Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica
Rojas
21-5-2023
¡Iquique: la historia no debe olvidarse!
https://senaldealerta.pe/iquique-la-historia-no-debe-olvidarse/
Un
día como hoy, 21, en Iquique, 1879, Miguel Grau, antes de romper los fuegos,
pronunció la siguiente arenga:
“Tripulantes
del Huáscar, ha llegado la hora de castigar a los enemigos de la patria y
espero que lo sabréis hacer, cosechando nuevos laureles y nuevas glorias dignas
de brillar al lado de Junín, Ayacucho, Abtao y 2 de mayo. ¡Viva el Perú!”.
La
vergonzosa e inexcusable mudez oficial en torno a las fechas en que Perú debiera
conmemorar jalones de su historia ya es parte del comportamiento habitual de
los gobiernos. Viene ocurriendo con todas las administraciones desde hace
mucho.
Ante
la abulia ignorante de partidos políticos, intelectuales, diplomáticos,
historiadores, la neumática de silencio para “olvidar”, representa parte del
oprobio a que quieren conducirnos hornadas de desclasados y apátridas.
¿Hay
que aceptar semejante inconducta y regalar aquiescencia a esa aberración? ¡De
ninguna manera!
Pueblo
que no conoce u olvida su historia, está condenado a los mismos yerros y
frustraciones.
No
sólo eso. Pandillas de docentes universitarios son parte de la re-escritura de
la historia. No cualquier historia, a aquella referida a la difícil vecindad
entre Perú y Chile, como la bautizara ese eximio peruanista que fuera Alfonso
Benavides Correa.
Se
trata, so pretexto de una “cultura de paz”, de borrar el paso de la barbarie
guerrera que fue la invasión entre 1880-1883.
Y
disimular, cuando no desaparecer, abusos, exacciones, crímenes, la pezuña
bárbara de hordas sin control ni disciplina para que las nuevas generaciones
sigan como hasta hoy ignorando lo que fue ese período –“limpieza étnica”- de la
historia.
En
¡Los
peruanos indignos!, 19-10-2007, escribí:
Uno de los protagonistas de la
crónica escrita el 2006, el hoy ministro de Defensa, Allan Wagner Tizón, firmó
el 28-29 de noviembre de 1985, un Acta con su entonces par ministro de
Relaciones Exteriores de Chile, Jaime del Valle Alliende, en cuya parte III
Revisión de Textos de Historia, se dice:
“Los ministros estuvieron de
acuerdo en poner en práctica, en el más corto plazo posible, un procedimiento
que permita en sus respectivos países efectuar una revisión de los textos de
historia a nivel de la enseñanza primaria y secundaria, con miras a darle un
sentido de paz e integración. Posteriormente, una Comisión Mixta efectuará un
examen conjunto de las revisiones de dichos textos, con el objeto de
armonizarlos”.
Escribió Alfonso Benavides Correa,
en Una
Difícil Vecindad, p. 218:
“Para recusar tan aberrante
acuerdo bastaría meditar sobre la lección que dio José de
¿Los historiadores peruanos,
defienden nuestra Historia?, ¿dónde están sus protestas frente a las
inverosímiles cuanto que palurdas elusiones de que son protagonistas culpables múltiples
gobiernos? Si existe esta clase de profesionales, es evidente que disimula muy
mucho su presencia.
“Olvidar” la Historia, es un
ejercicio de asesinato lesa los derechos de las nuevas generaciones de peruanos
que necesitan saber qué y por causa de qué ocurrió lo que pasó en estos pagos.
Negarles –y lo que es peor-
hacerse los bobos frente a los crímenes que enumeramos, sólo puede ser práctica
de bárbaros, degenerados y de quienes no tienen el más mínimo respeto por la
tierra, el Ande o el sacrificio e inmolación de quienes sí murieron por la
Patria.
Mi voz es indudablemente modesta y
persistiré en los esfuerzos emprendidos por convencer a otros comunicadores
para que entiendan qué significa la difusión de estos temas históricos.
Hasta hoy no he tenido suerte o no
he tocado las teclas mágicas. No obstante, la convicción por la victoria de
nuestros ideales es parte del humilde quehacer invariable y de homenaje a la
Patria.
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