Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
4-6-2025
Caso Quesada: ¡Improcedente casación de Cancillería!
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Tal como habíamos
anticipado desde muchos meses atrás, la Primera Sala de Derecho Constitucional
y Social Transitoria de la Corte Suprema, declaró la improcedencia de la
casación planteada por Cancillería (No. 18558-2024), en el caso del embajador
Fortunato Quesada Seminario.
Subrayemos el
punto Octavo del documento porque denota que la asesoría legal de Cancillería
está oxidada o ha perdido la brújula tal como se revela en las siguientes
líneas.
“Analizado lo
reseñado en los ítems I), II) y IV), se evidencia que, se presentó (RREE) una
argumentación genérica, como si se tratara de un recurso de apelación,
verificándose que, lo que en el fondo pretende es que, este Colegiado Supremo
efectúe una revaloración de pruebas, así como un nuevo estudio de cuestiones
fácticas ya analizadas por la instancia de mérito, a fin que se asuma por
válida la tesis postulada; lo cual resulta ajena a los fines casatorios, cuyo
carácter extraordinario limita el ejercicio de este Tribunal al debate de
cuestiones eminentemente jurídicas que incidan en el sentido de la resolución
recurrida; en ese sentido, lo propuesto en el recurso carece manifiestamente de
fundamento; por lo que, incurre en el motivo de improcedencia establecido en el
artículo 393.2.1 de CPC”.
¿No saben
distinguir los del servicio legal de Cancillería una apelación de un texto en
torno a una casación y por lo que les han declarado Improcedente? La torpeza es
palmaria e inocultable. Queda en muy mal pie el Ministerio de Relaciones
Exteriores.
Lo antedicho en
cuanto a la formalidad de un proceso que pretendió anemizar el contenido de un
caso que tiene que ver con un proyecto de vida frustrado a la mala, el del
embajador Fortunato Quesada, la complicidad de varios personajes en grabaciones
clandestinas y la trabazón con medios de comunicación en Lima para la difusión
perniciosa de las mismas.
Como es de
recordarse, en circunstancias en que el diplomático Quesada desempeñaba el
titularato de la misión en Tel Aviv, Israel, 2018, un escándalo televisivo
propalado en Lima exhibió expresiones fuera de contexto y como parte de un
complot que involucró a otros tres embajadores y personal de menor rango y
administrativo.
A Quesada se le
sentenció sin proceso y terminó fuera de la embajada, del Ministerio de
Relaciones Exteriores, sin ser oído ni atendidas sus explicaciones, sin
honorarios, es decir en la inopia más absurda que no fue espontánea sino
planificada, detrás de la cual han existido personajes de altos cargos.
Desde julio del 2024 a la fecha, fueron
dos las instancias ganadas a su favor por el embajador Quesada quien planteó
acción legal por considerar injusto el cúmulo de sanciones en su contra.
Según lo expresado por Quesada, en
algunas oportunidades, uno de los orígenes de lo que se vino en llamar complot
mediático noticioso, estaría en que no accedió a fungir de informante o soplón
de las actividades del ex presidente PPK, instrucción impropia que le habría
sido comunicada como tarea por el ex canciller Ricardo Luna.
Luna habría instigado en represalia
contra Quesada porque no cumplió una orden totalmente
ilegal, antiética y desleal. Popolizio (canciller entonces 2018) y
de Zela, se sumaron como alfiles de la siniestra componenda y Boza como Rubín,
los operarios prácticos, coordinando las grabaciones ilegales y el posterior
escándalo mediático.
Las manifestaciones públicas de Quesada
jamás han sido refutadas o negadas por Luna por razones ignotas.
Lo antedicho habría gatillado odios y
antipatías que fueron cobradas por la maquinación del complot mediático que el
Informe 011, Recursos Humanos de la propia Cancillería, definió como una
sinergia de autores con nombre y apellido: Néstor Popolizio, Hugo de Zela, José
Boza (+), (embajadores) y el ministro Pedro Rubín.
Nadie en su sano juicio, podría
suscribir palabras insensatas, pero a lo más, una o más sanciones
administrativas, efectuadas las reiteradas disculpas públicas del protagonista,
habrían bastado.
Contrastar las penas o puniciones de
las que debieron ser recipendiarios los que armaron el plan para liquidar a
Quesada, es decir: Néstor Popolizio, Hugo de Zela, José Boza y Pedro Rubín, son
absolutamente inequitativas: salvo suspensiones de pocos meses ¡sanseacabó!
Es de conocimiento noticioso que el
actual canciller Elmer Schialer, nombró al embajador Hugo de Zela como asesor
de su despacho. En la práctica significa un espaldarazo y una demostración del
mal espíritu de cuerpo que impera en una dependencia pública pagada con el
dinero de los contribuyentes.
Si, fracasada la casación planteada por
Cancillería por improcedente, es obligatorio preguntar en voz alta: ¿cómo
actuará el portafolio y con qué rapidez, en el caso del embajador Fortunato
Quesada? Persistir en animosidad o contra lo que dictan las instancias
judiciales, es delito.
¿No pudieron prever en RREE la
contundencia de una derrota -casación improcedente- que se venía como por un
tubo? No había que ser especialista ni abogado de alta nota para no darse
cuenta que el resultado, si de justicia hablamos, no podía ser otro que el
acontecido y para desprestigio bobo de Cancillería que deberá asimilar una
derrota muy dura.
Seguiremos informando.
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