Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
23-2-2015
OSITRAN: Chuquihuayta no califica a GG
En ciernes una muy lamentable
decisión de la señorita Patricia Benavente Donayre, Presidente de OSITRAN.
Y en defensa del interés
público, de cómo se gasta el dinero que todos los peruanos aportan vía los
impuestos, es urgente poner los puntos sobre las íes y advertir al país sobre
cómo y de qué se trata.
Debiera existir la
posibilidad de auditar integralmente a las entidades autónomas, como el caso de
OSITRAN. Allí se viene produciendo una desorganización que atenta contra una
marcha positiva de la institución. Ahora existe la amenaza que un funcionario,
huérfano absoluto de calidades o requisitos indispensables, pueda ser nombrado
gerente general.
Inestabilidad en Ositran
En nuestro artículo del 11 de
febrero, ¡Caos gerencial en OSITRAN!
http://www.voltairenet.org/article186718.html?var_mode=recalcul,
dábamos cuenta de la incertidumbre en que se debate el regulador, a partir de
los continuos cambios en la gerencial general, por una selección equivocada por
parte de la Presidente. Cambios, que por ser un organismo técnico, sólo
lograban su desestabilización. Avizorábamos que este proceder iba a continuar,
en desmedro de la imagen y desempeño profesional que le corresponde mantener a
cualquier organismo técnico.
Se sienten pasos
Al respecto, fuentes bien
informadas nos comentan que el actual Encargado de la gerencia general, Obed
Chuquihuayta Arias, sería ratificado en el cargo, nombrándolo la titular de
OSITRAN, Silvia Patricia Benavente Donayre, sin el consentimiento ni aprobación
del Consejo Directivo, y a pesar de no cumplir, por lo menos, con dos de los
requisitos mínimos que el cargo exige, probablemente, los más importantes:
Experiencia profesional no menor de ocho (8) años en las materias vinculadas a
la competencia de la entidad, ya sea en el sector público o privado; y,
Experiencia no menor a cinco (5) años en cargos gerenciales o de Alta
Dirección, o en Supervisión de Infraestructura y Regulación Económica, con
conducción de equipos de trabajo.
La trayectoria de
Chuquihuayta Arias se desarrolló en cargos de niveles inferiores, no
gerenciales. Es decir, un nuevo experimento de la señorita Benavente, que le
costará, como en los casos anteriores, un bajísimo nivel de productividad al
regulador Y ¡sabe Dios! cuánta plata al Estado peruano, es decir a los
ciudadanos que pagan impuestos.
Al margen, de lo que este
nombramiento, omitiendo el cumplimiento de requisitos, signifique legalmente.
De gerencia casi nada
No debemos olvidar que Chuquihuayta
tiene apenas poco más de dos años en el regulador, que su CV cuando ingresó,
sólo daba para a un puesto de Supervisor 1 en la Gerencia de Supervisión, que
en apenas tres meses, de la mano de su madrina María Wong Abad, pasó de
Encargado de la Gerencia Adjunta a la Gerencia General, siendo nombrado en el
mismo cargo, también a los tres meses siguientes. Entonces, ¿de dónde tiene
acumulada la experiencia gerencial previa, necesaria para la GG?
Metida de pata
Es más, el correo de brujas
en la CGR nos informa que en una de las pocas acciones de control que tuvo a su
cargo, "encontró" graves deficiencias en uno de los tramos de la
Interoceánica Sur, cuya construcción está a cargo de la firma Odebrecht, tanto
así que determinó regularizaciones por varios millones de dólares a ser
asumidos por el concesionario y en caso éste se negara, estos considerables
montos deberían ser pagados por la planilla de funcionarios de OSITRAN. Pero,
los puentes, túneles y tramos observados siguen incólumes. Nada se cayó. Sin
embargo, desde su posición de Gerente Adjunto a la Gerencia General del
regulador presionaba para que las recomendaciones de su informe se cumplieran.
¿Es esto ético? ¿No tiene la CGR alguna restricción sobre el tema?
Benavente no tiene equipo de trabajo
Lamentamos, que el escaso
nivel de convocatoria de Benavente, la lleve a optar por otro ilustre
desconocido para cargo tan importante. Ya sabemos cuál será su próximo final.
En ese contexto, en nuestro
artículo mencionado, reseñamos el fulgurante ascenso de Chuquihuayta Arias y
señalamos que él preside los Comités Técnicos de OSITRAN que acompañan al UNOPS
en los procesos de selección de supervisores. En realidad, "los duendes de
galeras" omitieron las comillas en el cargo de Presidente de Comité, porque,
a decir verdad Chuquihuayta Arias no es integrante de ninguno de estos comités;
aunque, nos comentan, tiene una activa participación en estos procesos e
incluso hace coordinaciones sobre ellos.
Mucho daño aún por conocer
Cabe la pregunta entonces, ¿si
nunca ha pasado antes por la experiencia de ser gerente general, aunque sea de
una pequeña entidad o empresa, ¿cómo así es que de la noche a la mañana pasaría
a ocupar la gerencia general de OSITRAN, con tantos miles de millones de por
medio?
Si la PCM no toma acciones
inmediatas respecto a OSITRAN, solicitando la renuncia de la titular, el país
corre el riesgo de perder varios millones más de dólares por la errada e
inexperta gestión de Benavente. Debe admitir el Ejecutivo, que se equivocó con
su nombramiento, sobre todo en las condiciones en que se dio.
Todavía faltan poco más de
dos años de gestión y es mucho el daño potencial.
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