Informe
Señal
de Alerta-Herbert Mujica Rojas
12-7-2025
¡Urgente Resistencia Cívica!
https://senaldealerta.pe/urgente-resistencia-civica/#google_vignette
¿Qué
puede hacerse cuando la casi totalidad de miedos de comunicación maneja
orientaciones que excluyen al ciudadano de a pie, salvo cuando se trata de
despanzurramientos grotescos, violaciones flagrantes de menores de edad,
accidentes automovilísticos atroces y ajustes de cuentas en cualquier ciudad u
hora?
La
noticia es básicamente cualquier hecho teñido de sangre. La estupidización
masiva es un hecho que viene en un cable a lo American way of life pero sin sus
dólares o bellas rubias curvilíneas que generan irrealidades en países en que
la miseria comienza apenas bajando de la cama para arrancar las crueles agendas
cotidianas obesas de problemas y tan carentes de dinero, hasta el más
elemental.
Apaleamiento
contra los sectores populares, azuzamiento de la policía contra legítimas
protestas, leyes de impunidad para malos elementos crueles y zafios criminales,
todo ello merece una respuesta orgánica, fuerte, decidida de la ciudadanía.
Años
atrás, el escritor chileno Hernán Narbona, en una combinación simple pero
potente de palabras acuñó un lema: Resistencia Cívica Activa y discurre aquél
en la exégesis que escribió en la que no descarta alusión a los farsantes que
predican una moral pero practican otra conducta para así cobrar en dólares o
euros lo que sus falsías pregonan.
Leamos
Resistencia Cívica Activa, Hernán Narbona, 5-10-2009, Chile, fragmentos
esenciales:
Hay
que desconfiar de quienes se erigen en escrutadores de las conductas públicas y
se visten de intachables ocultando sus vinculaciones e intereses.
Es
la ciudadanía en forma organizada a través de sus redes sociales, la principal
protagonista de las estrategias anticorrupción y se complementa con una prensa
libre, capaz de abordar con rigurosidad los hechos que implican corrupción,
para transparentarlos y dejarlos a descubierto.
Para
procurar un país más honesto, se debe auditar los actos públicos y privados
mediante la participación proactiva de la ciudadanía, con redes sociales que
difundan, denuncien y den seguimiento a los hechos de corrupción, sin cejar en
esta labor para así llegar al fondo de los temas. Muchos casos se judicializan
y quedan fuera de la noticia, apagándose gradualmente la presión comunicacional
sobre esos procesos.
Nuevas
noticias cubren la antigua y el periodismo cotidiano salta a esos nuevos temas.
Sin ni siquiera pensar en cortinas de humo, es evidente que frente a temas
difíciles los afectados siempre buscarán tirar otros hechos a la pauta
noticiosa y así pasar el temporal, esperando que se aquieten las aguas.
Por
ello, es necesario un periodismo investigativo, que trabaje de manera
persistente para fundamentar sus denuncias, permitiendo levantar expedientes
sólidos que facilitan mantener latente lo descubierto para evitar este efecto.
El
periodismo libre, el cyber periodismo, periodismo digital, tienen una gran
labor cívica en este ámbito. Las redes de periodismo digital son también
valiosos ejemplos de un periodismo ciudadano, que releva los espacios locales,
acercando el medio a la gente, la misma que se convierte en reporteros en
terreno.
Si
se agrega el poder que dan las tecnologías difundidas y al acceso de la
población, como celulares, WiFi, internet portátil, la cantidad de observadores
de los acontecimientos se eleva a dimensiones nunca vistas, lo cual alimenta la
realidad al instante,con redes globales como Twitter o Facebook.
Si
todo este ambiente tecnológico es puesto al servicio de principios de
transparencia y fiscalización del mercado o de los organismos del Estado, se
puede lograr un mayor empoderamiento de la ciudadanía, que nadie podrá coartar
con aspiraciones autocráticas, porque ya se les fue de las manos a esos que
querían controlarlo todo.
Trasgreden
de esa forma, precisamente, los principios de transparencia e independencia que
deben regir ese tipo de entidades de auditoría cívica a lo público y a lo
privado.
Por
todo esto, desconfiemos de quien se autoproclama como profeta de la
anticorrupción. POR SUS OBRAS LOS CONOCEREIS señalan los evangelios.
Mejor
creamos en los periodistas y comunicadores comprometidos con la búsqueda de la
verdad, confiemos en redes sociales que crucen información y sustenten
comunicacionalmente las acciones de los ciudadanos organizados.
Es
un desafío que no se puede eludir. Frente a la corrupción y los delitos de
cuello y corbata, no hay que bajar la guardia y hay que promover una
resistencia cívica activa”.
El Perú
necesita una revolución moral. Hombres y mujeres de todos los partidos, de la
multitud de colectivos, de las diferentes congregaciones religiosas y laicas,
de todas las edades, de todos los confines, de todas las sangres, tienen el
imperativo imperioso de pelear por la unidad y presentar una faz depurada como
sólida frente a los fantasmones que quiere imponer la dictadura fujimorista.
¡Basta de
candidaturas presidenciales! ¡Hagamos una sola que garantice el éxito! ¡Paremos
a los esquiroles amantes de la figuración enfermiza! ¡Seamos dignos de nuestra
historia haciendo historia y no pesadilla diaria que averguence a las próximas
generaciones!
Si no
entendemos que podemos empezar a levantar el edificio de la revolución moral a
través de la unidad política, estamos simplemente en el despeñadero más suicida
y estúpido que pueblo alguno pueda padecer.
No comments:
Post a Comment