Saturday, June 28, 2025

¡Lastres NO ganan elecciones!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

28-6-2025

 


¡Lastres NO ganan elecciones!

https://senaldealerta.pe/lastres-no-ganan-elecciones/

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Lastre.-Persona o cosa que entorpece o detiene algo, estorbo, traba, freno, obstáculo, inconveniente, escollo, rémora, molestia, impedimento.

 

Enrique Santos Discépolo plasmó en Cambalache, (1934), estas letras inmortales:

“Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. ¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao... Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que si es cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.

¡Pero qué falta de respeto, qué atropello a la razón!”

 

Hasta donde alcanza la sabiduría, la razón de una competencia electoral es para ganarla. Saber de la certeza de una victoria constituye parte esencial de la exégesis. Si todo está en contra ¡mejor dedicarse a plantar nabos que hacer el ridículo más triste!

 

Los días corrientes fueron la exhibición de una serie de personajes que brillan más bien por ser adefesios con patas que ejemplos de profesionalismo, ética y limpieza en la conducta pública.

 

La semana que pasó permitió a la ciudadanía conocer o volver a ver a candidatos potenciales que no desdeñan cualquier plataforma para sus tareas de propaganda. ¡No importa que sean anticarismáticos, mediocres, semi-tartamudos y huérfanos de alguna inteligencia coherente. A ellos el refrán: en tiempos de guerra, cualquier hueco es trinchera, les cae de polendas!

 

Dicen los aspirantes que los movimientos, aleteos o gemidos de sus clubes electorales, proveerán de los millones de votos para ingresar a la segunda vuelta. No hay el más mínimo rebozo o vergüenza en eludir la realidad que su cosecha será pobre, no representativa del pueblo sino aritmética mañosa para cumplir la “democracia”.

 

El club electoral más longevo tiene un problema sumamente delicado: si no alcanza un porcentaje decente, no sólo pierde la inscripción ante el Registro de Organizaciones Políticas del JNE, sino que pulveriza cualquier esperanza de reorganización.

 

Recordemos, la participación electoral con candidato en lid presidencial, apenas arrojó algo más de 5.8%; y la última, menos del 3%. En buen castellano, el declive ha sido un patrón que demostró alejamiento del votante con la organización e ínfimo impacto de sus propuestas en la ciudadanía.

 

Para el 2026, dicen los allegados, se planteará la candidatura de un lastre que en lugar de empujar a la organización, la detendrá en su falta de prestigio, grisura intelectual indiscutible y comprensión de la política como un criollo toma y daca en que todo tiene precio y las convicciones se cambian según la oferta y la demanda.

 

Casi 40 años después de haber pisoteado los principios morales de austeridad, rectitud en la conducta y decencia en la acción pública como privada, terminaron en junturas indeseables con hampones conocidos, narcos, traidores retornados por su contribución monetaria y el imperio del todo vale, reemplazó a la mística, pulverizó la fraternidad y los resultados son públicos.

 

¿No tienen acceso a encuestas privadas los clubes electorales? ¡Claro que manejan esas herramientas pero con la regla de oro: quien tiene el oro, pone la regla! Es decir, los resultados serán los que modelen los apetitos de quienes financian o pagan esos servicios.

 

¿Qué mejor índice que lo que dicen las calles? El repudio a los mafiosos, con desvergonzada alianza a necios que no respetan la ley, la escamotean tramposamente y otorgan preferencia a los delincuentes, no se puede disfrazar ni ocultar.

 

Entonces la lacra sí garantiza, una derrota sin atenuantes ni perdones. ¿A qué grupos de poder puede interesar tan opaca postulación? El lastre tiene largos años de ejercicio sin mayor brillo pero mucha constancia y laboriosidad, y amigos convenientes. Sin embargo, nada puede asegurar que esas soldaduras se hagan añicos en cualquier momento.

 

Haya de la Torre demandó con enérgica vocación la unidad del partido. Algunos que sí alternaron con él, prometieron no solo jamás desertar sino cumplir su designio y comando. Varios traicionaron, otros se sirvieron de lo que era una poderosísima herramienta política. Pero la realidad desastrosa actual no se puede ni disimular y menos ocultar.

 

Otros clubes electorales también resienten el paso inevitable del tiempo que envejece y debilita. Pareciera que tampoco han podido encontrar caminos de reorganización.

 

Mientras tanto los apuñalamientos y zancadillas están a la orden del día, protagonizando el Perú la muestra de una tierra de salvajes ineptos para construir instituciones, vivir en paz y construyendo un país y no un potrero como es hoy.

 

Retornemos a Cambalache:

 

“Siglo veinte, cambalache, problemático y febril, el que no llora no mama y el que no afana es un gil.¡Dale nomás, dale que va, que allá en el horno nos vamo a encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey que el que vive de los otros, que el que mata o el que curra o está fuera de la ley.”