Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
3-2-2025
Perú: 2/3 de territorios enajenados
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“Irónicamente, el Perú ostenta el título de líder del
“pacifismo”, por la actitud antipatriótica de ciertos gobernantes, que cedieron
o negociaron con gran parte de su territorio, a favor de los países vecinos,
mediante los llamados “Tratados de Paz”, que no fueron sino botines de guerra”,
expresó el ex legislador, diputado, constituyente e historiador Héctor Vargas
Haya
Señala con firmeza, Vargas Haya: “Mediante tales
baldones, el país perdió más de 2’500,000 km2, en el curso de la República y el
territorio ha quedado reducido a sólo 1’285,000 km2, de 3´800,000 km2, con los que contaba antes de la Declaración de la Independencia”.
La escasa identificación del poblador promedio
peruano con su tierra proviene de la falta de información y una vil política de
ocultamiento practicada por todos los gobiernos republicanos.
La idea de Nación no forma parte de un bloque
potente que debiera reivindicar a Costa, sierra y Montaña, sino también al Mar
de Grau con un extenso litoral de más de 2500 kms; los Cielos de Quiñones; la
proyección Atlántica hacia el Pacífico con miras al desarrollo exportador y
financiero hacia el Asia y la investigación científica en la Antártida.
Refiriéndose precisamente a la escasa cultura
que sobre historia de límites posee el ciudadano, ratificó su deseo docente de
contribuir con la difusión sobre estos temas importantes.
Don Héctor subrayó: “Conviene hacer un recuento de
los principales tratados:
-Tratado Herrera-Da Ponte Ribeyro, de 23 de
octubre 1851, gobierno de Echenique, que bajo el nombre de Convención sobre
Comercio y Navegación, entre Perú y Brasil, ocasionó la pérdida de 56,000 km2.
-Tratado Muñoz-Neto, de 27 de marzo de 1867,
gobierno de M.I. Prado que ocasionó la entrega a favor de Brasil, de 45,000 km2.
-Tratado de Ancón, de octubre 1883, con el que Miguel
Iglesias entregó a Chile, Tacna, Arica y Tarapacá.
-Velarde-Río Branco, de 8 de septiembre de 1908,
por el que Perú perdió 169,000 km2.
-Polo-Bustamante, del 17 de septiembre de 1909,
dictadura de Leguía, que cedió 97,000 km2 a favor de Bolivia, firmado en la
ciudad de Copacabana.
-Tratado Salomón-Lozano, 1922, por el que se vendió
la provincia de Leticia a Colombia.
Por los tratados con Brasil y Bolivia, tal como
señala Basadre en la “Historia de la República”, pags.84ª y 85ª, tomo III; la
extensión superficial cedida en las áreas de Loreto, Cusco y Puno, es de 374,062
km2.
De acuerdo con mediciones realizadas en 1897, el
área de Loreto era de 897,296 km2, hoy es sólo mide 368,851 km2.
-Protocolo de Río de Janeiro de 1942, a favor de
Ecuador, con más de 100,000 km2, en los que se halla Sucumbios, zona petrolera
de ese país.
Brasil
fue la nación que arrebató al Perú las mayores extensiones de territorios en las
zonas del Yuruá y y Purús. No fue necesaria guerra alguna, porque el antinacionalismo
de ciertos gobiernos fueron suficientes como para suscribir tratados con una
impresionante facilidad e indiferencia.
En el lapso de cincuenta y nueve (59) años, el
Brasil se apropió de 270,000 kilómetros cuadrados, en una primera etapa; luego
en una segunda, otra área de un millón ciento veinte mil kilómetros cuadrados,
graciosamente.
Un pasaje histórico que describe el desprecio
que en Lima se tenía por el territorio amazónico, es la respuesta de los que
suscribían tratados con tan impresionante facilidad: “son terrenos
inservibles”.
En el colmo de la indiferencia y el desprecio
que se tenía por los suelos amazónicos, se llegó a suscribir con Bolivia, el 17
de noviembre de 1903 un curioso y escandaloso contrato, conocido como el
Tratado de Petrópolis, por el que Bolivia, apropiándose, de facto, le cedió a
Brasil ciento noventa y uno mil kilómetros cuadrados (191,000 km2), que
pertenecían al Perú, ante la indiferencia peruana.
Durante el
Virreinato, la extensión superficial del territorio peruano era de más de tres
millones y medio de kilómetros cuadros (3´500,000 km2), que fueron
incólumemente mantenidos.
La devastación del
territorio nacional fue practicada durante la etapa Republicana, por sucesivos
gobiernos. Actualmente, como ya se dijo, sólo queda un área de Un millón
doscientos ochenta y cinco mil kilómetros cuadrados; esta es la verdad monda y
lironda”, finalizó su extenso recuento Héctor Vargas Haya.