Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
5-6-2025
¡Políticos zánganos!
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Reza el apotegma:
¡quien manda en economía, manda en política! Quien pone billetes o “coopera”
con infraestructura, viajes, vehículos, hardware y software, exige a sus
beneficiarios, lealtad y rectitud para con sus propósitos y metas. El empleado
solo cumple.
¿No lo sabían o
se hicieron los bobos esos ideólogos auto-ubicados en una supuesta izquierda
que se hacía añicos con la más mínima reconvención de los patrones del dólar
compra-conciencias?
Que pretendieran
aquellos mercenarios al peso, dólar, euro o bitcoin, hacer pasar gato por
liebre, es otra cosa. Aunque, es cierto, no todos fueron incautos que aceptaron
las “explicaciones” como catecismo infalible.
Pongamos un
ejemplo. En el directo artículo El ocaso del progresismo caviar,
el sociólogo Lenin Sánchez Díaz, en este mismo diario, en su edición del martes
3-6, consignó los siguientes textos:
“La izquierda
caviar no es una invención: es una construcción real, observable, y con
consecuencias concretas en el destino del país. Surgidos al amparo de ONGs
financiadas por USAID, la cooperación europea y organismos multilaterales, los
caviares representan una izquierda domesticada, funcional al sistema neoliberal
y al poder judicial hegemonizado por intereses foráneos y oligárquicos.
Su historia no es
de la resistencia popular en las calles o en los Andes, sino la de los
escritorios, las consultorías internacionales y las publicaciones académicas
sin arraigo”.
En Rebuzna
la izquierda caviar, http://www.voltairenet.org/article121202.html, el 21-6-2004, entre otras ideas, expuse lo
siguiente:
“El 98% de la izquierda caviar
está conformada por panzones, obesos y habilísimos burócratas, diestros en el
arte de contar dólares, cambiar de pasaporte, comprar autos del año, viajar
como trotamundos y, de vez en cuando, elaborar folletos, dictar talleres y
organizar conferencias en que repiten monsergas de hace treinta años, siempre y
cuando, el billete verde de su archienemigo Estados Unidos, esté presente para
financiar sus múltiples engaños colectivos a lo largo y ancho del país.
El Perú está plagado de ONGs. Y si bien es cierto que hay una pequeña
proporción de éstas que aún respeta (nadie sabe hasta cuándo) su propósito
fundacional y filantrópico, hoy por hoy, son guaridas de aprovechadores de la
izquierda caviar que no duda en industrializar los derechos humanos, el medio
ambiente, los ambientes policiales, cuanto esté a su alcance, real o inventado,
para sus propios fines en salvaguarda de su derecho a preservar más lotes de
dólares que vienen del exterior bajo supuestos fines constructivos.
Tengo un gran respeto por mis múltiples amigos marxistas genuinos y que aún
dan fe a las bondades de este credo. Pero, tengo también, un profundo desprecio
por todos los embusteros que le dijeron al país desde hace más de 30 años que
ellos eran la solución que venía en libracos, folletitos de quiosco y discursos
inflamados. Estos viven a cuerpo de rey y son sus propios amigos de la
izquierda proletaria quienes les increpan su modus vivendi y falsedad
monstruosa. ¡Eso es la izquierda caviar!.”
¿Qué han hecho por escudriñar la profunda vertiente tramposa que esta
herramienta “intelectual política” ha inoculado los políticos zánganos que
viven y cobran opíparamente, mientras que otros sufren la hambruna crónica?
A diestra y siniestra, la orfandad creadora se nota a leguas. La repetición
bullanguera de estribillos, lemas y frases copiadas de libracos, es un asunto
anacrónico e ineficaz. A nuevos retos, nuevas respuestas.
Preguntarse ¡por qué los jóvenes declinan el llamado de los clubes
electorales, alias partidos políticos, es una obligación! Clamar como loros por
los mártires y héroes del pasado, cuando el presente está lleno de claudicantes
y traidores, convierte en un sainete cualquier supuesta renovación política.
Los “intelectuales” se refocilan con la exhibición de sus “obras”, casi
siempre para edulcorar y tamizar realidades explotadoras que el fenómeno
imperialista mundial pone como premisas de sus “cooperaciones”.
Para Sánchez Díaz: “El progresismo caviar, lejos de construir una
alternativa popular, ha sido el muro de contención de la izquierda real.
Mientras el pueblo lucha por dignidad y soberanía, los caviares promueven el
aborto legal, la “diversidad” desde la lógica mercantil de las ONGs y el
ambientalismo sin lucha de clases, todo desde los cafés de Miraflores y los
foros del extranjero”.
Los políticos
zánganos están hambrientos por ser diputados o senadores, aunque sea
portapliegos de cualquier parlamentario. Es que el sueldo fijo, el tráfico de
influencias, la traición al pueblo, son facetas seductoras que brinda el
sistema.
Los políticos
zánganos manejan recursos que saben pedir, exigir o incorporar en nombre de
grupos económicos que exigirán el pago desde las cámaras legislativas. Usan a
los militantes, les piden sacrificio y labor pero nada hacen por la revolución
de pan con libertad. ¡Sólo procuran la tranquilidad de sus deleznables y
fenicias cuentas bancarias!
¡A otro perro con
esos huesos!
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