Wednesday, September 03, 2025

¡Le han tocado la puerta varias veces, canciller Schialer!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojass

3-9-2025

 


¡Le han tocado la puerta varias veces, canciller Schialer!

https://senaldealerta.pe/le-han-tocado-la-puerta-varias-veces-canciller-schialer/

https://tinyurl.com/86h9avj6

 

Días atrás, en el programa televisivo Punto Final que dirige Mónica Delta, el canciller Elmer Schialer, respondió con lugares comunes, durante larguísimos 21 minutos. Pero se refirió a la institucionalidad de Torre Tagle y dijo que ¿por qué no le tocaban la puerta?

 

Se refería el titular de Relaciones Exteriores, a que él está para absolver todas las problemáticas que de su portafolio, se le consulten. Como todo lo que brilla no es oro, es importante que el canciller lea con atención.

 

Son varias las ocasiones en que colegas procuran una entrevista con Elmer Schialer y para indagar sobre lo que hará la justicia institucional de Torre Tagle, con el caso del desaforado de Egipto, embajador Betancourt; el tema del embajador Fortunato Quesada a quien se armó un complot mediático el 2018, ardid en que participaron los embajadores Néstor Popolizio, Hugo de Zela, José Boza (+) y el ministro Pedro Rubín; cómo es que con documentos judiciales en primera y segunda instancia y la no procedencia de una casación, Schialer nombró asesor a De Zela, entre otros temas.

 

Es decir, el canciller Schialer padece de ceguera parcial y no ve o no quiere darse por enterado de álgidos cuestionamientos que el periodismo tiene, respecto de asuntos que deben ser esclarecidos por una razón institucional ineludible.

 

La falta de transparencia, canciller Schialer, socava la institucionalidad de Torre Tagle. No se puede ni se debe ocultar y menos apañar la corrupción administrativa comprobada, dado que implica la exhibición de un pésimo ejemplo así como un equivocado mensaje a la comunidad diplomática.

 

Pocos días atrás, en el texto Canciller Schialer se niega a responder al periodismo, esgrimimos los siguientes párrafos, cuya vigencia persiste incólume:

 

Además de anuente con doña Dina Boluarte a quien jamás dice no, el canciller Elmer Schialer protagoniza un raro caso de mudez para responder al periodismo que le pide cita desde hace semanas y en torno a casos que involucran actos inmorales de funcionarios de Torre Tagle.

 

Importante repasar, por si a alguien se le ocurre tener dudas, el compromiso de los funcionarios del Estado y en grado muy mucho cuando se trata de ministros; el titular de Relaciones Exteriores es Schialer y está obligado a responder por la marcha institucional de su cartera pero también y subrayadamente, cuando otro poder del Estado, el Judicial, señala responsabilidades, entre otras cosas, de un complot contra un embajador.

 

El jefe de misión, embajador Fortunato Quesada, ofició de pararrayos involuntario del desmadre, fue destituido y echado del Servicio Diplomático sin el debido proceso porque después se descubrieron las conversaciones en Whatsapp de los complotados y el informe antecitado de Relaciones Humanas fue claro y contundente al precisar las graves inmoralidades que se usaron contra Quesada”. https://tinyurl.com/4h7xa2e3

 

Por tanto es absolutamente legítimo preguntarle al ministro Schialer ¿qué quiso decir cuando habló de la institucionalidad de Relaciones Exteriores y que por qué no le tocaban la puerta para indagar sobre materias de su ministerio?

 

Es evidente que el canciller Schialer, en un oportuno giro desmemoriado, olvidó que son varias las solicitudes que le han enviado colegas y nada menos que para que responda como servidor público que es y pagado por el dinero de los peruanos.

 

La verdad es que todo indica que, como es muy entendible, la colega Mónica Delta no tenía cómo saber de estas peticiones remitidas desde hace casi dos meses. Mucho menos que el canciller NO respondió; por tanto, ante cámaras, Schialer se expidió como lo hizo.

 

Pero no todos, en especial los periodistas que muestran la verdad como su bandera irrenunciable, padecemos de falta de memoria selectiva, en virtud de lo cual, hay que recordarle al canciller Schialer que sus expresiones fueron inexactas, incompletas, frágiles.

 

La misma indignación que mostró en vivo Schialer y cuando se refirió a la noticia falsa -así la calificó- del ascenso del hijo de la presidenta Boluarte, en su puesto diplomático, debería ser cuando fallos de instancias judiciales demuestran que sí hubo un complot mediático el 2018 con una presa: Fortunato Quesada, a quien aún no reponen a su centro de trabajo.

 

No sólo eso, el informe de Relaciones Humanas de Cancillería anotó, con nombres y apellidos que hubo un plan perverso y los integrantes de ese clan nefasto, fueron: Néstor Popolizio, Hugo de Zela, José Boza (+) y Pedro Rubín.

 

Además decenas de folios con las transcripciones en Whatsapp de las charlas aviesas en el complot, prueban cómo cada uno de los sindicados, tomó parte en el desmadre.

 

Se puede afirmar que nada de lo antedicho es materia ignorada por el canciller Schialer a quien sugerimos sea más cuidadoso cuando diga inexactitudes ante las cámaras. Se puede probar todo lo contrario a sus afirmaciones y ¿es eso lo que se espera de un simple servidor público?

 

¿Qué ejemplo reciben las nuevas generaciones en la carrera diplomática? ¿Que sus mayores aplican a su gusto y conveniencia, lo que manda la justicia? ¿Es así cómo funciona la institucionalidad en el Ministerio de Relaciones Exteriores?

 

No abonan, de ninguna manera positiva, estos oídos sordos que hasta la fecha ha exhibido el canciller Schialer. Aunque, como hemos visto en el artículo, el titular del portafolio inaugura un comportamiento que dice verdades a medias.

 

La moral y la ética públicas deben ser un ejemplo a seguir, cueste lo que cueste, porque usted canciller Schialer no estudió en la academia diplomática, cursos de evasión de responsabilidades y mucho menos para no responder de manera clara cuando el prestigio y la imagen de la institución están en juego.

 

Recordemos que las mentiras tienen patas cortas y que sus emisores, por lo general, pagarán sus responsabilidades. Tarde o temprano.