por Herbert Mujica Rojas
Liberación*, 11-12-2000
El silencio entusiasta y la estridencia
Hay silencios entusiastas que desconciertan y mueven a pensar
hondamente. Uno de ellos, es el de Alejandro Toledo, el candidato a
quien las preferencias otorgan singularmente más ventaja que a otros.
Pero, el país no conoce hasta hoy sus propuestas de gobierno, en caso
le toque ser inquilino de Palacio, y tampoco la nómina de hombres y
mujeres de su equipo. Ciertamente, ese arte es un zurcido de
voluntades y
capacidades, pero el líder de Perú Posible ya había sido candidato en
abril, de manera que sería bueno saber: ¿son los mismos nombres? ¿los
candidatos a parlamentarios, serán los lamentables que hoy están en el
Congreso? ¿qué piensa hacer con Torre Tagle? ¿qué hay de las
privatizaciones impulsadas con gran entusiasmo por la dictadura
fujimorista y hoy continuadas por el gobierno transitorio (verbi
gracia: Camisea)? ¿cuál la política educativa? ¿qué hay de la política
minera? A veces los mudos son como los panes del inmortal Vallejo que
en la puerta del horno se queman y no arriban a nada y no sería
alentador que el hasta hoy mejor candidato, empiece a chamuscarse, en
beneficio de otros, por mantener un perfil bajo que a poco contribuye,
salvo que un irreal sentido de autosuficiencia le haya obnubilado su
famoso e intuitivo olfato.
Por otro lado, hay entusiasmos que se introducen en las enamoradoras
-como traicioneras- garras de la ingenuidad. Ha dicho el señor Jorge
Santistevan** que se requiere de un zar antidrogas. ¿Necesitamos
copiar mecanismos distintos y, hasta en el nombre, para llevar a cabo
una genuina lucha contra el narcotráfico? De repente, y esto sería
interesante para el bien político del propio Santistevan, resulta más
importante saber de qué manera acometer el cultivo de la hoja de coca
y la mano de obra humana que ello involucra. Y cuáles las
posibilidades de la sustitución de cultivos y si ésta es rentable para
los cocaleros, de manera que abandonen su práctica de siembra. Plagiar
servilmente lo que en Estados Unidos, tiene una rimbombancia relativa,
puede ser peligrosa. Recordemos: ¿no fue el zar antidrogas el que
bendijo al delincuente Montesinos*** en ocasión de una de sus
frecuentes visitas? ¿No le parece, señor candidato, que es mejor
hablar en castellano mondo y lirondo? ¿No le parece una alternativa
superior acriollar sus mensajes?
También ha dicho el robusto candidato que la unidad era necesaria
cuando estaba vigente Fujimori****. ¡Craso error! ¿Por causa de qué
cree que no se puede capturar a Montesinos? ¿A qué atribuye, este bien
intencionado hombre, que el gobierno transitorio esté tan lento y
farragoso en su accionar de Estado contra los estropicios de la
dictadura? Al señor Santistevan no le es ajeno el modus operandi del
fujimorismo. Estas ratas están acostumbradas a vivir del Estado desde
hace 10 años, en consecuencia, a decir de muchos analistas, el
fujimorismo sin Fujimori, está plenamente vigente. Entendiendo a esta
doctrina como los métodos hamponescos de exaccionar al Estado, robarse
la plata del pueblo, gozar de canonjías ilícitas, beber de
financiamientos oscuros y todas las demás malas costumbres incubadas
en este largo decenio que va entre 1990
y el 2000. Entonces ¿no es necesaria una concertación de fuerzas
políticas para pulverizar al fujimorismo? ¿Para qué quiere alianzas
con el PPC, si no es porque siente que necesita más apoyo?
¿Ingenuidades, a esta altura de la historia patria? ¿O es que su
candidatura sólo promueve el divisionismo? Al señor Santistevan le
encanta hablar y adora los medios de comunicación, estamos persuadidos
que tiene una brillante
oportunidad de hacer conocer a la ciudadanía qué piensa sobre algunos
de estos temas.
El estridente Mono con metralleta Olivera, retornó de España, donde
convenientemente, observó la derogación de la ley anti-Alan, que él
con la cucufata Lourdes Flores, ayudó a fabricar y también los
cambalaches que llevaron a Ferrero, Vásquez y Miope de Tutuma Masías,
a las vicepresidencias del establo congresal. Diz que la Donayre no
coordinó con él para nada y resulta inverosímil que se haga algo en el
FIM sin
consentimiento o imposición de Olivera. Todo evidencia que la
jugarreta dio resultado y a último minuto, la lista Tudela-Donayre,
desistió, abandonando a su trágica suerte a la otra. Las consecuencias
no pueden haber sido más catastróficas, para alegría del barbado
parlamentario. Su retorno y el próximo de Alan García, auguran
jornadas que van a sacar chispas a más de uno. Y el estilo de Mono con
metralleta Olivera, es
inconfundible, porque miente, miente, que algo queda.
Pedimos públicamente ayer que el ministro Vidal dé muestras palmarias
de un trabajo de cacería de Montesinos o que abandone el cargo y éste
se ponga en manos más capaces. Si la ciudadanía sigue confundida en
torno al paradero del delincuente ex-capitán, entonces, poco habrá
sido lo logrado, salvo la caída de los símbolos más conspicuos del
fujimorismo, incluido su cobarde mentor de visita en Japón, pero
persistirá una sensación de desaliento y falta de energía para
aniquilar a la
inmoralidad y a los ladrones.
La democracia está a prueba. El pueblo en las calles vigilará que no
se tuerza su majestuoso afán de darse un gobierno democrático, libre,
justo y culto, con los más capaces y honestos. ¡A los cacos, hay que
meterlos en la cárcel de por vida!
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*Diario entonces dirigido por César Hildebrandt.
**Jorge Santistevan de Noriega, junto a Felipe Osterling y Jorge
Avendaño conformaron, años después, el tribunal arbitral que
posibilitó el obsequio de varios millones de soles al señor Baruch
Ivcher, por su "lucha" por la democracia.
***Vladimiro Montesinos Torres, el ex capitán expulso, el delincuente
más famoso y detenido del Perú.
****Kenya Fujimori, hoy preso, enjuiciado por delitos de lesa
humanidad y algo delicado de salud (según dicen sus informadores).
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