Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
15-10-2008
El
Ich-zeit de los delincuentes*
“En nuestra cultura
-altamente tecnológica- estamos obsesionados mirando el reloj y contando el
tiempo hasta los microsegundos. Pero todavía desconocemos hechos esenciales
acerca del procesamiento biológico y psicológico de la información temporal.
Por ello se debe insistir en que se trata de un conocimiento muy importante, al
cual hay que abocarse, que juega un papel significativo en el desarrollo de
técnicas y métodos psicológicos, en la educación, en la conducta vial, en la
interacción hombre-máquina, en la producción industrial, en los tratamientos
clínico-médicos, etc. El sentido del tiempo, lo mismo que el auditivo, visual,
olfativo y el del gusto, constituye una función psicológica fundamental para el
desarrollo de la conducta humana. Cuando aparecen deterioros en el tiempo
psicológico los síndromes suelen ser críticos, y surgen en muchas clases de
psicopatologías como, por ejemplo, en pacientes con lesiones cerebrales
orgánicas, esquizofrenia y depresión. Desde este punto de vista, la alteración
del tiempo psicológico, o del sentido del tiempo, influye en la conducta y
lleva a la desintegración de la personalidad”. Dra. Anna Eisler, investigadora
y profesora de la Universidad de Estocolmo (Suecia) -Departamento de
Psicología- , quien desarrolla un proyecto de investigación conjunta en el
Laboratorio de Investigaciones Sensoriales (LIS-CONICET), de Buenos Aires, que
dirige la Dra. Miguelina Guirao.
Nuestros lobotomizados políticos son absolutamente inferiores al
talento oportunista y legendario que muestran las múltiples mafias alrededor y
colaterales al Estado y sus numerosos negociados. Ellos, los delincuentes,
colocan a sus personeros en puestos claves, salen expulsados para volver luego
de exilios dorados a veces en el Banco Mundial o en entidades internacionales
desde donde guardan perfil bajo hasta que retornan a los pagos expoliables y,
además, solucionan temas de caja chica y urgencias a los personeros que el
Estado dice nombrar en cargos ejecutivos. ¡Bah!
El Ich zeit, tiempo subjetivo de los delincuentes, conoce desde
sus ancestros, cómo demora la justicia en siquiera proponer indicios razonables
de la comisión de delitos. Por eso actúa bajo el manto de impunidad que brinda
el tiempo, largo, demasiado largo, y perpetra asaltos, robos, cohechos, estafas
de toda índole en contratos, concesiones de origen dudoso y las más de las
veces con dedicatoria y nombre propio ante la inacción de políticos ignorantes,
periodistas mermeleros y bajo la percepción –para ellos correcta- que la
sociedad silenciosa no dice nada porque la sociedad desmemoriada olvida todo y
porque la sociedad ineficiente carece de mecanismos furiosamente ejemplares
para yugular a la hamponería.
Por ejemplo hace pocas horas se ha celebrado desde los altos
niveles, con bombos y platillos la producción de gas de Pagoreni. En tempranas
horas y apenas en el dintel de la muerte, en junio del 2005, el ingeniero
Carlos Repetto Grand advirtió en un artículo si esto no era una estafa más
contra el Perú. Ayer en La Primera, el ingeniero Carlos Herrera Descalzi ha
aludido a los orígenes controversiales de cómo se torció el contrato de Camisea
y se otorgó el yacimiento de Pagoreni y asuntos de ese jaez. ¿Alguno de
nuestros lobotomizados ha dicho algo sobre el particular? ¡Nada! Asienten,
aceptan, consienten. El Ich zeit delincuencial sabía ¡perfectamente! que esto
iba a ocurrir así y procedió al “caballazo” limpio.
El Ich zeit delincuencial sabe que en Perú no interesa la verdad,
sólo tiene prevalencia el escándalo y la estupidez con apariencia de
moralización. Un país entero ve caer a su gabinete por la aparición súbita de
audios que mequetrefes lanzan bajo la sombrilla fabricada de “denuncia”. El
negociado tendrá que probarse, el daño ídem y el concurso de los idiotas que
charlan sus monras con tanta frivolidad alegre y sospechosa. Mientras tanto ya
hay un fusible quemado y cuasi chicharrón como Jorge del Castillo, y de
incómodo en el gabinete pasó a un don nadie que perdió todo peso objetivo. ¿Cómo
puede la nación completa vivir al compás de las modalidades gangsteriles que
impusiera Vladimiro Montesinos? Pero los lobotomizados tienen miedo y terror a
una prensa que da muestras de una mediocridad impresionante.
Las castas políticas han probado en demasía su muerte. No sirven
para nada. Carecen de sentido geopolítico de juicio y pasan por alto las
constantes, escandalosas y terribles traiciones que su Cancillería perpetra a
pocos meses de un lío judicial –guerra virtual- al que Perú ha llevado a Chile
por delimitación marítima. El pueblo, por supuesto, porque ese es el designio
fundamental –una nación ignorante es como una masa informe- permanece al margen
como si la diplomacia se hiciera en nombre de apellidos, amaneramientos y
caprichos de los episódicos que están en Torre Tagle, en el Establo y en
Palacio.
Los partidos políticos no existen sino como clubes electorales. En
cambio las pandillas de delincuentes manejan el Ich zeit y proceden así
meticulosamente en todos los organismos del Estado, lo depredan, lo esquilman,
lo exaccionan y ¡no pasa nada! Una pregunta pertinente al novísimo primer
ministro que entra con el baldón increíble que motiva el cuestionamiento: ¿no
sabía que la Contraloría ha dictaminado que hay mérito a denuncia penal contra
Verónica Zavala por haber puesto US$ 5 millones de dólares en un banco que
luego quebró en una fecha tan lejana como 1998? Navegar con bandera de imbécil
es un buen negocio en Perú. ¡Pero que quienes lo hagan, lo hagan con su dinero,
no con los recursos del pueblo!
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
Lea www.voltairenet.org/es
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica
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*Publicado en la Red Voltaire el 15-10-2008 https://www.voltairenet.org/article158311.html
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