Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
2-2-2025
¡Por la vida en pistas y carreteras!
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Cuando un chofer irresponsable, borracho
o cansado, sin licencia, con un vehículo con placa falsa o adulterada y la
concurrencia real de múltiples delitos al volante, atropella, deja inválido o
mata gente en las carreteras y pistas de todo el país, incurre en crimen contra
los derechos humanos.
En los últimos meses bandas de
extorsionadores abalean vehículos, también choferes y ya son muchas las
víctimas desafortunadas de esta clase de crímenes, pese a los urgentes llamados
de los gremios por protección a su indispensable servicio público.
Ni las autoridades nacionales de
Seguridad Ciudadana o clubes electorales, o responsables de cualquier índole,
alborotados por el 2026 electoral, parecen considerar el asunto sino como un
tema de leyes y puniciones.
No es así, son parte de una inseguridad
y una costumbre de perpetrar crímenes contra ciudadanos. La estadística dice
que en los últimos años se produjeron casi
900 mil accidentes de tráfico buena parte de ellos con consecuencias
mortales.
Es importante movilizar a sectores
diversos, ciudadanos y juveniles, sobre todo escolares y universitarios, para
que discutan y promuevan la inclusión
del tema de la seguridad automovilística como un acápite nacional, fundamental
y de doctrina de la seguridad ciudadana.
¿Cómo se logra? Instruyendo a los
jóvenes y a todos los que concurran al esfuerzo, a que discutan en fórums,
mesas redondas, asignaciones de estudio, los diversos componentes de la
seguridad automovilística: placas, brevetes, reglas, leyes, sensibilización
respecto de los muertos que, muchas veces, por ser del interior y estar lejos
¡ni siquiera llaman la atención en Lima! Y aquí en la metrópoli los accidentes
son morbosamente descritos por una prensa, radio y televisión estúpidas que no
enseñan sino "entretienen".
Si logramos reunir grupos
-escolares, universitarios y cívicos, a modo de comités regionales,
distritales, provinciales, etc.- en la promoción de encuentros y debates sobre
la seguridad automovilística como parte de la seguridad ciudadana, lo que
implica un conocimiento científico de los componentes técnicos, entonces la
ciudadanía reaccionará como cuando se hizo obligatorio el uso del cinturón de
seguridad.
¿Vale menos la vida o integridad
física de un conductor o la del cobrador por ser trabajadores de microbús? Los
delincuentes ahora disparan a matar, no es sola la amenaza, va con balas y,
como dijimos, el numero de víctimas va en aumento. La enérgica protesta de los gremios
no ha obtenido una respuesta categórica y efectiva por la defensa de la vida.
La inversión es por la vida y
contra la muerte en las pistas y carreteras de todo el país y es a través de
alianzas estratégicas con la Asociación Automotriz, el MTC, la PNP, el
Congreso, la Municipalidad de Lima, todos los municipios del país, gobiernos
regionales, diarios y radioemisoras locales. Cada quien participará para lograr
mejor impacto. No es un negocio pero sí es una academia de calidad de vida
comenzando con los más jóvenes.
Hay que tomar la iniciativa con
ellos o en singular y que se promuevan, por ejemplo, marchas por la Seguridad
en las Carreteras, con carteles, lemas alusivos, presencia juvenil y ciudadana.
Dile Sí a la Vida, NO a la muerte en
pistas y carreteras, en todas las principales capitales de distritos y
provincias del Perú.
Aquí hay un tema de decisión, NO
de dinero. Pero sí existe la posibilidad de adentrar los conceptos en torno a
las placas, brevetes, reglas y leyes, mecánica elemental y señalización, a
través de estas dinámicas grupales que son un reclamo ciudadano urgente pero al
que hay que pavimentar el camino.
¿Difícil? ¡Pero no imposible! NO hay que pensar cuánto
va a costar hacer una gran campaña nacional sino ¡cuántas vidas nos cuesta,
todos los días, NO HACERLO!
Basta con mirar los noticieros,
portadas de diarios o titulares en radioemisoras para imponerse del largo y
trágico rosario de muertes diarias por accidentes fatales y crímenes aleves.
¿Cómo es posible que en nuestras narices se exterminen a los peruanos?
El camino trágico que sigue el
Perú sobre ruedas, es absolutamente indigesto e indigno. Cambiar al país, un
tema de voluntad disciplinada y amor por la vida.
En lugar de juegos de palabras,
engañifas para la prensa, trucos distractivos, ¿no debería el gobierno
comprender que estos caminos por la vida son superiores, cívicamente
acreditados, como respuesta vigorosa de la sociedad contra las manadas
disolventes de perversos y patibularios?
¡Es hora de reaccionar y hacerlo muy
constructivamente!