Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
18-9-2025
¡Brutalismo político y nulidades con patas!
https://senaldealerta.pe/brutalismo-politico-y-nulidades-con-patas/
Recordó, semanas atrás, con
lucidez impecable, el columnista de esta casa editora, Luis Alberto Chávez, en
el texto Brutalismo político:
“Pero una cosa es usar el miedo
para orientar el voto y otra muy distinta es recurrir al insulto y la diatriba
como armas para destruir al adversario. Aquí el objetivo no es cuestionar las
propuestas sino ridiculizar, pulverizar y de ser posible, borrar del mapa al
aportador de las ideas. No es atacar el mensaje: es liquidar al mensajero.
El politólogo argentino Gonzalo
Sarasqueta denomina a esta estrategia “brutalismo comunicacional”, pero sería
mejor llamarla “brutalismo político”: un estilo que encuentra referentes en
Donald Trump, Javier Milei, Nayib Bukele y, en nuestro entorno, Rafael López
Aliaga.
La metodología empieza con
adjetivos corrosivos, sigue con un lenguaje procaz y directo, y se apoya en
redes sociales inundadas de afirmaciones tan estentóreas como falsas”.
Pero, ante la abundancia de
materia prima, nulidades con patas, es preciso señalar que el brutalismo
político encuentra en Perú un campo feraz y de altísima reproducción epidémica.
¡Honor al mérito! Nuestros
políticos, o nulidades con patas, destacan por su profunda miopía e
incontinencia cuando de dar “opiniones” se trata. Hablan porque tienen lengua y
la hemorragia produce esperpentos a cual peor que, como no podía ser de otro
modo, los brutos reputan como “análisis” y cierta prensa, igual de adocenada y
cuasi ciega, celebra con alborozo estrambótico.
El grave problema de nuestros
políticos, nulidades con patas, desde hace más de 40 años es que son ineptos
para proyectar un país vivible por los próximos 50 ó 70 años. Son lenguaraces y
producen indigestiones cerebrales capaces de enredar una telaraña. Ciertamente
tampoco son muy entendidos en el análisis de los grandes temas de la agenda
nacional.
Un tema urticante pero que poco o
nada concita atención pero sí un silencio sospechoso porque desnuda la
concertación aviesa para no decir nada.
¿Cuántos políticos, nulidades con
patas, se preocupan por la soberanía de los cielos peruanos hoy cuasi
obsequiados por el gobierno de Alan García (2011) a Latam (antes Lan Chile)? Ni
siquiera pueden definir lo que son quintas libertades aéreas y los segmentos
concedidos en absoluta desigualdad a la aerolínea foránea. Y hoy en el 2025
sigue la indefinición, si es un asunto de soberanía a contemplar por
Cancillería y el gobierno, o un vulgar tema comercial como dice la Corte
Suprema.
Los psicosociales lanzados a
tontas y a locas, casi siempre (98%) de las veces, dan resultado en su objetivo
cínico y confuso, la ciudadanía ya no tiene mayores referentes porque todos
mienten o son inexactos (por decir algo elegante).
¿Qué opinan nuestros hombres
supuestamente de Estado? Nada de nada. ¿Y la prensa? Salvo la adláter y muy
bien alineada con la publicidad, nada crítico o profundamente deformado de tal
manera que quien lee, termina más confundido que al principio.
Lo que mal acontece en Machu
Picchu, poniendo en seria crisis un atractivo turístico y un universo de
negocios planteados en su entorno, es un crimen donde fallan todos, los
intereses privados y usureros así como la desidia, ineficacia y estupidez de un
gobierno más preocupado en defender a individuos cuestionados que en gobernar
con decencia.
¿Conocen Perú nuestros políticos,
nulidades con patas? Más allá de uno que otro barrio y metropolitano, la mayor
cantidad de personajes que se hacen llamar políticos, son burros en entender
que Perú no sólo tiene solo Costa, Sierra y Montaña sino que debiera considerar
los cielos y el Mar de Grau como 4ta y 5ta región a defender y honrar. Nuestra
visión hacia el Atlántico y viceversa al Pacífico y al Asia y la investigación
en la Antártida.
¿Qué sí saben los políticos,
nulidades con patas? Es cierto que no todos, pero un 95% sí practica la estafa
de la fe del pueblo; tráfico de influencias; mal uso de la información del
Estado y hoy pueden ser parlamentarios y mañana pelearán desde la gerencia de
alguna multinacional, la famosa puerta giratoria. Y todo sin pizca de rubor o
vergüenza mínima.
Resulta entendible el por qué los
partidos políticos carecen de respaldo ciudadano al modo de antes. No hay
vítores, tampoco victorias en las calles ni protesta firme, hay connivencia
salvaje y entre todos se culpan. Los que se van, entrenan a los que llegan en
el finísimo arte de callarse la boca para seguir mamando de la cansada ubre del
Estado y la corrupción campea destruyendo todo a su paso.
Más que un país, somos una
caricatura informe, desproporcionada, inmóvil al cambio pero proclive a elegir
rateros y pícaros en los puestos más importantes. ¿Cómo puede entenderse que
todos los ex presidentes tengan cuentas por saldar con la justicia? Uno de
ellos se metió un tiro porque barruntaba que los grilletes se le acercaban
peligrosamente.
¡Brutalidad política y nulidades
con patas!