Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
26-9-2016
APM, LAP y Línea2
demandan a Perú ante CIADI
De acuerdo a la Resolución Ministerial No.
718-2016-MTC/01.02, el portafolio ha nombrado a los representantes ante la
Comisión Especial que representa al Estado en Controversias Internacionales de
Inversión.
¿Cuáles son estas controversias?
Las siguientes:
-Presentada por la empresa Metro de Lima Línea 2 S.A., al
amparo del Contrato de Concesión del proyecto “Línea 2 y Ramal Av. Faucett-Av.
Gambetta de la Red Básica del Metro Lima y Callao”.
-Presentada por la empresa APM Terminals Callao S.A., al
amparo del Contrato de Concesión del Terminal Norte Multipropósito en el
Terminal Portuario del Callao.
-Presentada por la empresa Lima Airport Partners. SRL, al
amparo del Contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
En buen castellano, la nueva gestión del MTC recibió una
papa caliente del inoperante gobierno pasado y su ingenuidad le hizo víctima de
la intransigencia de OSITRAN, entidad que participa en la gestión de las APPs
de infraestructura de transportes, al parecer con un rumbo e interés propio que
colisiona con las necesidades e intereses de todos los peruanos.
Una de las funciones (por
cierto, desnaturalizadas) de OSITRAN, consiste en supervisar las obras
previstas en los contratos de concesión, pero lo hace tan mal, que está
generando controversias internacionales al Perú.
Las entidades no deliberan por sí
mismas, sino por intermedio de las personas que las dirigen y en este caso el organismo regulador obedece a la actitud
de su presidenta, la señorita Patricia Benavente, la que generó, al Estado
peruano, escudada en OSITRAN, la responsabilidad de asumir sorpresivamente
tres controversias al mismo tiempo.
¿No se hace imperativo que en el término
de la distancia esta señorita explique al Congreso de qué se trata todo este
asunto que costará al contribuyente cientos de millones de dólares en
penalidades? Y, lo que es peor, retrasará, aún más, la provisión de la tan
necesaria Línea 2 del Metro de Lima, la óptima operación del puerto del Callao
y, sobre todo, las mejoras que tanto demandamos en el Aeropuerto Internacional
Jorge Chávez.
Es lógico concluir que mientras duren
las controversias generadas por OSITRAN, las inversiones en estos tres
importantes proyectos se suspendan o se hagan lentísimas hasta que se
resuelvan, sea con una negociación durante el trato directo o mediante un laudo
ya en la etapa de arbitraje.
Estos procesos pueden durar años,
circunstancia que no nos ayuda: no olvidemos los altos costos que pueden llegar
a sumar millones sólo en honorarios de abogados. En concreto, la situación,
vista desde todos los ángulos, es totalmente desfavorable para todos nosotros,
pues de llegar a la etapa de arbitraje, la posición del Estado peruano es
desventajosa.
¿Cómo generó OSITRAN estas controversias al Estado
peruano?
Para el caso de APM Terminals y el Terminal Norte
Multipropósito, ésta se origina por la testarudez de OSITRAN en su
desempeño como supervisor pues, por fallas de ingeniería durante ejecutoria de
las obras (lo cual es usual en construcción), emitió informes contra la aceptación
de las mismas, impidiendo su recepción por parte de la Autoridad Portuaria
Nacional. Esta actitud nociva de OSITRAN nos impide gozar de la comodidad de
una infraestructura en la que ya se ha invertido aproximadamente S/ 1,150 MM y
más de cuatro años de trabajo.
En el caso de la Línea 2 del Metro, las controversias se generan por la falta de entrega de terrenos por
parte del MTC y la dudosa defensa de OSITRAN a la propuesta del concesionario
para disminuir el espesor de las paredes de las estaciones, incumpliendo la
normativa peruana para evitar el colapso de la edificación ante un fuerte
sismo. En concreto, a la presidencia del
Consejo Directivo de OSITRAN no le interesa exponer la vida de los peruanos si
se derrumba una estación durante un terremoto. De paso, se genera un ahorro
de varios millones al concesionario. ¡Qué falta de patriotismo!, valen más unos
millones del concesionario que la vida de nuestros compatriotas.
Con relación a nuestro principal aeropuerto, Jorge Chávez, hasta donde se recuerda el ministro titular de Transportes, Martín
Vizcarra, ha venido diciendo en múltiples oportunidades que se quería una
solución sin llegar al arbitraje, pero el Perú ya fue llevado a la instancia
más importante para la solución de controversias, el CIADI en Washington DC,
tal como lo reconoce el documento que comentamos.
¿Cómo causa Patricia Benavente de OSITRAN este suceso en
CIADI?
De muy buena fuente supimos que durante
las negociaciones de la Adenda 6 con Lima Airport Partners, LAP, ya se intentaba
prorrogar la concesión por la demora del Estado en la entrega de los terrenos
para la construcción de la segunda pista. En esa ocasión, LAP habría aceptado
un plazo de nueve años y estaba dispuesto a culminar la construcción de una
nueva plataforma y terminal antes que culminara el gobierno anterior. Sin
embargo, esas intenciones fueron obstruidas por la terquedad de OSITRAN a
través de las posturas dogmáticas de sus informes. Ahora vemos las
consecuencias.
Los medios recogen información que
durante las negociaciones de la actual Adenda 7 se sigue con los temas de la
prórroga del plazo de la concesión, argumento de LAP para someter este tema a
la controversia internacional mencionada pues, como es lógico, hay enorme
desconfianza entre todos los protagonistas.
Ya no parece una casualidad sino
ineficiencia monda y lironda que las tres controversias hayan sido generadas en
el ámbito de la gestión del regulador OSITRAN al mismo tiempo y bajo un mismo
régimen, el de Patricia Benavente que acaba felizmente en febrero del
2017.
No comments:
Post a Comment