrecha entre identidad y verdad metafísica, una imbricación compleja que se ve reforzada por la estructura narrativa del autor, que suele, en un mismo relato, entremezclar diversas historias y recurrir al mecanismo de intertexualidad(11).
El primer libro autobiográfico de Auster, La Invención de la Soledad, recuerda a Sartre, quien analizó en sus obras Los secuestrados de Altona y Las palabras el problema de la paternidad, la responsabilidad de cada miembro de la familia, de su confinamiento y de la conciencia para con su entorno directo y el mundo exterior. En La Invención de la Soledad, Auster se posiciona desde la misma perspectiva existencialista al considerar que es imperativo darle una existencia literaria a su padre para que éste no se esfume sin dejar rastro, puesto que, según Auster, ha vivido como un espectro, sin sentir la necesidad de afirmarse en la sociedad. El no revindicar la vida de su progenitor a través de la escritura habría significado que el recorrido de éste por la tierra había sido inútil. Es por lo tanto a través de la mirada del hijo escritor que el padre existe ahora. El tema sartreano de la mirada sobre sí y el otro(12) es igualmente puesto de relieve por Adam Walker, el personaje principal de Invisible de Auster, que hace depender su destino de la percepción que otros pueden tener de él. Al mismo tiempo, Invisible restablece la problemática del Infierno y de la libertad expuesta por Sartre en A puerta cerrada(13), una obra que revela la dificultad que tienen los individuos de relacionarse entre sí, ya que son verdugo y víctima a la vez.
Al analizar la presencia en el mundo de los personajes austerianos y sus acciones, no podemos evitar pensar en el principio de "Geworfenheit", un fenómeno idéntico al "Dasein" alemán, que Heidegger (a semejanza de Hegel y Jaspers) solía usar para designar el hecho de "estar allí", "arrojado en el mundo", y que converge con la noción de facticidad utilizada por Sartre(14). En otros términos, somos confrontados con nuestra condición humana contingente, limitada, cuya inefabilidad nos hunde en la angustia. Los personajes de Auster, particularmente el de Daniel Quinn en La Ciudad de cristal o de Marco Stanley Frogg en El Palacio de la Luna, encarnan a través de su conducta frente a la vida y de sus decisiones un tanto estrafalarias la dificultad que se presenta cuando tratan de ubicarse en un mundo regido por una lógica enigmática y adecuarse a las circunstancias para lograr sobrevivir(15). En esas condiciones, la presencia en el mundo de los protagonistas austerianos es un verdadero reto, ya que cada uno de ellos forja, por medio de su accionar, su propio devenir(16). Como se desprende de lo anterior, tanto el hombre sartreano como el austeriano se "proyectan", se "transcienden"(17) asumiendo la responsabilidad de sus actos. Al realizarlos, se opera en su ser "un movimiento profundo que va, por otro lado, acompañado de un movimiento externo que lo arrastra"(18), lo cual, a menudo, corresponde en el mundo ficcional de Auster a su perdición (como en La Música del Azar) o a su traslado hacia una dimensión irreal (La Ciudad de Cristal).
Dentro de esa óptica, la ficción de Auster tiene sus raíces en un existencialismo que sirve para situar y afirmar la individualidad del ser así como para pensar el porqué de su devenir en medio de este mundo difícil de entender(19). Y aunque sus héroes (o más bien antihéroes) no controlan el curso de la evolución de este último, sí son concientes de lo que están viviendo(20). Más aún, sus propias decisiones los precipitan en situaciones de extrema precariedad que los llevan a rozarse con las confines de su resistencia física y mental(21). Como vemos, al igual que en la filosofía sartreana, los hombres de Auster son responsables de su destino, aun si son susceptibles de ser impactados por los efectos de un azar siempre al acecho, cuya intervención puede arruinar su vida para siempre(22).
 
EL CARÁCTER INDIVIDUALISTA DE LA OBRA DE AUSTER
 
Sin embargo, el existencialismo de Auster difiere del de Sartre en la medida que, para el filósofo francés, el hombre se compromete mediante sus acciones no sólo ante sí mismo sino también ante la humanidad. Para Sartre, un acto no puede disociarse de la imagen que el ser que lo realiza tiene del hombre en general(23). Auster, por su parte, se confina en la perspectiva existencialista puramente individual, aquella que hace del hombre el maestro de sus acciones pero sin implicar responsabilidad alguna hacia otros hombres. Más bien, su soledad lo dispensa de ello. Si se debería catalogar al enfoque de Auster, se podría afirmar que responde a la tendencia "egocentrista" del existencialismo. Esta línea interpreta a la fenomenología existencialista – vista como una "'filosofía de la subjetividad' que […] permite afirmar a la vez la soberanía de la conciencia y la presencia del mundo, tal como se nos presenta"(24) – de modo puramente individual. En efecto, se centra únicamente en la cuestión del libre albedrío y del individuo colocado en un mundo absurdo, mostrándolo como un ser confinado en su esfera individual (aunque otros estén presentes) y desgajado de la intersubjetividad y del mundo.
Es verdad que Auster nunca aspiró a más que "articular sus conflictos y sus contradicciones" a través de la escritura, puesto que esta última "le da la posibilidad de asociar todas las reacciones que un evento suscita en él, como las provocadas por la cólera, la compasión o la indiferencia"(25). Lo ilustra la vida de sus personajes, que revela ser un constante recuerdo de lo que él ha estudiado, vivido. A semejanza de lo que ocurrió en París, donde habitó un estudio sumamente angosto (la famosa "chambre de bonne"), Auster confina sus personajes en espacios cerrados, de los que, gracias a su capacidad de evasión mental, tumba las paredes (identificadas a la piel del escritor). Su libro Sunset Park(26) expresa también el temor que Auster, luego de sus experiencias de juventud, siente frente a la desposesión, al hambre(27). Más aún, señaló en varias oportunidades que La Ciudad de cristal es un homenaje a su esposa y una descripción de lo que le hubiera pasado si sus caminos no se hubieran cruzado(28). Su interpretación extra-ficcional de la escena política norteamericana refleja el mismo individualismo metodológico. En una entrevista exclusiva realizada en Noviembre del 2008, declaró que "los neoyorquinos vivieron los eventos del 11 de setiembre como una tragedia familiar difícil de describir. Frente a la crueldad del evento, la política, el terrorismo y las relaciones internacionales se volvían, para ellos, cuestiones segundarias"(29). Este punto de vista aparece claramente en su libro "Un hombre en la oscuridad"(30) donde August Brill y su familia se debaten en un clima de "tragedia familiar difícil de describir" suscitado por un contexto de guerra. Otro elemento de corte subjetivo que incidió en la redacción de este libro fue la muerte del hijo de su amigo, de origen judío, quien fue matado en la guerra entre Israel y Líbano en el 2006(31).
A pesar del aspecto individualista de esta visión, que enfoca principalmente lo personal y la familia, Un Hombre en la oscuridad y, en cierta medida, Sunset Park, representan un cambio en relación con el trabajo anterior de Paul Auster. Es como si el escritor hubiera tomado conciencia que, desde el fraude en las elecciones del 2000(32) en Estados Unidos y el 11 de setiembre, la política interior y exterior de Estados Unidos no puede ser ignorada, ya que pone en riesgo los derechos civiles y la calidad de vida de sus ciudadanos(33). Antes de que pasara eso, Auster consideraba que "prácticamente todos los escritores, poetas o no, se sienten apartados de la vida, de la sociedad. Caminamos en sentido contrario. Somos testigos. Miramos las cosas. No nos sentimos realmente concernidos por las actividades de otros"(34). Recuerda los que pertenecían a la categoría de las "manos limpias", es decir, como lo nota Merleau-Ponty, los que, durante la Segunda Mundial, en el nombre de un pacifismo abstracto de índole kantiana, no querían ensuciarse las manos y preferían orientar su mirada hacia "un universo conceptual aséptico que rige la existencia de un ser humano que se debate para no morir ahogado en el barro mundano"(35). Una posición que Jean-Paul Sartre había adoptado a inicios del conflicto hasta que se diera cuenta que la guerra podía afectarle a él personalmente(36) y que un cambio de comportamiento drástico de su parte era imperativo si no quería morir.
 
Notas de pie:
 
(1) «Encontré buenos amigos en París, entre los cuales poetas y escritores con los que sigo en contacto. Había en París un sentimiento de solidaridad entre los poetas y los escritores que no existe en Estados Unidos». (« J'ai trouvé de bons amis à Paris, parmi lesquels des poètes et des écrivains avec qui j'ai gardé contact. Il y avait à Paris un sentiment de solidarité parmi les poètes et les artistes qui n'existe pas aux Etats-Unis »). En Entretien exclusif avec Paul Auster. Réalisé par Saeed Kamali Dehghan. Novembre 2008.
(2) Ver por ejemplo Thaís Izidoro Lima. Postmodern characteristics in Paul Auster's City of Glass. Trabalho de conclusão apresentado à Professora Cecy Barbosa Campos na disciplina Estudos de Literatura Contemporânea de Língua Inglesa no Centro de Ensino Superior de Juiz de Fora.
(3) Ver Interview réalisé par Saeed Kamali Dehghan. Op. Cit.  Pregunta a Auster: «Usted ha reaccionado con fuerza contra las críticas que lo calificaron de «post-moderno». ¿Porqué ? Respuesta de Paul Auster: «El problema es que no se quien soy. No me gustan las etiquetas. Finalmente, no me importa que los críticos me califican como post-moderno. Eso no cambia realmente lo que soy verdaderamente. […] Siempre he creído que el postmodernismo era una especie de lucha de clases (se rie). […] No logro entender la diferencia entre modernismo y pos-modernismo"… .
(4) 1533-1592. Montaigne era un filósofo y político francés.
(5) Ver L'Invention de la solitude. P.92-96.
(6) Ver L'invention de la solitude.Op. cit.
(7) Ver sobre todo La ciudad de Cristal, el Palacio de la luna, Invisible y hombre en el oscuridad..
(8) Ver Knut Hamsen. La faim. Edition Biblio Romans. 2004. Asimismo, leer el corto ensayo titulado "l'Art de la faim"  en Paul Auster. Le carnet rouge suivi de l'Art de la Faim. Op. cit. P.49-60.
(9) Joris-Karl Huysmans. A la deriva. Edition A. Machado Libros S. A. 2010.
(10) Esta definición se debe a Simone de Beauvoir. Ver La force de l'âge. Gallimard. Paris. 1960. p.326.
(11) Por ejemplo, la célebre inclusión en su narración de Don Quijote, que uno de los personajes de La Ciudad de Cristal, que no es el detective, pero un escritor ficticio llamado también Paul Auster, está estudiando. El mecanismo de hipertextualidad era muy apreciado por Borges.
(12) Ver Nadia Oleksuik . Le Regard dans Huis Clos de Jean-Paul Sartre.
(13) Jean-Paul Sartre. Huis clos suivi de Les Mouches. Edition Gallimard. Paris. 1947.
(14) En el Ser y la Nada, Sartre dedica un corto capítulo a la "Facticidad" del por-sí. Ver L'Etre et le néant. Essai d'ontologie phénoménologique. Editions Gallimard. Paris.1943. A partir de la página 117.
(15) Ver Le livre des illusions. Edition Actes Sud. 2003.
(16) En realidad, esta noción de "devenir" proviene de muy lejos, pues Heráclites de Efeso hablaba de esta constante transformación que experimentamos. La imagen heraclitiana de un flujo incesante que excluye la repetición se volvió en uno de los grandes principios que afianza todo principio teleológico relativo al Ser. Después de Platón, Hegel lo convirtió en un pilar de su filosofía y Borges también hacía mención a él en forma permanente.
(17)Para Sartre, lo trascendente se asimilaba a la noción de "intencionalidad" de Husserl, quien hablaba de la conciencia como una intención, es decir como algo activo, dinámico.
(18) Ver Virginia Lopez Dominguez. Hegel y Sartre a través de la mediación de Kojève.
(19) P.320 Paul Auster. Le Carnet rouge suivi de l'Art de la Faim.  "Si todos mis libros fueran ensamblados en un solo volumen, conformarían el libro de mi vida hasta aquí, la imagen con facetas múltiples que soy". 
(20) Ver Paul Auster. Le carnet rouge suivi de l'Art de la faim. Editions Actes Sud. France. 2008. P.52.
(21) Ver Paul Auster. La Musique du hasard. Livre de Poche. 1995.
(22) Es lo que pasó a Adam Walker, o a Daniel Quinn, por ejemplo.
(23) Ver Jean-Paul Sartre. L'existentialisme est un humanisme. Editions Nagel.
(24) La definición es de Simone de Beauvoir. Ver La Force de l'âge. Op. Cit. P.157.
(25) Paul Auster. Le Carnet rouge suivi de l'Art de la Faim. P.328.
(26) Paul Auster. Sunset Park. Editions Actes Sud. France. 2011.
(27) La historia se desenvuelve en Nueva York, luego de la crisis financiera de 2008, cuando miles de familias fueron arrojados en la miseria.
(28) Ver  también Le Carnet rouge suivi de l'Art de la Faim. Op. cit. P.299 donde declara lo mismo.
(29) Ver Entretien exclusif avec Paul Auster. Réalisé par Saeed Kamali Dehghan le 8 juillet 2008.
(30) Ver Paul Auster. Man in the Dark. Faber and Faber. 2008.
(31) Ver Entrevista titulada Paul Auster talks en www.guardian.co.gb donde se señala que: "the story has its roots in a very personal tragedy: the book is dedicated to Israeli writer David Grossman, a good friend of Auster's, and to the memory of Uri Grossman, David's son, who was killed in Lebanon two summers ago, aged 20" .
(32) Auster alude al fraude en Un hombre en la oscuridad.
(33) Ver Entrevista a Auster: Etats-Unis: sept ans de régression en http://bibliobs.nouvelobs.com/actualites/20071115.BIB0335/etats-unis-sept-ans-de-regression.html
(34) Ver P.9. Gérard de Cortanze. Paul Auster. New York. Edition du Chêne. 1997.
(35) Citado en Karina P. Trilles Calvo. M. Merleau-Ponty. Un pensador en guerra. (Los otros y la violencia). Revista de Filosofía. Nº44. 2008. 185-198.
(36) Ver su libro Les carnets de la drôle de guerre. Novembre 1939-Mars 1940. Editions Gallimard. Paris. 1983. Citado en Karina P. Trilles Calvo. M. Merleau-Ponty. Un pensador en guerra. Op. cit.
 
Bibliografía
Paul Auster y Gérard de Cortanze. La solitude du labyrinthe. Essai et entretiens. Actes Sud. 1997.
Paul Auster. Cité de verre. Trilogie new-yorkaise. 1. Actes Sud. 1985.
Paul Auster. La Musique du hasard. Livre de Poche. 1995.
Paul Auster. L'Invention de la solitude. Actes Sud. 1988.
Paul Auster. Moon Palace. Livre de poche. 1995.
Paul Auster. La nuit de l'oracle. Livre de poche. 2007.
Paul Auster. Dans le scriptorium. Actes Sud. 2008.
Paul Auster. Je pensais que mon père était Dieu et autres récits de la réalité américaine. Actes Sud. 2002.
Paul Auster. Sunset Park. Editions Actes Sud. France. 2011.
Paul Auster. Le Carnet rouge suivi de L'Art de la faim. Actes Sud. 2008.
Paul Auster. Le livre des illusions. Edition Actes Sud. 2003
Paul Auster. Man in the Dark. Faber and Faber. 2008.
Jean-Paul Sartre. L'existentialisme est un humanisme. 1970.
Simone de Beauvoir. La Force de l'âge, Paris, N.R.F. Gallimard. 1960.



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