Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojass
3-9-2025
¡Le han tocado la puerta varias veces, canciller Schialer!
https://senaldealerta.pe/le-han-tocado-la-puerta-varias-veces-canciller-schialer/
Días atrás, en el
programa televisivo Punto Final que dirige Mónica Delta, el canciller Elmer
Schialer, respondió con lugares comunes, durante larguísimos 21 minutos. Pero
se refirió a la institucionalidad de Torre Tagle y dijo que ¿por qué no le
tocaban la puerta?
Se refería el
titular de Relaciones Exteriores, a que él está para absolver todas las
problemáticas que de su portafolio, se le consulten. Como todo lo que brilla no
es oro, es importante que el canciller lea con atención.
Son varias las
ocasiones en que colegas procuran una entrevista con Elmer Schialer y para
indagar sobre lo que hará la justicia institucional de Torre Tagle, con el caso
del desaforado de Egipto, embajador Betancourt; el tema del embajador Fortunato
Quesada a quien se armó un complot mediático el 2018, ardid en que participaron
los embajadores Néstor Popolizio, Hugo de Zela, José Boza (+) y el ministro
Pedro Rubín; cómo es que con documentos judiciales en primera y segunda
instancia y la no procedencia de una casación, Schialer nombró asesor a De
Zela, entre otros temas.
Es decir, el
canciller Schialer padece de ceguera parcial y no ve o no quiere darse por
enterado de álgidos cuestionamientos que el periodismo tiene, respecto de
asuntos que deben ser esclarecidos por una razón institucional ineludible.
La falta de
transparencia, canciller Schialer, socava la institucionalidad de Torre Tagle.
No se puede ni se debe ocultar y menos apañar la corrupción administrativa
comprobada, dado que implica la exhibición de un pésimo ejemplo así como un equivocado
mensaje a la comunidad diplomática.
Pocos días atrás,
en el texto Canciller Schialer se niega a responder al periodismo,
esgrimimos los siguientes párrafos, cuya vigencia persiste incólume:
Además de anuente
con doña Dina Boluarte a quien jamás dice no, el canciller Elmer Schialer
protagoniza un raro caso de mudez para responder al periodismo que le pide cita
desde hace semanas y en torno a casos que involucran actos inmorales de
funcionarios de Torre Tagle.
Importante
repasar, por si a alguien se le ocurre tener dudas, el compromiso de los
funcionarios del Estado y en grado muy mucho cuando se trata de ministros; el
titular de Relaciones Exteriores es Schialer y está obligado a responder por la
marcha institucional de su cartera pero también y subrayadamente, cuando otro
poder del Estado, el Judicial, señala responsabilidades, entre otras cosas, de
un complot contra un embajador.
El jefe de
misión, embajador Fortunato Quesada, ofició de pararrayos involuntario del
desmadre, fue destituido y echado del Servicio Diplomático sin el debido
proceso porque después se descubrieron las conversaciones en Whatsapp de los
complotados y el informe antecitado de Relaciones Humanas fue claro y
contundente al precisar las graves inmoralidades que se usaron contra Quesada”.
https://tinyurl.com/4h7xa2e3
Por tanto es
absolutamente legítimo preguntarle al ministro Schialer ¿qué quiso decir cuando
habló de la institucionalidad de Relaciones Exteriores y que por qué no le
tocaban la puerta para indagar sobre materias de su ministerio?
Es evidente que
el canciller Schialer, en un oportuno giro desmemoriado, olvidó que son varias
las solicitudes que le han enviado colegas y nada menos que para que responda
como servidor público que es y pagado por el dinero de los peruanos.
La verdad es que
todo indica que, como es muy entendible, la colega Mónica Delta no tenía cómo
saber de estas peticiones remitidas desde hace casi dos meses. Mucho menos que
el canciller NO respondió; por tanto, ante cámaras, Schialer se expidió como lo
hizo.
Pero no todos, en
especial los periodistas que muestran la verdad como su bandera irrenunciable,
padecemos de falta de memoria selectiva, en virtud de lo cual, hay que
recordarle al canciller Schialer que sus expresiones fueron inexactas,
incompletas, frágiles.
La misma
indignación que mostró en vivo Schialer y cuando se refirió a la noticia falsa
-así la calificó- del ascenso del hijo de la presidenta Boluarte, en su puesto
diplomático, debería ser cuando fallos de instancias judiciales demuestran que
sí hubo un complot mediático el 2018 con una presa: Fortunato Quesada, a quien
aún no reponen a su centro de trabajo.
No sólo eso, el
informe de Relaciones Humanas de Cancillería anotó, con nombres y apellidos que
hubo un plan perverso y los integrantes de ese clan nefasto, fueron: Néstor
Popolizio, Hugo de Zela, José Boza (+) y Pedro Rubín.
Además decenas de
folios con las transcripciones en Whatsapp de las charlas aviesas en el
complot, prueban cómo cada uno de los sindicados, tomó parte en el desmadre.
Se puede afirmar
que nada de lo antedicho es materia ignorada por el canciller Schialer a quien
sugerimos sea más cuidadoso cuando diga inexactitudes ante las cámaras. Se
puede probar todo lo contrario a sus afirmaciones y ¿es eso lo que se espera de
un simple servidor público?
¿Qué ejemplo
reciben las nuevas generaciones en la carrera diplomática? ¿Que sus mayores
aplican a su gusto y conveniencia, lo que manda la justicia? ¿Es así cómo
funciona la institucionalidad en el Ministerio de Relaciones Exteriores?
No abonan, de
ninguna manera positiva, estos oídos sordos que hasta la fecha ha exhibido el
canciller Schialer. Aunque, como hemos visto en el artículo, el titular del
portafolio inaugura un comportamiento que dice verdades a medias.
La moral y la
ética públicas deben ser un ejemplo a seguir, cueste lo que cueste, porque
usted canciller Schialer no estudió en la academia diplomática, cursos de
evasión de responsabilidades y mucho menos para no responder de manera clara
cuando el prestigio y la imagen de la institución están en juego.
Recordemos que
las mentiras tienen patas cortas y que sus emisores, por lo general, pagarán
sus responsabilidades. Tarde o temprano.