Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
9-7-2025
¡Presidentes y legisladores debían pagar por puestos!
https://senaldealerta.pe/presidentes-y-legisladores-debian-pagar-por-puestos/
¿No cacarean todos los
candidatos a presidente y a senadores y diputados que desean y tienen ardorosos
deseos de servir al Perú? ¿No es por eso que piden ser votados por la
ciudadanía? Lo cierto es que en Perú nadie les cree y se sufraga por el mal
menor.
¿Qué han sido las
presidencias y los escaños parlamentarios en alto porcentaje en todas las
asambleas que se reunieron con ese organigrama?
¿Interesa el sueldo a los
presidentes y futuros congresistas? ¡Para nada! El atractivo del puesto no es
la asignación de cada 30 días aunque se verificara un descomunal aumento en los
últimos siete días. El gancho y atractivo se llama: ¡tráfico de influencias!
Ese criminal negocio
conlleva la muy criolla coimisión (comisión + coima) y el seguro para vidas
cómodas, con bienes muebles e inmuebles, casas de campo, playa y asociación a
clubes exclusivos y de selección rigurosa donde impera el patrón ¡billete!
Entonces, en lugar que Perú
les pague a los aspirantes, estos, una vez en el puesto, deberían honrar al
país y dedicar esos fondos a causas buenas y no a engordar a vividores
tradicionales y conocidos. Los antecedentes son muy malos, casi un patrón delictivo
en la historia patria.
Pocas semanas atrás en ¡Presidentes
debían pagar al Perú! https://tinyurl.com/yc2w2a8e
, consignamos
el 11-5-2025, algunas opiniones que reitero:
En Palacio y el Congreso, un
mandatario y un congresista no gastan, abren la boca y la vocación de vasallos
y turiferarios brota como por arte de magia, y el de más allá compite con el de
más acá, para demostrar su servilismo a prueba de balas.
¿No nos hemos percatado,
múltiples veces que las comilonas, banquetes, al gusto del precario ocupante,
comporta el gasto de miles de soles que se giran de los fondos que mensualmente
los ciudadanos pagan como impuestos?
Entonces es irrefutable, la
premisa que un jefe de Estado y la mayoría inmensa de parlamentarios, lo único
que no hacen, aparte de nada, mientras dura su encargo ¡es gastar de la suya!
La ajena, la del resto de peruanos, es insumo y combustible que los
irresponsables queman como si el mundo fuera a acabarse mañana mismo.
¡Precisamente, esas prisas
tienen una explicación tentativa! El que llegó por votos que luego traicionó
desde las alturas, o quien entró por la ventana, tiene la certeza que la fiesta
le durará poco o muy reducido tiempo. Es decir, debe apresurar el paso para la
obtención de logros diversos.
Y entre esos objetivos, el
turismo se lleva las palmas. ¿Qué preseas han obtenido nuestros presidentes y
legisladores desde hace largos años, cuando se van de excursión fuera del país?
Los chascos, ridículos y desaires son numerosos. Deberíase hacer una
enciclopedia que compendie las hilarantes majaderías de los titulares en el
cargo así como de sus acólitos anuentes.
Algo más de dos decenios
atrás, un avión peruano viajó a China, el canciller de entonces, Adonis de
juguete, no tuvo la menor vergüenza que llevarse a su novia entonces que ¡ni
siquiera trabajaba en Torre Tagle!
Una observación simple
hacia los clubes electorales, alias partidos políticos, nos otorga la muy
penosa comprobación que en lugar de ser escuelas de civismo y honestidad, son
usinas de entrenamiento de gángsteres y expoliadores del dinero público.
¿Para qué se endeudan no
pocos postulantes? ¿Van a pagar de la suya, una vez en el escaño como senador o
diputado? ¡Bah! Será el archiconocido tráfico de influencias en las alturas y
oficinas del gobierno, la gallina de los huevos de oro que proveerá y saldará
esas inversiones.
Ridículos de prontuarios
ricos en asaltos visitan sus “bases”, gastan en portátiles que vivan sus
discursos más bien tartamudos y huérfanos de entereza moral para mirar de
frente y sostener públicamente que ¡no robaron!
Dirán algunos que salieron
“limpios” de todos los juicios. Pero reza el dicho: ¡cuando el río suena es
porque piedras trae! ¡Como si no supiéramos que la administración de justicia
es una tómbola y una rifa en el Perú!
El puesto público de
elección y designación, en un 90% de los casos, no reviste un espíritu honesto
de consagración al prójimo desde la función administrativa. Lamentablemente el
afán depredador signa al universo político, económico y financiero.
¿Cuánto manda realmente un
presidente en Perú? ¿O administra más bien las ordenanzas que potencias
decisivas en el mundo, dictan para su cumplimiento? Los de afuera estiman qué
producción y cuándo, volúmenes y estacionalidades. Las oficinas que estudian riesgos
determinan a qué precio vil deben venderse las empresas “en quiebra”.
Y hay gonfaloneros que
pululan bien rentados en los miedos de comunicación para hacer eco y propaganda
a sus conclusiones “científicas”.
Los que lleguen a la
presidencia y a las curules congresales, en honor al deber de servicio,
deberían pagar al Perú y cobrar S/ 100 simbólicos soles mensuales. Todo lo
demás lo obtienen gratis o de manera poco clara.
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