Morir por brebajes
envenenados
por Zully Pinchi Ramírez; alertasenhal@gmail.com
13-2-2015
Una joven mujer de nacionalidad canadiense, Jennifer Joy Logan,
murió el 17 de enero del 2015, por edema pulmonar, en sesión de
"limpia", efectuada por un shaman a las afueras de Puerto Maldonado,
en la profunda selva amazónica.
¿Quién?
Una mujer profesional,
geógrafa inteligente, en sus vigorosos
treintas, con maestrías incluidas en la Universidad de York, trabajaba
apoyando a los refugiados del mundo y también era activista a favor de las
mujeres víctimas de la trata de blancas en Nepal.
Metódica y al parecer amante de lo oculto y sobrenatural, puesto
que también fue al encuentro de "meditación" y "búsqueda",
palabras favoritas de quien en realidad anhela llenar vacíos del corazón.
Jennifer fue a trabajar e investigar y de paso a meditar con yoga
en las alturas de las montañas del Tibet, Tailandia, Europa, India y Arabia
Saudita.
¿Dónde?
Jennifer al parecer se entusiasmó con la oferta de la página web
del viaje espiritual que ofrecía el centro shamánico "Canto Luz", en
Puerto Maldonado, Perú.
¿Cuándo?
El pasado mes, la joven vino desde Canadá y acudió a un aquelarre
y mesada de brujería donde le dieron de beber un inofensivo té y algunas otras
hierbas santas y divinas para limpiar su organismo, con los poderes mágicos de
los principados y potestades del más allá o del inframundo o entidad a quien
los hechiceros hayan convocado.
¿Cómo?
Durante la sesión, después de cantos y rezos a los diablos de la
selva, incluido el director de tal reunión, a quién no se le ha revelado la
identidad todavía, pero según manifiestan es un muy conocido, publicitado e
infalible shaman, le dio el brebaje o pócima maldita, ella empezó a limpiarse
desde la cabeza hasta los pies a punta de vómitos, convulsiones y escalofríos,
tuvieron a bien la paciencia inmaculada de ver a la mujer muriéndose y no hacer
nada hasta que después de dos horas los maestros misericordiosos decidieron
llevarla en moto a un centro de salud cercano.
La policía aún no concluye sus investigaciones, y al parecer la
familia debe esperar según relatan alrededor de un año para llevarse el cuerpo,
puesto que deben revisar bien el protocolo de necropsia y de ser posible
practicar una autopsia para determinar si hubo o no asesinato y hacer las
denuncias penales correspondientes.
¿Por qué?
Una vez más nuestro país será conocido por causar la muerte de
turistas extranjeros, ¿hasta cuándo la brujería seguirá pasando piola y no hay
quién de los 130 congresistas "uno" que decida penalizarla, cuántos
crímenes desapercibidos a través de la magia blanca, negra, amarilla, verde o
morada y no es broma, todos esos colorcitos forman parte de las paletas de arco
iris y variedades de brujerías que existen, ¿tienen que esperar los señores
parlamentarios?, esto no fomenta ni debe fomentar jamás el turismo peruano,
estos son crímenes, tal como lo fueron los de la Cantuta, Barrios Altos, del
Frontón o de Madre Mía, no hay ninguna
diferencia, cada cual con armas letales diferentes pero crímenes al fin.
Cambiemos la imagen que tiene el mundo de nosotros, callemos el
dolor de un país como Canadá que debe tener resentimiento profundo al no poder
devolver a Jennifer que no entendiendo de misticismos de urbi et orbi de
orígenes pasados, de cultura enseñada y pactada de generación a generación.
Nunca el Perú podrá devolver a todos los que yacen aquí por
ignorancia o exasperado fanatismo de los que a ciegas ceden sus sentidos a los
yacurunas amazonenses tal como lo hacían los griegos con Poseidón, el tunche
solo crea temor colectivo y seguirá ahuyentando cada vez mas, y no debemos
olvidarnos del famoso Chullachaqui que con apariencia de un hombre guapo y
seductor podemos caer rendidos a sus pies de patas de cabra, y despertar
crudamente y ver que nuestro príncipe azul, no es mas un asesino conquistador,
envuelto en plantas de bijao y ayahuasca.
Una vez más, en pleno siglo 21 la humanidad demuestra sus faltas y
carencias, sus profundos vacíos del alma, su orfandad espiritual, sus búsquedas
en laberintos minados y su politeísmo, ateísmo y agnosticismo maquillado de
religión, cuando por criterio común sabemos que la religión y las iglesias,
separa a todos en el mundo, es el amor lo que marca la diferencia y verdadero
amor "no mata con puzangas"
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