Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
18-2-2025
Autoestima: ¿realidad o quimera?
https://senaldealerta.pe/autoestima-realidad-o-quimera/
¿Cómo pensar que una madre que pierda a sus hijos cruelmente asesinados,
mutilados o violados, en vez de clamar por justicia, pida un apoyo económico?
¿Cuánto valemos en realidad? y, sobre todo ¿cuánto es el precio que pedimos
por nuestras vidas?
Cuando dejamos de querernos a nosotros mismos (autoestima), perdemos
nuestra dignidad, y sin autoestima ni dignidad: ¿cómo hablar de identidad
nacional? Estas valiosas reflexiones las hizo el biólogo trujillano Gustavo
Ywanaga Reh, lustros atrás.
Y esa autoestima: ¿es realidad o quimera?
Díscolos, inecuánimes, los peruanos pasan de la
tristeza al éxtasis, del rubor al descaro más desvergonzado. Del júbilo al
fondo abisal y la forma pendular nos signa desde la iniciación de la república
y es una manera inevitable de historiar nuestros pasos.
Y el país ha tomado conocimiento que las
organizaciones de nuevos gángsteres han sido incubadoras de mercenarios
dolarizados y a gusto del pagante imperialista.
Atolondrados y majaderos transitamos en la
falsa expectativa que las cosas caigan del cielo.
¿Por qué no comprendemos que la corrupción es parte de nosotros, y que,
como sociedad la engendramos hasta niveles insospechables? Bajo este clima,
nuestros hijos se educan, con pocos valores de la sociedad.
Por otro lado, la educación a nivel nacional ha colapsado en los niveles de
inicial, primaria y secundaria así como en superior (centros de educación
nacional). Los niveles de comprensión de lectura son demasiado bajos y la
resolución de problemas en el área lógico-matemática se encuentra en idéntica
condición.
También hay que añadir, que es muy difícil que entre en la cabeza de un
niño, algún número o texto, simplemente con una taza de té en el estómago.
Existe un divorcio entre la universidad y la empresa, y en líneas generales
la educación no cuenta con medios físicos adecuados, docentes justamente
remunerados, motivados y bien preparados así como planes curriculares
actualizados y de acorde con la realidad local-nacional.
Sin embargo cada año, miles de nuevos profesionales engrosan las filas del
desempleo, sub-empleo o informalidad, debido a que las ofertas de plazas
universitarias se programan de acuerdo al número de carpetas y no a la realidad
nacional.
La falta de carreteras longitudinales y transversales en el territorio, así
como medios de transporte adecuados, vienen ocasionando exclusión de las
poblaciones fronterizas donde la infancia y juventud aprenden a leer y escribir
en los países vecinos, bajo otras banderas, bajo otras lenguas.
En gran parte de este perímetro fronterizo la presencia del Estado se
limita a unos pocos y mal equipados puestos de vigilancia y a discontinuos
operativos de seguridad en la lucha contra el TID o los remanentes terroristas.
Muchos distritos de
Hemos incubado, desde la más tierna infancia,
una vocación por el silencio cómodo o el desentendimiento de cuanto nos rodea.
¡Ni siquiera lo admitimos!
Sí es posible arriesgar algunas consideraciones
que podrían resultar interesantes. ¿Siente lo mismo un peruano de Tumbes de
calores ecuatoriales que el altiplánico de fríos recios y alturas no aptas para
quienes sufren del corazón?
¿Qué los une a ambos? ¿Una bandera, un himno,
una geografía? ¿Una historia común? Me atrevo a decir que Perú son muchas
historias a la vez, no pocas con sabor a lágrima y opresión y con distintivas
cuotas locales.
Pero los peruanos inoculados por una televisión
deformadora y medios impresos y radiales mediocres, no cesan de cultivar la
estúpidocracia, “virtud” en que todos fingimos no entender nada con tal que nos
dejen “vivir tranquilos” y que sean otros quienes paguen los platos rotos.
Gobierno que llega, régimen que culpa durante sus primeros cuatro años –del
total de cinco-, a la administración precedente. Y ya han transcurrido 204 años
casi de este deporte tan canceroso.
¿Y nuestros críticos y analistas? Gozan
mostrando sus múltiples diplomas, certificados de asistencia a fórums,
simposios, talleres, aunque repitan de canal en canal, radioemisora en
radioemisora, diario tras diario, las mismas y vulgares cantatas que no cambian
desde hace 35 años. ¡Estos son los conservadores que Perú NO necesita!
El coctel es explosivo e indigesto. Hemos
tenido asaltantes profesionales como titulares de portafolios; monreros y
extorsionadores a cargo de bancos públicos y privados; presidentes rateros y
hasta uno de esos se suicidó para no ir con sus huesos a la cárcel y otro
renunció por fax a miles de kilómetros del país.
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