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From: Herbert Mujica Rojas <hcmujica@gmail.com>
Date: 2012/5/23
Subject: Piñera y algo más
To: Augusto Freyre <afl50@hotmail.com>
La declaración del presidente de Chile Sebastián Piñera en el sentido de que su país defenderá "su mar" encierra una provocación y una amenaza. Pero no sólo eso. Es, no lo olvidemos, prolongación de una línea adversa al Perú que aplicaron los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
La alusión de Piñera al poderío de sus Fuerzas Armadas debe hacer que el Gobierno del Perú abandone una tradición de desidia e irresponsabilidad. El Perú debe responder con la tranquila firmeza de quien tiene la razón.
Hace pocos años, un ilustre diplomático peruano declaró: "Chile ocupa de facto territorio peruano".
El problema es que a lo largo de años nuestros gobernantes –excepto el general Juan Velasco– y nuestra diplomacia –con excepción del periodo que abrió el excanciller Manuel Rodríguez Cuadros y que persiste–, se preocuparon de otros problemas en relación con Chile. Las servidumbres en Arica, por ejemplo.
Hay en nuestras castas gobernantes una antigua conducta proChilena. Lo demuestra la invasión Chilena al Perú, en 1836, para destruir la Confederación Perú-Boliviana. Muchos peruanos participaron con las armas en esa agresión en parte dictada por odio racista al "indio" Andrés de Santa Cruz.
La guerra del Pacífico produjo pérdida de territorios vastos y ricos del Perú y Bolivia. Gran parte del cobre de Chile radica en territorios conquistados.
Hace seis años, las Cámaras de Diputados y de Senadores de Chile aprobaron un proyecto de ley para crear la región Chilena Arica-Parinacota, que abarcaba parte del mar peruano y un área de Tacna.
El proyecto fue anulado luego por la señora Bachelet, no por su sentido agresivo contra el Perú, sino por un aspecto formal: las premisas no concordaban con el aspecto resolutivo. Pero la cancillería de Santiago dejó en claro que Chile mantenía "sus derechos".
El cerebro de ese intento fue María Teresa Infante, directora Nacional de Fronteras y Límites del Estado. Es una diplomática que en Caretas denuncié como promotora de un estado aymara. Para eso visitaba Puno con frecuencia. Por si acaso, la idea era reunir a aymaras del Perú, de Bolivia y de Chile en un estado propio.
Chile no deja nada al azar. Un profesor de aymara me informa que Santiago ha establecido que aymara Chileno es todo el que manifiesta su voluntad de ser aymara, aunque no tenga ningún lazo étnico, lingüístico o cultural con los aymaras.
La señora Infante, nombrada por Pinochet y protegida por la Marina de Chile, es hoy coagente de Chile ante la Corte Internacional de La Haya en el caso de límites marítimos con el Perú. Esa cerril antiperuana es capaz de cualquier cosa, para impedir que el Perú haga valer e imponga sus razones jurídicas inobjetables y el derecho del pueblo peruano de reivindicar un mar que ahora es negado a buena parte del sur peruano.
From: Herbert Mujica Rojas <hcmujica@gmail.com>
Date: 2012/5/23
Subject: Piñera y algo más
To: Augusto Freyre <afl50@hotmail.com>
Publicado: Miércoles 23 de mayo del 2012 | Columna del Director | Imprimir | Compartir | 198 Lecturas
Piñera y algo más
La declaración del presidente de Chile Sebastián Piñera en el sentido de que su país defenderá "su mar" encierra una provocación y una amenaza. Pero no sólo eso. Es, no lo olvidemos, prolongación de una línea adversa al Perú que aplicaron los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
La alusión de Piñera al poderío de sus Fuerzas Armadas debe hacer que el Gobierno del Perú abandone una tradición de desidia e irresponsabilidad. El Perú debe responder con la tranquila firmeza de quien tiene la razón.
Hace pocos años, un ilustre diplomático peruano declaró: "Chile ocupa de facto territorio peruano".
El problema es que a lo largo de años nuestros gobernantes –excepto el general Juan Velasco– y nuestra diplomacia –con excepción del periodo que abrió el excanciller Manuel Rodríguez Cuadros y que persiste–, se preocuparon de otros problemas en relación con Chile. Las servidumbres en Arica, por ejemplo.
Hay en nuestras castas gobernantes una antigua conducta proChilena. Lo demuestra la invasión Chilena al Perú, en 1836, para destruir la Confederación Perú-Boliviana. Muchos peruanos participaron con las armas en esa agresión en parte dictada por odio racista al "indio" Andrés de Santa Cruz.
La guerra del Pacífico produjo pérdida de territorios vastos y ricos del Perú y Bolivia. Gran parte del cobre de Chile radica en territorios conquistados.
Hace seis años, las Cámaras de Diputados y de Senadores de Chile aprobaron un proyecto de ley para crear la región Chilena Arica-Parinacota, que abarcaba parte del mar peruano y un área de Tacna.
El proyecto fue anulado luego por la señora Bachelet, no por su sentido agresivo contra el Perú, sino por un aspecto formal: las premisas no concordaban con el aspecto resolutivo. Pero la cancillería de Santiago dejó en claro que Chile mantenía "sus derechos".
El cerebro de ese intento fue María Teresa Infante, directora Nacional de Fronteras y Límites del Estado. Es una diplomática que en Caretas denuncié como promotora de un estado aymara. Para eso visitaba Puno con frecuencia. Por si acaso, la idea era reunir a aymaras del Perú, de Bolivia y de Chile en un estado propio.
Chile no deja nada al azar. Un profesor de aymara me informa que Santiago ha establecido que aymara Chileno es todo el que manifiesta su voluntad de ser aymara, aunque no tenga ningún lazo étnico, lingüístico o cultural con los aymaras.
La señora Infante, nombrada por Pinochet y protegida por la Marina de Chile, es hoy coagente de Chile ante la Corte Internacional de La Haya en el caso de límites marítimos con el Perú. Esa cerril antiperuana es capaz de cualquier cosa, para impedir que el Perú haga valer e imponga sus razones jurídicas inobjetables y el derecho del pueblo peruano de reivindicar un mar que ahora es negado a buena parte del sur peruano.
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