El neuromarketing político
por Zully Pinchi Ramírez; zullyarlenepinchi@gmail.com
14-10-2016
“La misma noche que hace blanquear los mismos árboles nosotros los de
entonces ya no somos los mismos”.
Pablo Neruda.
En el siglo XXI vemos cada día cómo se va innovando e
incrementando la nanotecnología, neotenia, la semiótica, la kinestesia,
explicando cada una tenemos una tecnología de vanguardia, la aplicación de
elementos que representan imágenes infantiles que al solo verlas nos
transportan a alguna etapa de nuestra vida, el lenguaje de los símbolos, y el
dejarnos llevar por la teoría de los sentidos al tomar una decisión fundamental
y drástica.
Pero un descubrimiento que parece y promete revolucionar
llamado neuromarketing político, está invadiendo la mente de la mayoría de
líderes mundiales, para refrescar la memoria sobre estos menesteres.
¿Quién no vio la controversial película La naranja
mecánica?, que ya en ese entonces nos revelaba algunas interesantes tácticas
del neuromarketing aplicado al cine, puesto que el film narra la manipulación
del poder político a los ciudadanos de un determinado Estado, se sabe que fue
escrita por Anthony Burguess y se basó en un hecho real que vivió junto a su
esposa Lynne en un asalto durante la segunda guerra mundial.
Rubén Sánchez Medero y Roberto Losada, ambos catedráticos
universitarios españoles de la Universidad Carlos III de Madrid, en la revista
Beer Derberg, escriben un artículo de neuropolítica y afirman: ¨que se ha
alumbrado un nuevo sistema para atraer a los votantes, que crea una novedosa adaptación de los
científicos a la conquista del espacio político¨.
Pero vayamos a la historia sobre el apasionante mundo del
neuromarketing político.
James Papez, como sabemos saltó a la fama con su teoría del
circuito que lleva su nombre, que trata de hacer un recorrido a la mente de
circunstancias positivas que tuvimos en el pasado relacionadas a lo que el
votante puede observar en una campaña política.
Paul Mc Lean nos explica sobre los tres tipos de cerebro o
cerebro triuno, el cerebro córtex, el cerebro límbico y el cerebro reptiliano;
el primero es más reflexivo, sereno y calculador; el segundo responde a lo
puramente emocional; y el tercero es el que saca a la luz nuestras acciones más
primitivas que no nos dan pie a la meditación previa al tomar decisiones.
Karl Jung nos ilustra sobre la teoría de los 12 arquetipos,
conceptos que encasillan a ciertos líderes por sus acciones o sus atractivos
físicos, como por ejemplo, podemos señalar a Obama con el arquetipo del líder
carismático héroe; Putin como el líder gobernante; Enrique Peña Nieto como el
mago; Michelle Bachelet como la líder inocente; Pablo Iglesias como el rebelde;
Pedro Sánchez por su atractivo físico y oposición, como el amante y explorador;
Pedro Pablo Kuczinsky como el amigo y a José Mujica como el sabio.
Konrad Lorenz nos enseña sobre hitos que aluden a recuerdos
de la niñez, sean gratos o no como cuando una casa huele a pastel horneado o a
flores de sepelio. Richard Dawkings nos cuestiona con el estudio del
comportamiento del hombre como animal; de igual forma tenemos a Gerald Zaltman
con la teoría de aplicar las metáforas a la hora de elaborar un discurso y
dirigirse al público votante y finalmente a Clotaire Rapaille con la tesis del
código cultural que es poder descifrar los acentos que tiene una comunidad.
Jurgen Klaric en su apasionante libro Estamos ciegos, nos
muestra cómo a través de electrodos y el quásar, se detectan los estímulos
cerebrales que tiene una persona a partir de un evento externo y con el casco y
sus respectivos estudios de neurociencia, biología, psicología, antropología,
nos ayudan a entender el inconsciente colectivo de los votantes en una elección
política.
Según investigaciones en el 2012 Enrique Peña Nieto intentó
utilizar el neuromarketing político pero no se sabe a ciencia cierta si lo
aplicó o no, puesto que la información fue reservada y secreta, no obstante en
el 2004 durante la campaña entre John Kerry y George Bush Jr., se hizo un
debate y se realizó un estudio con veinte personas que pertenecían al Partido
Demócrata y al Partido Republicano, para ver cómo reaccionaban sus cerebros
durante el debate y el resultado fue impresionante, solo se activó la parte
emocional más no la racional, lo que nos hace ver es que en la política todo es
emocional, la decisión de cada elector corresponde puramente a un acto
reptiliano.
Para concluir, cada vez más invade el neuromarketing
político a nuestros sentidos, a las formas y fondos en cómo los candidatos se
muestran a través de avisos publicitarios con movimiento y con comerciales televisivos
que están orientados y segmentados a determinados sectores.
"De todas partes salta la semilla, todas las ideas son exóticas,
esperamos cada día cambios inmensos, vivimos con entusiasmo la mutación del
orden humano".
Pablo Neruda
No comments:
Post a Comment