Monday, April 16, 2012

Alan DEVUELVE es desenmascarado por dirigente de Jesús María



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From: Eduardo Bueno Leon <jle27049@hotmail.com>
Date: 2012/4/16
Subject: [Vanguardia Aprista] Alan DEVUELVE es desenmascarado por dirigente de Jesús María
To: Vanguardia Aprista <vanguardia_aprista@gruposyahoo.com>


 



 

Lima, 15 de Abril de 2012

 

Compañero

Alan García

Presidente del Partido

Presente.-

 

Curso la presente a fin de acusar recibo de la carta suscrita por usted y enviada a los Secretarios Generales de los Comités Territoriales, a través del c. Ricardo Pinedo.

 

Después de leer su comunicación y por el mismo medio, considero mi deber de militante y dirigente de base comentar sus afirmaciones y sobre todo señalar las omisiones que presenta. El suscrito y la militancia aprista hemos sido testigos como usted, ejerciendo el cargo de Presidente del Partido y la Comisión Política, han tomado decisiones conjuntas en algunos casos y por separado en otras, cuyas consecuencias han DEBILITADO LA INSTITUCIONALIDAD del partido y en otros ha impedido la REALIZACION DEL CONGRESO EXTRAORDINARIO que hoy tanto se pregona. En razón a lo cual debo puntualizar lo siguiente:

1.        El 7 junio 2007 el c. Mauricio Múlder informó al CEN que usted ejerciendo el cargo de Presidente del Partido ordenó la subrogación del c. Wilbert Bendezú entonces Secretario Nacional de Organización y Movilización por propiciar una Gran Marcha a Nivel Nacional de los Comités del PAP en respaldo a la restitución de la Constitución de 1979 suscrita por nuestro c. Jefe Víctor Raúl Haya de la Torre. El CEN de entonces acató su orden y subrogó al c. Wilbert Bendezú con el voto en contra del suscrito (entonces era Secretario Nacional de Capacitación). A raíz de ello nunca más se permitió mi asistencia al CEN.

2.        El 14 de Junio de 2010, a las 11:30 de la noche (último día del plazo legal) la Comisión Política presidida por Javier Velásquez comunicó su fracaso ante la Convención Electoral en el encargo de proponer una terna de posibles candidatos a la Alcaldía de Lima, por ello el actual CEN se reunió de emergencia y a escasos 5 minutos de las 12 de la noche propuso al c. Carlos Roca como candidato, el cual fue elegido por los delegados de la Convención. Sabíamos todos por boca de varios miembros del CEN que Javier Morán había testimoniado ante el mismo CEN que usted en su calidad de Presidente del Partido proponía el respaldo a la candidatura de Alex Kouri.

3.        Semanas después la misma Comisión Política, que no fue capaz de proponer una terna, pone en evaluación la candidatura del c. Carlos Roca y nos convoca a la Sala de las Banderas para anunciar el retiro de la candidatura del PAP a la Alcaldía de Lima, contra la voluntad de las bases como se lo dijimos reiteradas veces. Fue el mismo Javier Velásquez quien nos comunicó que era la decisión del Presidente del Partido, mostrando al c. Carlos Roca el comunicado, redactado a mano por usted compañero Presidente del Partido y que la Comisión Política debería firmar, la cual finalmente por mayoría aprobó y fue suscrito por el c. Javier Velásquez.

4.        El martes 2 de Noviembre del 2010 la Comisión Política anunció que propondría ante la Convención Electoral la candidatura de Mercedes Araoz a la Presidencia de la República cerrando la posibilidad a tener un candidato aprista en los comicios presidenciales. Amparada en el público y permanente respaldo de la Comisión Política, la entonces candidata derivó en un autoritarismo y exigencias que las bases del partido rechazamos, lo que motivó su posterior renuncia.

5.        Después de los resultados electorales la Comisión Política se negó a poner su cargo a disposición y se opuso al Plenario Nacional convocado por el CEN para elegir a la Comisión Organizadora y precisar la fecha del Congreso Extraordinario. Fue Javier Velásquez quien en sesión del CEN, a la que asistí en mi condición de Coordinador de la Zona Oeste de las bases de Lima, quien argumentó que la Comisión Política fijaría fecha próxima para la realización del Congreso Extraordinario y que además ellos nombrarían a la Comisión Organizadora. Hice uso de la palabra y transmití al c. Javier Velásquez que la Comisión Política tenía mucha responsabilidad en todo lo sucedido por lo cual no eran los indicados para tomar esas decisiones por lo cual ratifiqué la necesidad del Plenario Nacional. En respuesta argumentó que los Comités Territoriales habían perdido total representatividad para ser convocados a un Plenario. Conclusión: a un año de nombrada la Comisión Organizadora no se fija fecha para el Congreso del PAP.

6.        En la última Asamblea Funcional, del mes de Marzo de este año realizada conjuntamente con el CEN, me dirigí a los 2 Secretarios Generales y al Secretario Nacional de Organización (quien forma parte de la Comisión Política), preguntando cual era la posición de la Comisión Política referente a la realización del Congreso Extraordinario, la respuesta fue que usted c. Presidente del Partido se opone a la realización del Congreso Extraordinario argumentando razones "atendibles"(sic) y que la Comisión Política (por cierto una vez más), ha aceptado sus razones atendibles, por tanto NO HAY CONGRESO porque usted se opone. Si alguien duda de lo que aquí señalo favor consultar con los compañeros del CEN o dirigentes de base presentes en esa reunión.

7.        Es verdad que en muchos comités del PAP existen los grupos en permanente conflicto, pero debo recordar que usted c. Presidente no es ajeno a ello, pues ha organizado y propiciado a los llamados "cuarentones" como una maquinaria personal, debilitando la institucionalidad del PAP; todo ello, incluido el beneficio del privilegiado paso de ellos por múltiples cargos en su gobierno; facilitó su ascenso en el último Congreso del PAP a la dirigencia nacional. Es pues, vuestra maquinaria denominada "cuarentones" quienes hoy están en los cargos más importantes en el CEN y la Comisión Política. ¿Es acaso de ellos de quienes hoy reniega, proponiendo renovación?

8.        De la crisis actual no es verdad que todos somos responsables, hubo quienes se opusieron a lo que se hizo o se dejó de hacer. Ya hemos recordado lo sucedido con Wilbert Bendezú y Carlos Roca, pero debo destacar a Luis Alberto Salgado aprista digno quien el 2008 enfrentó las millonarias pretensiones de Baruch Ivcher, lo que le costó el puesto en el Ministerio de Justicia, para luego ser injustamente expulsado del partido. A pesar que el último Congreso del PAP lo reivindicó, anulando la expulsión y restituyéndole todos sus derechos, no se permitió su reincorporación al PAP.

9.        Creo que la principal responsabilidad recae sobre quien tuvo el máximo poder y ese poder lo ejerció usted desde la Presidencia del Partido, c. Alan García. Siempre me opuse a estos actos, en cada Funcional o sesión de CEN y hablé lo que hoy escribo. Nunca me quedé callado, menos lo haré ahora. Por tanto hoy le digo que su carta expresa un deseo de renovación, pero son las acciones y no los deseos los que demuestran el carácter y la decisión de una persona (eso lo aprendí en el APRA desde mi paso por la JAP). Creo que una muestra clara de ello sería que usted mismo solicite la desaparición en la actual estructura de la Presidencia del Partido y públicamente señale la fecha de la realización del Congreso Extraordinario.

 

Termino dirigiéndome a la Juventud del Partido que tiene el derecho de conocer la verdad de lo que viene pasando en  nuestro partido, con la esperanza que en el futuro sean mejores que nosotros y que no permitan nunca mas que está historia se repita, tienen para ello EL ENORME EJEMPLO Y LA FORTALEZA MORAL DE VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE única personalidad en el mundo que nació en el siglo XIX, murió en el siglo XX y hoy en pleno siglo XXI, en todo el territorio nacional, desde Tumbes a Tacna, cuando los apristas vamos a iniciar una reunión evocamos su presencia a la voz de ¡Víctor Raúl!  ¡PRESENTE! Eso nunca cambiará, la  grandeza de Haya de la Torre nunca será igualada, y eso usted lo sabe, pues usted lo conoció.

 

Apristamente,

Rafael Torrau Ortiz

Secretario General CED PAP

Jesús María

 

 

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CARTA DE ALAN GARCÍA AL APRISMO MASIVO Y POPULAR

 

Compañeras y compañeros, hermanos:

Como ex Presidente guardo silencio para contribuir al trabajo de quienes nos gobiernan, pero añoro con nostalgia el llamado del Partido. Hace cincuenta años exactamente, llegue solo al local de Barranco y me inscribí en el Aprismo. El calor electoral de entonces me enseño para siempre la pasión por la justicia social y el deseo de servir al pueblo y al Perú. Después me dio la ocasión de conocer a Haya de la Torre, una inmensa personalidad de la que tanto aprendimos y a la que tanto amamos.

Y tras su muerte, tuve el honor de conducir el Partido al poder por primera vez, 55 años después de su nacimiento. Fue un momento difícil por la situación mundial, la subversión y la condición económica del país, y actuamos con apasionamiento ideológico y con ánimo de confrontación. Luego, con razón o sin ella, nuestro Partido fue escarnecido y maltratado por un gobierno dictatorial. Por eso, puse otra vez todo mi empeño y mi pasión para reivindicar al Aprismo de ese maltrato. Y el pueblo, generoso, nos dio una segunda oportunidad en la que hemos actuado con realismo, prudencia y fieles a nuestros principios, a favor de los más humildes y por el crecimiento de nuestra patria. Todos los días recuerdo la noche de la Plaza San Martin en que mis compañeros me recibieron con amor y esperanza. Y con ese recuerdo jamás los dejare.

Cuando veo confirmado, por las cifras del actual régimen, que en los últimos siete años disminuyó la pobreza desde el 58% de toda la población hasta el 30%; que se ha reducido sustantivamente la mortalidad infantil, la desnutrición y que el trabajo creció en 2 millones quinientos mil empleos, siento satisfacción por la obra concreta para millones de peruanos humildes, en 15,000 pueblos electrificados, agua potable, construcción educativa, Hospitales; 10,000 kilómetros de carreteras y otras que para ellos se hizo hasta por 86 mil millones de soles. Es obra perdurable, es la verdadera inclusión, la que ayuda a la producción popular y el consumo. Y me repito, como Víctor Raúl decía: "Aprista, ten orgullo de tu gran Partido".

Pero sé que eso no es suficiente porque el Perú puede mucho más, que el Partido del Pueblo debe continuar contribuyendo a su grandeza y me pregunto: ¿Cómo podemos servir mejor al pueblo? Pero también, ¿Qué hemos dejado de hacer para que, luego de un buen gobierno, nuestro Partido no se haya fortalecido más? Y digo, es grande la responsabilidad de reconstruir y fortalecer el movimiento social que en el siglo XX dio más vidas, prisiones y trabajo por la democracia.

El Perú percibe que en el Partido hay muchos conflictos internos. Entonces debemos hacerlo más transparente ante los ciudadanos, desterrando los apetitos y conflictos que tanto daño le han hecho y demostrando que es un instrumento del pueblo y no un peldaño para los que ocupamos algún lugar dentro de él.

El Perú cree que algunos usaron los cargos del gobierno para su beneficio o proyecto y exige moralidad y eficiencia. Hoy, las ideas que hace ochenta años parecían exclusivamente apristas se han difundido y gracias a Dios están en casi todas las conciencias y programas: la justicia social, la afirmación nacional, la descentralización, la integración del continente. Todo eso ya no pertenece al Partido pero nuestro papel hoy es tratar de ser los mejores ejecutores de esos ideales junto a otros ciudadanos. Pero para ello el país nos exige intransigencia ante el aprovechamiento y la falta de preparación. Porque basta que uno o unos pocos pequen para que todo el conjunto sea descalificado, si no deslindamos y depuramos con energía y escarmiento.

El Perú percibe que somos siempre los mismos, que estamos cerrados a los demás. Entonces el mejor camino es volver a convocar al pueblo peruano, como lo hicieron los fundadores. En 1930 todos ellos eran nuevos en el Partido y no existían cliques o grupos cerrados que se creyeran propietarios de la estructura por el escaso mérito de haber estado unos años más. Ahora, sólo se alcanzará la vitalidad de la técnica, el profesionalismo y la fiscalización de las acciones con la presencia de cientos de miles de profesionales, emprendedores, líderes populares y de la clase media que desean y deben participar en la conducción y las decisiones del Partido y no ser solamente unos invitados silenciosos a los que se califique como "nuevos" o "ajenos". Si no hacemos esa gran convocatoria llamando a los mejores en todas las regiones, podrá seguir la estructura de siempre, pero será un grupo pequeño y aislado del nuevo país condenado a ser una minoría.

Seamos justos. Casi ninguno de nosotros ha sufrido persecución o cárcel como los viejos fundadores que hubieran tenido por eso el derecho de sentirse dueños del partido, pero no lo hicieron.

Un partido que no convoca e integra o que se cierra en cada lugar alrededor de diez o veinte personas a veces en conflicto, no tiene futuro en el nuevo Perú de la juventud y el empresariado popular, no atrae a los ciudadanos que comienzan a verlo como un instrumento de apetitos. Un partido que tiene temor de incorporar claramente la modernidad del mundo en su programa se condena al pasado. Estará así lejos de la historia y distante del poder de hacer obra por el país.

La convocatoria, la integración de mucho más peruanos y la renovación integral de la conducción es una tarea urgente, difícil pero imprescindible.

Cincuenta años después de haber llegado a mi base de Barranco, seré el primero en dejar el sitio a nuevos cuadros y entregaré todo cargo al Partido renovado y ampliado, porque siento que cumplí llevando el aprismo al poder y luego a desmentir lo que se dijo de él, a demostrar –con resultados- que es muy capaz, trabajando con todos los peruanos. Me bastará ver un Aprismo sólido, organizado, ilusionado y juvenil. Y esa será mi labor.

Vamos a hacerlo. Donde estén, jóvenes o mayores, militantes o no, tomen la iniciativa de la renovación, la convocatoria y el estudio técnico. Y todos los peruanos que crean en la justicia y la democracia y quieran participar, apristas o no, lleguen, abran las puertas, traigan sus ideas, sus compromisos, sus proyectos y ayúdennos porque nuestra patria necesita de grandes partidos, como el Partido del Pueblo, para fortalecer su camino hacia el progreso y el bienestar.

Los quiere como siempre, su compañero

 

 

Alan García

Presidente del Partido Aprista Peruano

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¿Aún rentable II Pista en Aeropuerto Jorge Chávez?

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

17-4-2012

 

¿Aún rentable II Pista en Aeropuerto Jorge Chávez?

http://www.voltairenet.org/Aun-rentable-II-Pista-en?var_mode=calcul

 

Es pertinente subrayar que en el punto 2.5 Garantía del Estado del contrato de concesión del Aeropuerto Jorge Chávez, otorgado a la empresa perseguidora de periodistas, Lima Airport Partners, LAP, se dice a la letra:

 

“Asimismo el Concedente durante los primeros veinte (20) años de Vigencia de la Concesión se obliga a no otorgar concesión, autorización o licencia alguna para operar, u operar por sí mismo cualquier nuevo aeropuerto nacional e internacional de uso público que brinde servicios a líneas aéreas comerciales, destinado en forma habitual a la llegada, salida y movimiento de aeronaves, pasajeros y carga en un radio de 150 Kms. de la ubicación del Aeropuerto”.

 

En castellano simple: ¡hay un monopolio disimulado en un radio de 150 kms. de la ubicación del primer terminal del Perú, el Aeropuerto Jorge Chávez.

 

Y esto tiene que ver con la II pista a que se obligaba la concesionaria LAP, para modernizar el Jorge Chávez. No obstante, también consiguieron, los inefables de esta empresa, la siguiente cortapisa en la IV Addenda del 2003:

 

“5.6.2.1  El Concesionario está obligado a construir una segunda pista de aterrizaje de tal manera que ésta se encuentre terminada y lista para entrar en operación al final del décimo cuarto año de Vigencia de la Concesión o, en cualquier caso, después de cinco (05) años  desde la fecha en que el Concedente entregue al Concesionario, en conjunto y en una sola oportunidad, el área requerida para la ampliación del Aeropuerto, de acuerdo a lo establecido en el numeral 5.23.

 

En el caso de que los avances tecnológicos existentes al momento en que deba iniciarse la construcción de la segunda pista hagan inútil, o parcialmente inútil, la construcción de la misma, el Concedente contando, previamente, con la opinión técnica de OSITRAN  podrá modificar o sustituir la la obligación del Concesionariode construir la segunda pista. Esta facultad es exclusiva del Concedente y deberá ser ejercida a más tardar al finalizar el noveno año de Vigencia de la Concesión.”

 

El lector podrá, con facilidad insólita, advertir que todo favorece a uno de los integrantes del contrato de concesión y no es al Estado peruano en absoluto, sino a Lima Airport Partners, LAP. Se me ocurre una sola pregunta: ¿se podrá aterrizar “virtualmente” y constituirse vía la tecnología y el cambio molecular en el Jorge Chávez?

 

Consulté al ingeniero Gonzalo Garibotto, el último gerente central de Infraestructura de Corpac, antes que desmantelaran ese cargo con el cuentazo de las privatizaciones y aquí van sus respuestas:

 

¿Qué pasó con el contrato de concesión de LAP del año 2001?

 

Ing. Garibotto: Todo parte de la presidencia de Corpac y de la Cepri de Corpac que autorizó el cambio, apenas horas antes de que se entregara la buena pro al único postor Lima Airport Partners (LAP), de la cláusula que obligaba al concesionario a comprar los terrenos necesarios para la construcción de la segunda pista. A su vez creó una nueva cláusula en la que el Estado se comprometía a comprar esos terrenos y que si no lo hacía en un determinado tiempo pues debía pagar una multa a LAP por tal demora y eso significaba dinero del contribuyente.

 

¿Se produjeron daños al Estado?

 

Ing. Garibotto: Sucede que obviamente el Estado no compró nada y se canjeó la multa que debería pagarle a LAP por la multa que LAP tenía que haber pagado al Estado por incumplir con las inversiones obligatorias en determinados plazos. Mejor imposible para LAP, peor imposible para el Estado peruano. Un toma y daca basado en que el Estado no expropió las tierras y las puso a disposición del concesionario LAP.

 

¿Vale pena pensar en la segunda pista?

 

Ing. Garibotto: Actualmente ya no vale la pena pensar en una segunda pista, para nada. ¿Por qué? pues porque el valor de los terrenos que ocupa el Aeropuerto es muchísimo más alto que lo que costaría construir dos aeropuertos de última generación en otros terrenos fuera de Lima.

 

Fundamental es señalar que el último estudio serio de la pista fue hecho por el consorcio NACO-LAGESA y se estableció que la pista no debería operar luego de 8 años de su última reparación que fue en 1998. O sea que el 2006 era el año de uso final de la pista. La connotación de esto no se ve a simple vista, lo que significan los 8 años es que si luego de esa fecha ocurriera un accidente donde se pudiera achacar la culpa al Estado de la deficiencia de la pista, toda la culpa y carga caería sobre el Estado peruano, con el correspondiente descrédito internacional y gastos que ocasione.

 

Por tanto y sobre la pregunta puntual veamos el terminal Jorge Chávez ocupa 700 hectáreas (7 millones de m2) en una de las  mejores zonas de Lima. Si el valor comercial lo estimamos, como promedio bajito, en US $ 300 el m2, entonces su venta debe estimarse en US$ 2,100 millones de dólares. Esto alcanza de sobra para hacer dos súper aeropuertos con varias pistas de aterrizaje cada uno.

 

Se podría ubicar uno en Chancay y otro en Pisco. Si se hiciera uno solo en Pisco, el dinero alcanzaría para construir un tren rápido que ponga a los pasajeros en no más de media hora en Lima, sirviéndo además como apoyo para el crecimiento de Lima hacia el sur, donde mucha gente podría vivir de manera permanente en lo que ahora son casas de playa, aliviando la ciudad. Y eso sin contar con los desarrollos que pueden hacerse en las 700 Ha que dejaría desocupadas el actual aeropuerto.

 

¿Y la Isla San Lorenzo?

 

Ing. Garibotto: El otro proyecto, nada descabellado, sería construir una carretera desde el Callao hasta la Isla San Lorenzo, donde fácilmente cabe un súper aeropuerto además de brindar espacios de desarrollo urbanístico con playas a pocos minutos del centro de Lima. Esto le daría un impulso tremendo al Callao, en realidad es el único proyecto sensato capaz de sacar al primer puerto del Estado de la postración en que se encuentra. Si se ejecuta adecuadamente, puede además servir como un súper rompeolas para caso de maremoto.

 

¿Qué hay que hacer?

 

Ing. Garibotto: Pero todo pasaría por la cancelación del írrito contrato de concesión de LAP, obviamente, pues el contrato dice que el Estado se compromete a no construir otro aeropuerto internacional a menos de 150 kms. alrededor del Jorge Chávez. Ciertamente, el abuso de una posición de dominio. (Hasta aquí la entrevista).

 

Tal parece que la segunda pista del Aeropuerto Jorge Chávez ya no sería tan rentable pues se podrían construir dos aeropuertos modernísimos en Lima si no fuera por los impedimentos legales que LAP consiguió a su favor en el contrato y addendas de la concesión del Jorge Chávez.

 

El cuestionamiento estriba en conocer si lo antecitado conviene al Perú porque es claro que Lima Airport Partners estaría actuando como perro del hortelano: no come, ni deja comer. ¿Cuánto de todo esto constituye daño y desmedro contra el Estado peruano y cuánto abusa LAP de su posición de dominio? Cuestionamientos que deberían hacerse en el Congreso y durante la administración actual del presidente Humala.

 

Por último ¿seguirán deslumbrando con sus maquillajes y cosméticas de la fachada del Aeropuerto Jorge Chávez los de LAP como hacían los españoles que llegaron para mostrar espejitos y humos de arcabuces a los regnícolas produciendo asombro, miedo y sumisión? Como si un aeropuerto fuera tan sólo rostro y no unidad integral de negocios con beneficios rotundos para el concesionario y también para el dueño, el concedente, el Estado peruano, el pueblo.

 

Preguntas y circunstancias que bien merecen muchas y contundentes respuestas.

¡El aprismo es aprismo, no alanismo!

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

20-1-2001/Liberación*

 

Hay razones potentes y sobradas para distinguir la doctrina creada por Haya de la Torre, el aprismo, de la degeneración de logreros que una vez instalados en la maquinaria estatal, trocaron en expoliadores y comisionistas de todos los negociados posibles. El mandato se convirtió en la maldición que previó Víctor Raúl en su carta desde San Lorenzo el 3 de octubre de 1923 cuando admonizaba contra los que hacen de la política vil negociado culpable. Y así ha sido y hay responsables que obedecen no a los llamados ideológicos y sociales sobre los cuales se construyó un partido que antaño fuera señuelo, jaculatoria y trompeta de lucha contra los poderosos y que en los días actuales pelea contra una agonía, no sabemos si unamuniana, o terminal. El alanismo, la exaltación o endiosamiento en singular de un personaje, el Midas al revés de que habla César Hildebrandt, es una tara envilecida y oliente a los peores vicios de la tragedia del pisco y la butifarra. Sus protagonistas, mercenarios a quienes se paga los servicios para mantener la impostura y la farsa. En aquel sainete brilla el dinero que compra conciencias y abate pobrezas, pero ausente está el proyecto histórico, la lucha por la soberanía geopolítica que no tiene sustento sin soberanía popular ni identidad nacional con ideas claras, revolucionarias y democráticas. Lo escrito en Liberación antes que envejecer retrata pioneramente lo que la ciudadanía critica: la corrupción. Nadie puede confundir alanismo, episódica trapisonda capaz de mangonear cualquier congreso o cita partidaria con el antiguo edificio que Haya construyó. Leamos. (1-2-2010)

 

¡El aprismo es aprismo, no alanismo!

http://www.voltairenet.org/article163796.html

20-1-2001/Liberación*

 

Uno de los contrabandos más eximios, de esos que parecen verdad pero son más bien aparentes que reales, ha sido la especie que pretende mimetizar al aprismo con la carrera particular, personal, absolutamente angurrienta de mando del señor Alan García Pérez, ex presidente del Perú, durante el bochornoso, por aventurero, quinquenio de ejercicio gubernativo entre 1985-1990. Así, la noche de 1992, cuando la fuga del Mozallón por los techos, tras una incómoda estancia en un barril sin agua, hacia Colombia, se estudió bien el destino. Entre 1949-1954, Haya de la Torre fue inquilino forzado de la Embajada de Colombia porque la dictadura odriísta lo mantuvo virtualmente preso. Pero Víctor Raúl fue creador de una doctrina con atisbos audaces de propuesta latinoamericana. Al conjuro de su voz y de su formidable presencia moral, las multitudes encaminaban sus protestas, entonaban sus cantos, marchaban a la revuelta, morían frente a los paredones o se pudrían en las ergástulas. Eran los tiempos en que el destino de una buena parte de peruanos era: encierro, destierro, entierro.

 

Todas las veces que se pretendió encontrar máculas en la vida de Haya, el tema agonizó por su propia debilidad. Víctor Raúl fue un hombre honesto, limpio. Hizo presidentes y nunca llegó a la presidencia. Consagró parlamentarios y la única vez que llegó a ocupar una curul fue cuando el octogenario arribó a la Presidencia de la Asamblea Constituyente entre 1978-79 y cobró como sueldo apenas S/. 1.00. Murió en casa fraterna pero prestada. Su riqueza la constituían libros con dedicatorias de personalidades mundiales que brindaron su amistad al líder aprista, entre éstos: Bertrand Russell, Albert Einstein, Alberto Moravia, Romain Rolland, León Trotski, André Breton, Ho Chi Min, Ben Gurion, George Lansbury, Walt Whitman, Alfredo Palacios, Lázaro Cárdenas, José Batlle, Arturo Alessandri, Pedro Aguirre Cerda, Salvador Allende, Germán Arciniegas y decenas sino cientos más; sus recuerdos de batallas y, obviamente, su legado más extraordinario: un partido con fe y disciplina dispuesto a la lucha revolucionaria por el poder. Su pecado más conocido fue creer en el pueblo, liderarlo y como el Moisés del Monte Sión atisbar la tierra prometida y no llegar porque un 2 de agosto de 1979 se quedó en el camino para entrar a los fastos de las glorias democráticas.

 

A la inversa, al ex presidente García se le critica por su presumible falta de honestidad. He sostenido que nunca se llegará a probar nada porque para eso han estado y están los famosos integrantes de la lacra abogadil, esa que limpia fachadas y remoza currículos. Pero ¿hay acaso algún problema ideológico en este aspecto? ¡No! Existe, la presunción de faltas cometidas, yerros contra la honradez y repartijas que favorecieron a cenáculos privilegiados y sumamente oligárquicos. El partido que se había pasado cinco décadas luchando contra los grupos minúsculos de poder, una vez aupado en el mismo, saltó la barrera de la vergüenza para trabajar por los menos y no para los más, como reza la antidemocracia. Entonces el Perú se convirtió en el paraíso de la inflación, de las importaciones hechizas, de las coimas, de los arreglos entre compadres, en la feria de disparates al por mayor y ¿acaso no era AGP el gran promotor, por defecto o por cociente, de estas maniobras vergonzosas y vergonzantes? ¿No fue el Perú entre 1985-1990 un gran desmadre y despelote por culpa de su desgobierno?

 

Sostengo que aprismo es aprismo y alanismo es cualquier otra cosa. Básicamente, creo que el proyecto de AGP es válido para su instinto de animal político. Sin poder mandar o tener a quienes someter, AGP, es como pez fuera del agua. Su elemento es la política. El poder por el poder. En su encuadre organizativo no interesan para nada la estructura del Estado, ni el juego de los poderes. Mucho menos quiénes los protagonistas ocasionales de los enjuagues. Por ejemplo ¿ha cambiado AGP de fichas para su manejo interno? ¿No siguen siendo Jorge del Castillo, Mercedes Cabanillas y algún otro, los que hablan por él, le defienden y ahora anuncian su retorno? ¿En qué ha cambiado? Yo diría que en nada.

 

Tampoco se puede esperar mucho de los antecitados, ellos se conforman con un puesto muy bien rentado en el Congreso. El pueblo es sólo un buen pretexto para los discursos. Lo que sí interesa y bien vale no una sino cientos de misas, es la sinecura de un puesto parlamentario, el sueldo de asesor en cualquier dependencia pública, la buena pro para obras que pagan las entidades públicas. ¿Cambio, revolución, ideales? ¡Pamplinas! ¡Eso está bien a la hora de la candidatura! ¡Una vez en el puesto, lo negro troca en blanco y viceversa!

 

El aprismo de Haya de la Torre insurgió a sangre y fuego en tiempos en que una oligarquía cerril usó por décadas a los militares como perros guardianes de su poder omnímodo. Cuestionó el status quo y procuró el poder, a través de elecciones y también por la vía revolucionaria de la revuelta y la conspiración. Querían el cambio, aspiraban a un país mejor y con menos desigualdad. El norte de sus ambiciones pasaba por la democrática convicción de saberse limpios para irradiar una atmósfera diáfana desde los pagos del poder. Fue la epopeya de un pueblo y de un partido. Miles murieron y dejaron parte de su vida en la lucha política y ésta encarnó en una religión que hasta hoy canta una Marsellesa emocionada y hasta con lágrimas. Y cuando se creyó llegada la hora de la gran transformación en 1985, advino un mozallón dotado de una innegable facilidad de palabra pero que hizo todo lo posible para destruir la forja que cientos y miles de héroes habían apisonado con sus vidas.

 

Afirmo que AGP es mejor candidato que gran parte de sus contendores en la lid presente. Porque los demás son muy malos y pusilánimes. No ha empezado la campaña y ya demuestran su terror a los discursos invariables de quien no ha aprendido nada. Cuando Jorge del Castillo sostiene que AGP ha asimilado de su experiencia en el "exilio", uno tiene que reírse a mandíbula batiente. ¿Es afuera o aquí donde queman las papas? La mediocridad inefable de Castillo sólo es superada por su propia estupidez de abogado complaciente pero tenaz en su curul de parlamentario.

 

Concedamos con generosidad otra exégesis. Que AGP haya mensurado bien sus años de ausencia y entonces eso lo impulse a reorganizar al partido para las contiendas próximas. Eso significaría que el Apra entrara en una profunda catarsis y autocrítica y que bote a patadas a gran parte de su dirigencia coludida con la irresponsable gestión entre 1985-90.

 

¿Pero, no sería AGP el primero en pedir perdón por la inmensa culpa que a él le toca admitir? Si lo hace, enhorabuena. Y entonces, se impondría el deber de la gran convocatoria a todos los que en algún momento fueron parte de la militancia y hacer que la fraternidad, esa que instituyó con gran habilidad Haya, fuera el instrumento reunificador de una gran corriente nacional, popular, revolucionaria, en síntesis, moral. ¿No sería de este modo, una chance para que el Perú retornara al sistema de los partidos? ¿Y entre ellos uno, con bases nacionales, líderes limpios e inmaculados, dispuestos a luchar contra el status quo?

 

El proyecto personal de AGP sólo lo sabe él mismo. Quienes hablan por él lo hacen digitados como muñecos a larga distancia. Ninguno puede parársele al frente porque carecen de madera, son sólo espantajos que pueden lograr la supervivencia política al lado de AGP, contra él son menos que ceros. Sin embargo, el aprismo como doctrina, discutible y hasta como forma de comportamiento cívico, es el aprismo de los mártires de Trujillo de 1932, de los insurrectos de 1948, de los hombres y mujeres anónimos que vivaron a su movimiento y a su jefe invicto.

 

Mi homenaje a los viejos y a los nuevos apristas. A ellos el reconocimiento porque creen en algo. En un país en que ya no se puede creer en nada, merced a la rufianesca raíz de sus gobernantes, emociona profundamente ver cómo ellos pelean por lo que creen una chance y un derrotero. Ojalá que sepan a quién confían sus destinos y que el período 1985-90, no repita su paso de Atila Negro por el Perú, porque entonces, no habrá poder humano y menos divino que recomponga a la esperanza que fuera la ilustre creación de Haya de la Torre.

 

Amén.

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*Liberación, dirigido entonces por César Hildebrandt.

Sunday, April 15, 2012

Historiografía revisionista

Historiografía revisionista

por Pedro Godoy; profe@cedech.cl

http://www.voltairenet.org/Historiografia-revisionista?var_mode=recalcul

 

15-4-2012

 

Se indaga y enseña, de modo habitual, nuestra historia arrancando de la Independencia. Atrás quedan los tres siglos de la mal denominada "Colonia", descrita como opresiva y oscura. La época indígena se lapida como "Prehistoria". Se acata dicho marbete, aunque se aprende que tan dilatado lapso "comienza con la aparición  del hombre y finaliza con la invención de la escritura" y existan testimonios de grafía azteca, maya, chibcha y hasta pascuense ¿Algún docente cuestionará eso de "Prehistoria"? Se adelanta la respuesta: ninguno.

 

Los educadores están nutridos no sólo de los dogmas fragmentadores, sino también de la creencia que la historia comienza al vincularse el Nuevo Mundo con el Viejo. Amén de ello, castrados de espíritu crítico, son obsecuentes repetidores del texto oficial. En otra esfera, no obstante -y he aquí otra manifestación, de cúpula a estado llano, de desarraigo masivo- se omite en el  currículo –como ahora se denomina con pompa- al programa- la protohistoria peninsular. Algo de ésta se analiza en la asignatura de Castellano al aludir a los orígenes del Idioma Patrio. La  explicación está en que las oligarquías lugareñas repudian tanto el ayer

indígena como el ancestro ibérico. Legitiman la ruptura con Madrid identificándose con Montezuma, Atahualpa o Lautaro. Es sólo viruta retórica, pues finalizan -se sabe- despojando al pueblo aborigen de suelo y dignidad y lo juzgan un lastre. Anhelan ser europeos y blancos. En ese afán practican, con descaro, el calco de lo francobritánico y ahora de lo estadounidense. Eurocentrismo, indolatría y patrioterismo constituyen la hipotenusa y los catetos del triángulo de esta especie de Bermudas donde son infinitos los naufragios.

 

Pocos rescatan la admonición de Bolívar: "no somos indios ni europeos. Pertenecemos a un pequeño género humano mixto, somos suramericanos". Con otras palabras, Simón Rodríguez, Martí, Sandino, Gabriela Mistral, Darcy Ribeiro y Ramos exaltan el mestizaje y explican que nuestra América es una nacionalidad desmembrada y las repúblicas, partículas desprendidas de un todo que fundan Carlos V y Felipe II.

 

Cada tratado como, por ejemplo, los 20 tomos de la "Historia de Chile" de Francisco Antonio

Encina, y cualquier modesto texto escolar reafirma el error, según el cual, las veintitantas patrias son "naciones" y la vecina está poblada de enemigos de ayer, de hoy, de mañana y de siempre. Fronterizos o no, son siempre visualizados como "extranjeros" y con defectos y carencia que los tornan indeseables. Juan José Arévalo, para referirse al Continente, que

más bien parece un archipiélago, expresa que nuestras repúblicas "semejan témpanos que flotan en un océano de frialdad sin conexión submarina y  privados de común horizonte".

 

Los   enfoques insularistas son asumidos como propios por las capas medias y la masa popular aplastadas por la cultura oficial. Esta es  inyectada a través de la prensa, la TV y la universidad y sostenida como patrimonio por las FFAA de  cada país . Estas  consagran  los

particularismos que vulneran la unidad de la patria común que fuese un sólo cuerpo  socio-político durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Cada habitante es inducido por la plática familiar, el texto escolar, la instrucción castrense, el comentario de prensa... a sentirse "distinto" y  "distante" –y a veces "superior"-  a los  oriundos de otros segmentos del contexto hispanoamericano y, específicamente, de los limítrofes. Solemniza la patética comedia de equivocaciones la definición entregada por las Facultades de Derecho "El Estado es la nación jurídicamente organizada".

 

Toda "Historia de América" –comenzando con la de Diego Barros Arana, continuando con la de Antonio Ballesteros y Beretta, Ricardo Levene y Luis Alberto Sánchez- son sólo compaginaciones de las historias locales. No logran encontrar el tejido común de las raíces y trayectoria de nuestro "pequeño género humano mixto", al decir del Libertador. Son "más

de lo mismo". No aportan a superar nuestra crisis de identidad. El mismo título es una invitación al equívoco porque América es sólo territorio que cubre de Tierra del Fuego a Alaska. Al usarlo se introduce en la misma talega a hispanoamericanos con yanquis

y  canadienses. Constituye una excepción el texto "Historia de la nación latinoamericana" de

Jorge Abelardo Ramos que invita a visualizar la fundación del Nuevo Mundo –de 1492 a 1a

actualidad- superando la porfiada insularidad de las repúblicas y detectando los múltiples vínculos que las ligan, no sin denunciar el complot de las grandes potencias y la miopía de las élites nativas generadoras de su atomización. Lo centrífugo se complementa con el "quiebre  de la motivación de pertenencia" y con el "efecto deslumbramiento". En nuestras patrias es oficial la auto-denigración, viven –o sobreviven– dándose  la espalda entre sí mientras contemplan embobadas a Europa y EEUU siempre visualizados como entidades paradigmáticas.

 

Esas minorías –con apoyo de los imperios de turno- generan una cultura del resentimiento, del desprecio y de la desconfianza que logran que las veintintas patrias se ignoren entre sí, se distancien y hasta se odien. La historiografía, el aula y los medios legitiman ese sistema de disvalores y el abanico de actitudes negativas observables incluso en los encuentros de fútbol inter-estatales.

 

En esta historiografía insular, por ejemplo, al chuquisaqueño Jaime Sudanés se le cuestiona la paternidad  sobre el "catecismo político cristiano" ¿Por qué? Seguramente por por su condición de boliviano. Bernardo O´Higgins luego del golpe de Estado "blando" que le propinan en 1822, se evapora. Veinte años en que se omite su actuación en Perú y Bolivia donde interviene –al igual que Ramón Freire- activamente en la vida cívica. Asesora a la Confederación Perú-Bolivia y el líder ponderativo lo condecora. Eso se oculta, porque quizás se piense –no se dice- que mancilla el honor patrio. Asímismo también define como traidores a los oficiales insurrectos de Quillota que, en 1837, se pronuncian por "la paz y contra el despotismo", negándose a marchar contra el ensayo integrador de Andrés Santa Cruz.

 

Se encubren las maquinaciones del capitalismo británico que desencadenan la Guerra del Pacífico. No ponderan que el venezolano Sucre es el primer Presidente del Alto Perú y con su nombre se rebautiza Chuquisaca. Sería "pedir peras al olmo" que capten el porqué profundo un militar español -Gabino Gaínza- cabecilla de la resistencia fernandina en la chilenísima Patria Vieja después es mandatario de las Provincias Unidas de Centroamérica. La historiografia uruguaya evita poner de relieve a Artigas como un federalista argentino oriental. Por ende, su pedestal no es únicamente uruguayo. Poco y nada se alude a la anexión de Tejas por EEUU y menos a la guerra yanqui contra México que le usurpa la mitad de su suelo. Menos hay un comentario sobre la Guerra de la Triple Infamia que implica el genocídio del Paraguay. Datos significativos de este tipo debieran acumularse. Es tarea de los historiógrafos nacionales y populares confeccionar catálogo de estos datos que invitan a profundizar el texto pionero de Jorge Abelardo Ramos.

 

En lo que respecta a la relación chileno-argentina, nuestra historiografía, siendo

imposible marchitar los laureles de Chacabuco y Maipú, opta por generar un O´Higgins de la misma envergadura que San Martín y se infla a Tomás Cochrane. Este mercenario escocés se convierte en santón de la Armada y la anglofilia de esa rama de las FFAA lo conserva sobre  un altar. En las biografías argentinas de Dorrego que reviso la referencia a su actuación en Chile son mínimas. Sin embargo, es aquí entre 1810 y 1811, donde se inicia la preparación política y se despierta la vocación militar. Contrario sensu, en tratados y manuales que circulan en Chile apenas si se menciona al destacado héroe.

 

Hay entonces responsabilidad de una y otra historiografía. A los historiadores argentinos

la labor cívica y castrense del personaje en Chile no pasa de constituir aventura periférica y para los historiadores chilenos es mortificante que sea protagonista de tan trascendentes hechos patrios un "extranjero" como ese muchacho porteño que viniera, como tantos otros rioplatenses, a estudiar en la Real Universidad de San Felipe. Esa urdimbre común es opacada o amputada por la patriotera "académica" lugareña. De los gabinetes de los historiógrafos

oligarcas o cipayos, el virus de la balcanización salta a los manuales escolares de Historia Patria y de allí a los medios. De éstos al imaginario colectivo. Por eso se valora la obra magna de Ramos hoy justipreciada en la Venezuela de Chávez –"más vale tarde que nunca"-y se estima valioso fundar -como órgano de Estado y no apéndice de gobierno- el Instituto "Manuel Dorrego" de Revisionismo Histórico cuyos fundadores tuvieron la agudeza de darle alcance no sólo argentino, sino iberoamericano.

 

 

Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

profe@cedech.cl

www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo

Los libros, mis amigos

por Herbert Mujica Rojas

7-4-2009

 

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo

http://www.voltairenet.org/article159613.html

 

Trujillo, abril 19, 2007

 

Señor rector de la Universidad César Vallejo, Sigifredo Orbegozo

 

Señor embajador Félix C. Calderón

 

Señor Manuel Jesús Orbegozo

 

Autoridades de este importante centro de estudios.

 

Señoras y señoras:

 

No todos los días un modesto periodista, tiene la feliz oportunidad de ser invitado por un centro académico de tanto y tan bien ganado prestigio como la Universidad César Vallejo. El vate liberteño y poeta del mundo, cuyo nombre ustedes llevan como blasón inconfundible en honor a las letras, al amor que éstas inspiran y a la dinámica que impulsa este elan vital, esta noche, se engalana y sublima con un propósito no menos loable: presentar el segundo tomo de otra de las célebres entregas del embajador, también liberteño, Félix C. Calderón, Las veleidades autocráticas de Simón Bolívar, en el capítulo, La fanfarronada del Congreso de Panamá. No sé bien a cuento de qué estoy yo aquí, que de presentaciones nada sé y mucho menos de trabajos históricos como los que suele acometer el embajador Calderón, al frente de ustedes. Pero en la tribuna de la inevitable circunstancia siento que debo empinarme, hacer el mejor esfuerzo y convocarles a una velada que tiene, por fuerza de las circunstancias, que convertirse en fecha señera, parteaguas indudable, marcador resistente, aporte notorio, punto de quiebre, en suma, una señal de alerta desde Trujillo en La Libertad, para todos los pueblos del Perú.

 

Noten ustedes que en el auditorio también está otra personalidad de esas que se forjan en el yunque de los años con méritos propios, luz iluminadora y bondad serena y profesoral como testimonio vívido y ambulante de que a estos hombres hay que quererlos porque siempre entregaron todo de sí, por el Perú de sus amores, por el amor a la causa de justicia y por la enseña indoblegable de ser periodistas con la verdad ante todo y como escudo a lo largo de altas y bajas, siempre con la frente en alto y la pluma como arma de trabajo. Señoras y señores me refiero al maestro, liberteño también, Manuel Jesús Orbegozo, que hace apenas pocos días en Lima hiciera, él sí, una magnífica presentación del libro del embajador Félix C. Calderón.

 

¿Y qué mejor forma de entrar en materia, convocándonos todos, al conjuro de la figura tutelar de César Vallejo y repitiendo sus palabras marmóreas en Intensidad y Altura?:

 

Quiero escribir, pero me sale espuma,

quiero decir muchísimo y me atollo;

no hay cifra hablada que no sea suma,

no hay pirámide escrita, sin cogollo.

 

Quiero escribir, pero me siento puma;

quiero laurearme, pero me encebollo.

 

No hay tos hablada, que no llegue a bruma,

no hay dios ni hijo de dios, sin desarrollo.

 

Vámonos, pues, por eso, a comer yerba,

carne de llanto, fruta de gemido,

nuestra alma melancólica en conserva.

 

Vámonos! Vámonos! Estoy herido;

Vámonos a beber lo ya bebido,

vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva.

 

Para quienes sospechasen que no hay trabazón entre las inmortales frases del poeta y cuanto vamos recitando esta noche, sugiéroles que no lo hagan así. Por el contrario, invito a la Universidad César Vallejo a una aventura del espíritu porque espiritual es la carga emotiva que embarga toda empresa humana que comienza en la idea para arribar a sus realidades mondas y lirondas.

 

Fue la intensa lectura detallada la que consiguió para el embajador Félix C. Calderón resultados asombrosos, dicientes y que él, con generosa valentía, decidió poner al alcance de la opinión pública nacional y mundial, en forma de libros. Se atrevió a cruzar el Rubicón impertérrito e intocable que, prácticamente, había hecho de Simón Bolívar, no un hombre, sino un santo, a quien sólo había que atribuir hechos magníficos, proezas titánicas, cúspides o Himalayas históricos de inconcuso refrendo, como también acrítica y mediocre aceptación. Lejos de cargar las tintas hacia dicterios o invectivas de fragilísima factura y fácil aclaración, el historiador historió en los testimonios que Bolívar mismo dejó por mano propia o por interpósita y analizó con rigurosidad acerada cuánto de lógico, impostado o sobre-actuado, hubo en aquellos párrafos, ora largos ora crípticos, románticos o cínicos que la posteridad ha guardado con discreta pasión.

 

En buena cuenta, el embajador Calderón traza, con las mismas cartas de Bolívar, una confrontación entre lo que dicen las palabras y lo que aconteció merced a las crónicas de la fecha, a la historia y encuentra serias y muy difíciles contradicciones, embrollos, no pocas revelaciones y desaguisados de muy alto voltaje.

 

Pudo escribir el maestro, recientemente fallecido, Alfonso Benavides Correa, en el  prólogo al primer tomo de Las veleidades autocráticas de Simón Bolívar, La Usurpación de Guayaquil:

 

"La miopía de Bolívar

 

Bolívar, ahora, es el cautivante y polémico personaje que, con abundante y novedosa información, así como con brioso estilo, captura el interés del embajador Félix Calderón, este nuevo libro con el que incrementa su rica producción intelectual.

 

No es este libro un nuevo panegírico, sumiso y rendido, como el Homenaje a Bolívar publicado en 1942 por la Sociedad Bolivariana del Perú o los Testimonios (estudio y discursos) sobre el Libertador  publicados en Caracas en 1964, por la Sociedad Bolivariana de Venezuela, sin olvidar, después el famoso Discurso de José Domingo Choquehuanca, la exposición de Benito Laso a los electores de Puno la Epístola de José María Pando.

 

Omitiendo en este apresurado prólogo preferencias a la Federación de los Andes y a la Constitución Vitalicia jurada el 9 de diciembre de 1826 y abolida, cincuenta días después el 28 de enero de 1827, provocando una vigorosa oposición en la que prevaleció, como aspectos principales, el nacionalista, el democrático y el personalista que, el 28 de julio de 1828, citó Mariano José de Arce en la notable Oración Patriótica en la que, combativamente, se expresó así: "Por muy grandes que fueran sus servicios, aunque todo lo hubieras hecho sin ayuda de nadie...... aunque nada le hubieran servido los brazos de los soldados de las dos repúblicas y los recursos de los pueblos de la nuestra, aunque él sólo hubiera restablecido la libertad, la gratitud no debía premiarle a expensas de esa misma libertad. Hacer de la patria el patrimonio de él habría sido destruir su propia obra. El honor y la razón han prescrito cierto límites a la gratitud y es una injusticia, un atentado, pretender traspasarlos. Todos los peruanos deben conservar agradecimiento eterno a cuantos les han ayudado a conquistar su libertad; pero un servicio, por muy grande que sea, pierde todo su valor cuando se pretende cobrarlo exigiendo una injusticia y una bajeza".

 

Bolívar –el guerrero, el hombre de salón, el orador, el escritor, el político, el estadista, el legislador- no amó al Perú."

 

¡Precisamente! Acaso uno de los méritos más valetudinarios en que incurra el embajador Félix Calderón en estos dos tomos iniciales, sea el de haber estudiado a Simón Bolívar, el hombre de carne y hueso, el cínico gobernante que influye sobre hombres y Estados y que, con el título de dictador supremo, dividió países, consagró héroes que no lo fueron y que no amó al Perú porque aquí vino con un designio, de repente hasta genial, pero distinto, foráneo, alejado, de cualquier proyecto nacional que tuviere como centro, epicentro y terremoto de sus mejores conquistas, al Perú de los Incas, a la nación de naciones y al hermoso país que nos vio nacer. ¡He allí una demostración de cómo una buena costumbre, la lectura intensa, raigal, firme y sinceramente crítica, produce revoluciones como las que protagoniza, de repente, sin saberlo del todo, el embajador Calderón!

 

Somos un país con ciudadanos que han olvidado el buen hábito de la lectura. Formamos una nación con ignorancias de suyo condenables. Tenemos el raro referente de escuchar semi-verdades que, con el tiempo, trocaron en sentencias apodícticas. Así, el semi-tartamudo, deviene en orador dilecto. El iletrado con algún respaldo de dólares y dichos que a fuer de repetidos, tornan en aforismos intelectuales, en sabio o politólogo, si se dedica a la política, o analista si demuestra que es menos burro que el resto. Un país que se arma sobre cimientos al 50%, sólo tiene la mitad de su fuerza o apenas si convoca a la epidermis de su ser contra un mundo agresivo que nos arrasa con la fuerza de 100 huracanes premunidos de tecnología, capital y monstruos, en forma de hombres o mujeres, que nos avasallan con su nuevo lenguaje, la mitad en inglés y el resto en sílabas (también en inglés) y que nos convierten en títeres marginales, payasos insuficientes y seres casi sin dignidad y carentes de cualquier signo de historia, pasado, apego a la tierra o culto a sus mártires.

 

Pretendo esta noche celebrar con ustedes el rito de una avenida nueva que es una aventura que ya tiene un portaestandarte porque así lo ha labrado su esfuerzo lector y pionero. Ambiciono que La Libertad, a través de sus hijos contemporáneos y que militan por el mundo, dando plena demostración de sus inteligencias, dé hoy al Perú un mensaje firme por novedoso, claro por rotundo, genial porque es posible:

 

Señoras y señoras, propongo que a partir de la fecha, todos los 19 de abril, se celebre el Día Peruano de la Lectura y que también reconozcamos a su insigne creador, el embajador nacido en La Libertad, ciudadano del Perú y del mundo: Félix Calderón Urtecho.

 

Entonces, volvamos a la fuente y acudamos a César Vallejo en su poema Masa:

 

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Se le acercaron dos y repitiéronle:

«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: «¡Quédate hermano!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Entonces, todos los hombres de la tierra

le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse a andar

 

Caminemos por la paráfrasis:

 

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: «No mueras Lectura te amo tanto!»

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo.

 

Se le acercaron dos y repitiéronle:

«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo.

 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo.

 

La rodearon millones de individuos,

con un ruego común: «¡Quédate Lectura!"

Pero la Lectura ¡ay! siguió muriendo.

 

Entonces, todos los hombres de la tierra

la rodearon; les vio la Lectura triste, emocionada;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse a andar"

 

¡Esta noche, noche pionera, noche de estrellas y esperanzas de grito al porvenir y puerta al horizonte nacional, la Lectura, por obra demostrativa de cómo sirve y enriquece, ha quedado consagrada con su día, el 19 de abril y su autor, el embajador Félix Calderón, como jalones de qué puede hacer el espíritu cuando consagra con fuego creador y atrevido lo mejor de su inteligencia y lo más hermoso de su amor por el Perú!

 

¿Que nos alejamos de la presentación del libro? ¡No del todo! Había anunciado mi desconocimiento real de qué hacía aquí, por tanto, no pueden decir que no maliciaban que iba a transitar por caminos distintos y audaces. Sin embargo de cualquier duda, les pido que nos elevemos hacia aquellas dimensiones de los hombres y mujeres grandes que marcan con fuego de historia y llama incandescente de forjadores de sus epopeyas, hacia el llamamiento de una gran empresa espiritual y cultural que parte de Trujillo y su universidad César Vallejo y su gonfalonero ilustre, el embajador Félix Calderón, hacia más al norte, al este y al oeste y al sur del país. Convocatoria que hace sonar las trompetas del nuevo Jericó para derrumbar los muros de la ignorancia y la falta de conocimientos. Conjuro de retarnos nosotros mismos, como lo hizo el embajador Calderón al meterse en una bronca contra miles de historiadores, que más que historiadores han sido panegiristas rendidos a la loa fácil y al elogio políticamente conveniente, en una pelea desigual, rodeado por el silencio oficial de los miedos de comunicación-intoxicación.

 

¡Ni una línea alusiva a la presentación del libro en su segundo tomo en Lima! ¡Ni siquiera porque en ella tuvo parte principal de exposición el maestro Manuel Jesús Orbegozo, periodista de los buenos, de fuste y pluma temible! ¡Sin respaldo de su alma máter, la propia Cancillería que, como de costumbre, y yo siempre hablo muy claro y eso lo sabe el embajador Calderón, se hizo la sorda! ¡Frente al silencio de los mediocres, esta noche hacemos el llamado al conjuro de amor al Perú, de hacer, nuevos caminos con ideas lustrosas y conmemorando, a partir del 2007, el 19 de abril como el Día de la Lectura nacional!

 

No soy ni aspiro al sueño interesante de ser académico. Soy apenas un soldado que milita en el periodismo de frente y con todas sus letras. Y eso me avitualla de ciertas libertades, por ejemplo, me he saltado el canon normal que es discurrir por la obra que ustedes leerán, ahora, estoy seguro, con mayor ahínco. Pero es que Perú tiene que caminar por los derroteros originales que sus hijos propongan para mejor descubrir las alamedas democráticas que nos procuren un Perú libre, justo y culto.

 

Tenemos aquí en Trujillo, esta noche, el paradigma viviente de qué produce la lectura crítica y la práctica de un ministerio grave, examen de conciencia que citaba Alfonso Benavides Correa, reiterando a José de la Riva Agüero, en Félix Calderón. Y la galería de hombres ilustres, peruanos todos, y con obvio y célebre predominio de los liberteños, a los que se agrega con inconfundibles pergaminos, Manuel Jesús Orbegozo, están casi compelidos a dar los aldabonazos de un Perú redimido de su ignorancia y liberado de los grilletes más crueles que pueden atenazar a cualquier país: los de la incultura y la falta de crítica. El embajador Calderón pecó, si es pecado aquello, de crítica generosa y abundancia de sentido cultural, nacionalista y peruanizante sentido de vivir la vida, aquí, y cuando está fuera, recordando su origen y haciendo de su embajada portavoz, chasqui y atronador grito de propaganda de nuestras riquezas turísticas, culturales y económicas que es otra dimensión fundamental de su tarea diplomática.

 

Vuelvo al ya mentado, varias veces hoy, maestro Benavides Correa, cuando en el citado prólogo de hace dos años fragorosos, de forja dulce y de horas luengas como apasionantes porque así era trabajar con él en empresas comunes y escribió palabras que puédense aplicar también, con igual sentido y cariño fraterno, al segundo tomo La fanfarronada del Congreso de Panamá:

 

"La crítica, sin embargo, no será unánimemente laudatoria. Las críticas se resienten de superficialidad, de carencia de fundamentación histórica y sociológica seria; no van a fondo en el examen de los problemas ni intentan revisión alguna de las cuestiones que realmente importan a la República; optando generalmente por el ominoso silencio. Esto ocurre no sólo en el Perú. Es el caso de Manuel Ugarte o el coraje civil. En su Historia de la Nación Latinoamericana anota Jorge Abelardo Ramos: "el irritado silencio que ha rodeado siempre a la figura de Ugarte no sólo es necesario atribuirlo al papel de "emigrado interior" del intelectual del 900 en las semi-colonias, sino al "leprosario político" en el que la oligarquía y sus amigos de la izquierda cipaya recluyen a los hombres de pensamiento nacional independiente".

 

¿Será una trágica constante, al cabo de años de apostolado, de no evadir los temas esenciales del drama, luciendo el coraje moral de estar contra los mandarines, tener, sin prensa adicta, un atardecer escéptico por el silenciamiento?

 

Lima, junio del 2005"

 

Apreciado embajador Calderón, señoras y señores: había que salir de Lima, esa capital infecciosa de placeres mundanos, frivolidades criminales y delicia de seres fáciles a quienes no alcanza la grandeza provinciana que crea, como lo hemos hecho hoy, un derrotero, una esperanza, una señal de alerta, en la oscuridad tenebrosa, en los potros de bárbaros Atilas que padece el país desde cientos de años a la fecha. Es su voz escrita con entregas de lectura profunda del embajador Calderón, vertidas en ya más de 8 libros, los que alientan la esperanza de surcos jóvenes que aguardan al obrero humilde de lecturas múltiples y enriquecedoras de su mañana mejor porque así tendrá que ser el Perú de nuestros hijos y de los hijos de sus hijos. Tenía que ser aquí en La Libertad donde se pudiera romper el cerco envidioso de miopes y présbitas, enceguecidos en pasiones subalternas. ¡Cómo no recordar, otra vez, a Vallejo, cuando en Huaco dice:

 

Yo soy el coraquenque ciego

que mira por la lente de una llaga,

y que atado está al Globo,

como a un huaco estupendo que girara.

 

Yo soy la llama, a quien tan sólo alcanza

la necedad hostil a trasquilar

volutas de clarín,

volutas de clarín brillantes de asco

y bronceadas de un viejo yaraví.

 

Soy el pichón de cóndor desplumado

por latino arcabuz;

y a flor de humanidad floto en los Andes,

como un perenne Lázaro de luz.

 

Yo soy la gracia incaica que se roe

en áureos Coricanchas bautizados

de fosfatos de error y de cicuta.

 

A veces en mis piedras se encabritan

los nervios rotos de un extinto puma.

Un fermento de Sol;

levadura de sombra y corazón!

 

Recado del corazón, jaculatoria de honor, notificación que estamos siempre al pie de las mejores causas. Puedo decir que desde hace más de 6 ó 7 años, aprendí a conocer de la pluma leída y rica del embajador Calderón, un ejemplo de vida, un bronce de valiente paciencia, un apoyo intelectual de primerísima calidad. Testigo soy de muchos de sus mandobles al sistema, de repente, con modestia de alumno tímido, hasta cómplice de una que otra travesura, pero siempre inspirado en el ejemplo diáfano de hombres que hacen que la vida sea un conjuro de amor y querencia por la tierra y devoción inobjetable y eterno por el Ande y su historia. Tengo que decir que La Libertad tiene el privilegio hoy de proponerle al Perú un Día de la Lectura que será el jalón institucional que nos lleve a navegar de la mano de su primer piloto y creador, el embajador Félix Calderón, hacia nuevos puertos, mares procelosos pero siempre embebidos de la promesa del éxito y de la conquista de la victoria de nuestros ideales. Si la vida no es combate, lucha, pasión y amor ¿qué cosa es entonces?

 

Aquí estamos, por último, por lo menos en cuanto a mi humilde tenor se refiere, para decir que aguardamos aún mucho de su producción embajador Calderón. Que el Perú de adentro, el sincero, ese que ningunean desde la capital pero que crea inflexiones nacionales de digna imaginación, le sabe pleno y firme en la bitácora que se ha propuesto con sus libros que también tendrán que ser leídos y formar parte del rico acervo cultural y pedagógico del país. Aquí estamos como cuando el Perú de Grau, Bolognesi, Cáceres y el Soldado Desconocido de mil batallas heroicas, nos convocó, en los caminos de Nuestra Señora la Vida a combatir juntos sin conocernos por el Perú y su gente. Aquí estamos fraternos y limpios, para todos los nuevos retos a que se nos quiera llamar. Palabra de hoy. Palabra de mañana. ¡Palabra de siempre!

 

Muchas gracias.

 

 

Saturday, April 14, 2012

El retorno de los “elefantes” peruanos

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

4-12-2007

 

El retorno de los “elefantes” peruanos

http://www.voltairenet.org/article153463.html

 

¿Se ha puesto alguien, en dependencia oficial, para-oficial, comercial o estratégica, a estimar, estudiar, prever o calcular, cuántos peruanos, cuya vida ha transcurrido más fuera del país que dentro, gustarían de volver y rendir en la tierra que los vio nacer mucho del profesionalismo que aprendieron allende y aquende y también, de repente, visitar lo que nunca vieron sino en la televisión y en documentales de la belleza natural abundante en nuestros múltiples parajes costeños, serranos y selváticos? El retorno de los “elefantes” peruanos, no debe ser un sueño, sino una realidad que podría caminar por dos avenidas de enorme utilidad a la patria.

 

La bidestilación de este camino, lejos de ser una quimera, es una posibilidad a cuya forja debemos contribuir con imaginación portentosa, pero también con el amparo de, por ejemplo, una Ley de Repatriación de Profesionales. Todo peruano que hubiera estudiado en universidad del Estado, tiene el deber, en algún momento de su vida, de devolver a la nación lo que ella invirtió en su carrera profesional. Más aún, estos peruanos, cuyo proyecto de vida, fue satisfecho con creces y merced al limpio esfuerzo, en el exterior, debieran dar clases en las universidades locales y ser condecorados con preseas y diplomas que la nación les otorgará en reconocimiento a su esfuerzo patriótico. Lo importante es que hagan uso de la prerrogativa de cumplir con su cuota hacia el Perú. ¿No parece una idea formidable la germinación de una corriente de regreso que vigorice el cuerpo profesional del país?

 

Por otro lado, ¿a qué peruano, que sólo conoció el portento de nuestra geografía a través de la televisión, el documental fílmico o la revista especializada, no complacería visitar todo aquello que nunca vio en la realidad? ¿Y que en los aeropuertos fueran recibidos por chalanes y morochucos y el fondo instrumental y coral de conjuntos musicales criollos y folclóricos que les den la bienvenida? El retorno de los “elefantes” peruanos, por si alguien tiene duda cavilosa o desilusión congénita, es –debe ser- una celebración y un reencuentro de esos que recuerden que Perú es madre y no madrastra de sus hijos.

 

Con profesionales vueltos al país, enseñando sus habilidades y pagando su deuda pedagógica; con turistas ávidos de viajar, nutriendo con ello los circuitos aeronáuticos, la generación de negocios directos y conexos; con dólares o euros honestos y bien empleados, la dinámica en perspectiva puede impulsar un espectáculo pocas veces visto: la reconquista del Perú por sus antiguos y acreditados habitantes otra vez dentro de sus fronteras.

 

Al igual que los no residentes, los peruanos que visitan el país, lo hacen en condiciones superiores de capacidad financiera porque trabajaron en el exterior haciendo de sus vidas un apostolado lejos del terruño. ¿Qué ocurre si su vuelta discurre por estos dos caminos, inicialmente pergeñados?

 

Hay, sabemos, mentes amplias e instruidas y capaces de mejorar estas humildes ideas con la savia y emulsión que su juventud y amor al Perú, dan en el desempeño de sus cargos. No todo está podrido, aunque las señales que así ocurre, sean más numerosas que lo contrario. Evidenciemos pues en tareas al alimón y de gesta heroica que sí tenemos cerebro y que nada debemos envidiar a otros porque aquí se nos dieron los instrumentos, la geografía y riquezas naturales abundantes para triunfar. ¿Y no son esos peruanos que lo hicieron fuera, quienes puedan dar testimonio de aquello, una vez reintegrados al país? ¡Que no es posible! ¡Falso! ¡Si puede soñarlo, puede hacerlo! Y esto más que un sueño, es el prolegómeno de una gran migración. En buen romance: el retorno de los “elefantes” peruanos.

 

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

 

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

 

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

 

¡Sólo el talento salvará al Perú!

 

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